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‘Erraiak’, desde las entrañas

El antropólogo Ekain Martinez de Lizarduy y Arteman Komunikazioa han realizado ‘Erraiak’, cortometraje documental que indaga en los orígenes del ‘irrintzi’, un grito ancestral presente en distintos ritos y circunstancias sociales.

‘Erraiak’, desde las entrañas

Un grito que surge en lo profundo, en las vísceras, y que sale y va creciendo en potencia como muestra de dolor, de fiesta o de solemnidad. Pero de dónde viene, cuál es su origen, qué significa, seguirá existiendo... Son algunas de las preguntas que hace y trata de responder el cortometraje documental Erraiak. Arbasoen oihartzuna (Entrañas. El eco de los antepasados), escrito y dirigido por el antropólogo Ekain Martinez de Lizarduy junto con Arteman Komunikazioa.

El proyecto se gestó hace una década cuando murió un amigo de Martinez de Lizarduy “y su abuela echó un irrintzi tremendo”. En esa época estaba estudiando Antropología “y me llamaban mucho la atención estas expresiones culturales”. Hace un año y medio, convertido ya en profesor de Primaria, recordó aquel momento y “sentí la necesidad de investigar qué había detrás de eso”. Coincidió, además, que le presentaron a los miembros de la agencia Arteman Komunikazioa, a los que la idea “les gustó muchísimo”.

Cuando empezó a investigar para la escritura del guión, el director pensó en que tendría “un montón de documentación” a su alcance, pero lo cierto es que apenas hay referencias textuales, y mucho menos audiovisuales, sobre el irrin-tzi. “Apenas hay apuntes anecdóticos en algunos libros y lo curioso es que aparece en algunas películas o series producidas en Hollywood”, cuenta, y subraya la cantidad de investigaciones que existen en torno a las danzas tradicionales o a instrumentos como la txalaparta. “Todos damos por hecho que es un grito muy antiguo y que sigue vivo hoy porque se ha transmitido de alguna manera, pero no vamos más allá”. Ahí es donde ha rascado Martinez de Lizarduy para obtener algo de luz. “En el documental damos por sentado que la mujer ha sido una pieza clave y primordial en la transmisión de esta expresión, aunque en los pocos vídeos que existen siempre salgan hombres, pero es que no hay que olvidar que ellos ocupaban el espacio público”, señala. Y añade: “El 95% de las irrintzilaris que he encontrado son mujeres y todas comentan que lo recibieron en casa de su madre, de su abuela, de su bisabuela...”

el caballo La película no desvela el origen del irrintzi, “eso es muy difícil de saber desde el punto de vista científico”, pero como no había trabajos previos, su autor sí que ha podido aventurar una serie de reflexiones. “Hay diferentes teorías en torno a la creación de la música y algunas de ellas dicen que comenzó con los sonidos que las personas emitían para imitar a los animales que les rodeaban”. Por ejemplo, en la selva amazónica de Brasil imitan a ciertos pájaros y en otras latitudes sucede algo similar y en Euskal Herria “está estudiado que ese animal era el caballo, y yo planteo que el irrintzi podría venir de ahí”. De hecho, “el grito del caballo se conoce como irrintzi”, aunque el que lanzan las personas en distintos momentos y fiestas adquiere diferentes nomenclaturas en función de la zona. Así, en Zuberoa se llama zinka; en el Alto Deba, lekaixua; en los Pirineos navarros se dice irrintzina... “He encontrado hasta una decena de nombres diferentes, pero al grito que hace el caballo todos le llaman irrin-tzia”, añade el realizador.

En el documental aparecen una docena irrintzilaris que cuentan sus experiencias y realizan demostraciones “para ver también las diferencias que hay entre unos y otros”, así como una historiadora e incluso la foniatra de la Clínica Universidad de Navarra Ana Martínez, que participa en un estudio sobre el irrintzi desde el punto de vista de su especialidad. “Están investigando sobre cómo se emite ese sonido, a ese tono y a ese volumen sin dañar la garganta”. A nivel narrativo, Ekain Martinez de Lizarduy ha hilvanado todos los testimonios en torno a la idea del caballo y su importante función en la cultura vasca, ya sea en los carnavales, en las pastorales, en las fiestas patronales, etcétera.

localizaciones En total, en Erraiak han participado unas 25 personas y se ha filmado en localizaciones que o bien ha buscado el director o bien le han sugerido los protagonistas. En concreto, se ha rodado en distintos lugares de Bizkaia y de Gipuzkoa y en Navarra se han centrado en Pamplona (Clínica UN), en Aribe y en Etxarri-Aranatz. Muchos de estos espacios son muy simbólicos, como la cueva que aparece en el cartel anunciador de la película, que habla de esa idea de algo que sale de dentro con fuerza hacia afuera. “El irrintzi es de caserío, de monte, de casa, pero también de la calle”, y se asocia a distintos instantes de la vida. “La mayoría de la gente lo relaciona con la fiesta, pero en el documental dejamos de manifiesto que se produce en situaciones de dolor, de rabia, de tristeza y hasta de terapia para tranquilizar a niños. Tiene muchos lugares”, incluido el mar. “Hemos encontrado un vídeo de los años 60 del siglo pasado de la televisión sueca, que estaba muy interesada en mostrar cómo el País Vasco era un sitio muy desarrollado que, al mismo tiempo, mantenía muy vivas sus raíces, y reflejaron un irrintzi de unos arrantzales (pescadores) de Ondarroa”.

A modo de conclusión, este trabajo destaca que el irrintzi vive seguramente porque se ha ido transformando y adaptando, pero también porque “nos conecta con algo que queda muy atrás”. Erraiak se estrenó hace dos semanas en Aretxabaleta (Gipuzkoa) y la intención del equipo es exhibirlo en casas de cultura, “intentando llegar a todos los sitios posibles”, y, por qué no, llegar a la televisión, “porque la calidad de imagen y sonido es máxima”.