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“Busco proyectos que, además de entretener, inspiren a la audiencia”

Su nombre sonó más este año cuando fue nominada al Oscar por la producción del corto 'Late afternoon', pero la suya es una historia de trabajo y pasión por lo que hace.

“Busco proyectos que, además de entretener, inspiren a la audiencia”

pamplona - Kilkenny no solo es famosa por su castillo. O por su cerveza, la deliciosa Smithwick’s. Esta ciudad de 20.000 habitantes situada en el sureste de Irlanda es donde Tom Moore y Paul Young fundaron en 1999 el estudio de animación Cartoon Saloon, uno de los más importantes del mundo, con cuatro nominaciones a los Oscar, la última este año por el corto Late afternoon, producido por la española Nuria González Blanco, de 39 años. La carrera de esta granadina no es la típica dentro de la industria de la animación, en la que se inició a los 27, y demuestra una de las teorías que lleva por bandera, y es que “si uno quiere, puede”. La productora, feliz en su trabajo en la preciosa villa medieval irlandesa, pasó ayer por la jornada que el festival Animatic dedicó al sector profesional de la mano del Clúster Audiovisual de Navarra (Clavna).

Primero estudió óptica, después inglés y más tarde animación... Su perfil es bastante diferente al que se suele encontrar en la industria.

-(Ríe) Lo sé. Me puse a estudiar óptica porque entonces en ese sector no había paro. Más tarde me lancé a estudiar inglés y me fui a Edimburgo, donde mientras trabajaba a media jornada en una óptica, empecé a formarme en animación. Cuando acabé los tres años, me salieron unas prácticas en Cartoon Saloon, donde al acabar me contrataron como coordinadora de producción y donde luego fui creciendo hasta llegar a productora. Ahora, además, estoy creando mi propio show en el estudio, Silly Sundays, así que también me estoy adentrando en el guión. No me aburro, la verdad.

Parece un sector con bastante movilidad y muchos oficios.

-Lo es. De hecho, en el estudio tenemos a gente que en un proyecto hace diseño y en el siguiente hace animación o clean up... Hay gente que dice que no puede hacer animación porque no sabe dibujar, pero es que no hace falta. Si quieres hacer 2D tradicional, sí lo necesitas, pero si vas a dedicarte al 3D, no. Tampoco para compositing, postproducción, producción y para otros puestos que son menos visibles, pero que hacen falta, como abogados, contables, recursos humanos, informáticos...

Lo que ha dejado claro en su charla es que la pasión es fundamental.

-¡Sin duda! Si haces lo que te gusta, lo harás con más interés, y cuando vengan los momentos bajos, los superarás porque tienes pasión por lo que haces. Con la pasión también viene el esfuerzo y trabajar duro y hay otros elementos que son importantes como la capacidad de escucha y la amabilidad y el respeto hacia el resto de las personas, pero también hacia ti mismo. En Cartoon Saloon apreciamos mucho a la gente que trabaja bien en equipo. Y adaptarse bien es muy importante en animación. Una producción cambia mucho y hay que entender que todo el mundo es parte de un gran engranaje y que si todo el mundo tira y se adapta a las circunstancias, todo sale.

Esa no asshole rule que practican en Cartoon Saloon es interesante...

-Capullos no (ríe); en inglés suena mejor (ríe). Hay que tener en cuenta que al final pasas más horas en el trabajo que en casa y en cualquier industria, pero sobre todo en una creativa, es importante no tener miedo a expresarse o no sentirse incómodo, porque esas cosas matan la creatividad. Además, los proyectos de animación son tan largos que necesitas sentirse parte de una familia. Todas las empresas deberían tener esta regla.

¿Cuáles son las principales tareas de un productor de animación?

