Estella-Lizarra - La exposición de veinte pintores y cuarenta y cuatro obras que lleva el título Homenaje a Georgia O’Keeffe supone la aportación del Museo Gustavo de Maeztu y con la que cerrará su programación de otoño de 2019. Una muestra de autores que han aceptado el reto de recrear el mundo de las flores de O’Keeffe, no solo ya como el elemento protagonista de la pintura sino como el universo central que inspiró a esta artista norteamericana. Georgia O’Keeffe nació el mismo año que Gustavo de Maeztu (1887); fue la madre del modernismo pictórico estadounidense, una pionera en su época que abrió muchas puertas hasta entonces cerradas a las mujeres artistas. En este sentido se puede entender su exposición retrospectiva en el MoMA, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, que realizó en 1946.

La directora del Gustavo de Maeztu, Camino Paredes, habló del origen de esta colección: “Llevábamos ya mucho tiempo con la idea de hacer de la flor un motivo para una colección por ser un elemento permanente en el arte, pero desde un punto de vista central y diferente al que ha tenido tradicionalmente”. Paredes vinculó al elemento floral desde los orígenes del arte en la prehistoria hasta la actualidad. “Desde la misma representación de la flor en los cuadros de Bottichelli y la posterior evolución de la misma en pintores tan importantes como Monet, Renoir o Van Gogh”, dijo. Para la directora del Maeztu, O’Keeffe fue la gran impulsora de esta nueva mirada sobre un elemento que tradicionalmente “fue vinculado a lo femenino” y que la artista norteamericana no solo engrandeció sino que lo convirtió en un elemento “que es el centro de la creación artística”.

Veinte creadores aceptaron el reto de participar en esta colección que desde el pasado sábado, día 23, muestra la pinacoteca estellesa. Para la selección de los cuales, “hemos querido que fueran distintas versiones y también que tuvieran distintas visiones de la obra de O’Keeffe”, afirmó Paredes. Renato Manzoni fue uno de los autores presentes en la inauguración. Sus obras figurativas con técnicas de iluminación eléctrica buscan el punto de vista del contrapicado. “Recojo las flores vistas desde el suelo. Las enmarco en la luz para que tengan más vivacidad y de esta forma las humanizo”, señaló.

Otra de las artistas presentes fue Mª Luisa Villanueva, pintora más intimista y menos figurativa. “Yo veo la flor como un jardín interior. Lo que quiero expresar es el sentimiento de lo que es una flor: un paisaje”, apuntó. La artista mexicana Seila Otxandiano es una de las cinco representantes internacionales (además de las 15 del estado, hay pintores de Ucrania, Francia, Chipre, y Alemania), comentó las peculiaridades cromáticas de sus obras. “Me interesa la energía y el color que yo traduzco en una intensidad mucho mayor. Para mi, pintar flores es un placer. Van Gogh fue quien me inspiró a pintar el color y las flores”, subrayó.

Con todo, el conjunto de los veinte autores presentes en la exposición son: Mª Jesús Andreu, Roser Arcarons, Marta Cabaleiro, Tero Duro, Mercedes Gómez-Pablos, Victoria Jáimez, Lilia Kaluzhyna, Emilio López, Renato Manzoni, Montserrat Menéndez, Georgia Michaelides, Mirko, Pilar Montaño, Seila Otxandiano, José Luis Ponce Albina Rolsing, Rosa Tardiu, Esther Tenedor y Vanitira, Mª Luisa Villanueva.

La exposición que se puede ver ya en el Gustavo de Maeztu supone una nueva colaboración con Revistart y estará hasta el 12 de enero de 2020.