donostia - La artista Cristina Iglesias expresó ayer su “emoción” al ver que “todo lo soñado” se hace realidad con el arranque de la obra que realizará en el faro de la isla de Santa Clara de San Sebastián, que mantendrá su aspecto exterior, pero que transformará todo su interior en una gran escultura pública.

Iglesias informó del estado del proyecto durante una visita que realizó a la donostiarra isla de Santa Clara, en la que estuvo acompañada por representantes institucionales, entre ellos el alcalde, Eneko Goia, y miembros del equipo técnico y artístico encargado de su ejecución. La escultora se mostró “muy ilusionada” con el arranque el lunes de la primera fase de las obras, que incluye el vaciado de la Casa del Faro y la excavación del suelo donde se instalará el gran vaso de bronce diseñado por la artista, una fuente que emulará el fondo de la bahía, jugará con su profundidad y reflejará los cambios de las mareas a través del movimiento del agua sobre el metal.

El arranque de los trabajos de esta primera fase, adjudicados a la empresa Moyua, por más de 550.000 euros, será posible después de que este pasado jueves un helicóptero trasladara a la isla todas las piezas de la grúa de 38 toneladas en 33 vuelos.

Esta escultura, que tiene un significado especial al ser la primera que realiza Cristina Iglesias en su ciudad natal, se localizará de forma permanente en el faro que corona la isla de la emblemática bahía donostiarra. La escultora ha insistido en que esta intervención artística, que pretende ser también una reflexión sobre la “protección” de los mares, “no perturbará en nada” la imagen de la isla.

otoño de 2020 Eneko Goia recalcó que “la intervención se circunscribe al faro” y explicó que se ha realizado un estudio exhaustivo previo sobre el entorno y el paisaje. El alcalde aseguró que, tras las sucesivas fases del proyecto, la obra estará culminada para “septiembre u octubre de 2020”.

Cristina Iglesias indicó que la intervención pretende restaurar un edificio que está “en muy malas condiciones” y devolverlo a un estado “más original y auténtico” a través de una obra que va a crear “experiencias nuevas”. Reconoció que el inicio de las obras en la Casa del Faro le produce una sensación “muy excitante”, aunque en realidad los trabajos previos se iniciaron ya hace tiempo con un “equipo increíble” y el estudio de multitud de detalles relacionados con la estructura o la circulación del aire en el interior del edificio.

La obra, llamada a convertirse en uno de los emblemas de la ciudad, contará con una réplica a mucho menor escala en el Aquarium de San Sebastián con el que se mantendrán también conversaciones para gestionar los servicios de transporte para visitar la obra. - Efe