-Es difícil de explicar por qué depende del tamaño del proyecto, del estudio, del país, del tipo de productor que seas... Normalmente están el productor ejecutivo, más dedicado a la financiación; el productor de línea, que se dedica más al día a día y a traducir el presupuesto a un plazo concreto, y el productor como tal, que trabaja con los dos anteriores, pero viene a ser la persona que está en el proyecto desde el principio junto con el creador. Es la primera persona que ha visto algo en una propuesta, quiere sacarla adelante y se mueve para ayudar a conseguir la financiación y para reunir al equipo necesario. Una vez escuché a un productor japonés decir algo muy bonito, y es que los productores somos la primera audiencia. Y es verdad, un productor lleva tantísimas cosas, que va viendo la película en momentos clave, lo que resulta emocionante y a la vez permite al director y al resto de creativos recibir una opinión desde una cierta distancia, con otra perspectiva. También nos toca lidiar con los problemas que se van produciendo, tratar de que la comunicación fluya, que la planificación se cumpla dentro del presupuesto y, claro, el productor es la persona que saca el proyecto al mundo e intenta vendérselo a plataformas de televisión, a distribuidoras...

Vamos, que el trabajo es ingente.

-Sí, tiene muchísimas ramas y eso es lo que me gusta. Tiene una faceta creativa, otra más de negocio, también de búsqueda de talento...

De hecho, dentro de Cartoon Saloon también se ocupa de reclutar talento.

-Y me encanta formar equipos y ver qué personas pueden trabajar bien juntas o qué tipo de proyecto le va mejor a cada una. Siempre procuro que la gente esté contenta con el proyecto en el que está trabajando. Es importante estar feliz con lo que se hace y plantearse retos, de manera que no te aburras o te acomodes.

Ha dicho que es importante que el proyecto le guste.

-A todos nos pasa que hay cosas que nos gustan más que otras, pero los proyectos que produzco me tienen que inspirar. No me cuesta vender algo si antes lo he comprado. Convencer a gente para que sienta pasión por algo que no me apasiona no me parece honesto. Y esto depende mucho de los valores de cada uno. Si tu valor es el dinero, y no hay nada malo en ello, a lo mejor haces proyectos que, sin tener una historia fascinante, son de calidad y seguramente recaudarán mucho y venderán más juguetes. En mi caso, yo busco que, además de entretener, un proyecto inspire a una audiencia; que le enseñe algo sin ser aleccionador, por supuesto. Y si vendes juguetes, pues mejor, porque al final esto es un negocio y hay que mantenerlo. En Cartoon Saloon se cuidan mucho las historias y a los personajes, que siempre tienen buen fondo y son diversos.

Late afternoon aborda el tema de la demencia. La animación en los últimos tiempos nos está hablando de inquietudes sociales.

-En cortometrajes, sobre todo, puedes contar historias algo más arriesgadas, aunque también se está haciendo en largos, como The breadwinner, por ejemplo. Hay historias que contadas de otro modo quizá echarían para atrás a mucha gente y que la animación traslada de una manera diferente. No es que se suavicen, las historias siguen siendo serias, pero la animación las canaliza y así pueden llegar a más gente. Con Late afternoon también buscábamos eso, llegar a las personas que viven con una persona con demencia, ya sean sus nietos o sus hijos.

¿Qué supuso la nominación al Oscar?

-Los cortos de animación son productos de mucha pasión y mucho trabajo, así que para el equipo fue muy gratificante. Personalmente, sentí un reconocimiento a todo el trabajo realizado hasta ahora y me ha dado confianza y seguridad. Y fue muy, muy bonito recibir el apoyo de mi familia, de mis amigos y de colegas de profesión. Fue lo mejor.

¿Cómo ve la situación de la animación en España?

-Solo puede ir a mejor. Hay estudios que están sacando la cabeza y esto producirá un efecto dominó. El talento está más que demostrado, hay muchísimo, no hay más que ver la cantidad de españoles que hay trabajando en animación dentro y fuera de España. Ahora hay que enseñar al Gobierno los beneficios tremendos que la industria audiovisual puede generar para que invierta en financiación para producción y también en formación. En Irlanda, este sector aporta a la economía del país más de 692 millones de euros brutos anuales. Hay que ayudar a las empresas de aquí para que puedan competir en los mercados internacionales.

Sería muy interesante estudiar una hermandad Kilkenny-Navarra.

-¡Claro! Si en Kilkenny se ha podido hacer, estoy segura de que en Navarra también. Arturo (Cisneros) estuvo en Cartoon Saloon y estaremos encantados de ayudar en todo lo que podamos.

“Al Gobierno hay que mostrarle los beneficios económicos tremendos que aporta el sector audiovisual”