Los bufones llegan ya a la Escuela Navarra de Teatro (ENT). Prometen maldad, improvisación, mucho juego y acidez y dicen que no dejarán títere con cabeza. Con las risas aseguradas y un texto que espera remover, este espectáculo, entre la "gamberrada reflexiva y la gamberrada censurable", promete. Se trata de Cabaret deformado, una obra que ha estado trabajando desde septiembre Lilura Teatro con la que la compañía cierra el círculo de cabarets que ha elaborado hasta el momento. La obra se representará desde mañana y hasta el domingo a partir de las 20.00 horas. Las entradas ya están a la venta.

Los espectadores llegarán a la sala del teatro y serán recibidos por un misterioso personaje, el Gran maestre, que les mostrará su creación, la del pueblo, el gran público. Una gran esfera se impondrá majestuosa en mitad del escenario y de ella emergerán seis monstruosos personajes algo deformes: los bufones. ¿Qué pasará después? Solo el público lo sabrá. Fermín Cariñena es el creador y director de esta obra de teatro que protagonizarán, además de él mismo, los actores y actrices Elur Olabide, Iker Bengotxea, Asun Abad, Javier Chocarro, Tere Sarriguren y, con la música, Javier Urtasun. "Este es un espectáculo de humor irreverente y sabemos que hemos venido a escandalizar", avanzó ayer Abad, a lo que Cariñena agregó: "Hemos querido arriesgar; en ocasiones hemos pensado que el texto era demasiado ácido, pero así es el juego de los bufones, entre el bien y el mal, la risa y la muerte y así lo hemos querido reflejar".

Para saber sobre qué temas hablarán y cantarán, habría que preguntarse mejor cuáles no tocarán. "Hablamos de religión, moral, perdón, pecado, homosexualidad, violencia de género, transformismo, adicciones... Un poco de todo", subrayó el director, a sabiendas de que la forma en la que estos temas se van a tocar pondrá "a los espectadores en una confrontación". Abad lo explicó: "Cuando estábamos trabajando el texto había algunas bromas en las que yo pensaba: 'Si viniese al teatro con una amiga a ver una obra y soltasen esto sobre el escenario, me cabrearía con ella si se hubiera reído'. Pero al final te das cuenta de que estamos removiendo toda la mierda, y hablando desde ahí, desde la mierda, uno se puede reír de absolutamente todo". "Al final -continuó Chocarro- este es el concepto del bufón, que parte de lo más visceral, lo más profundo, lo más animal, para reírse de todo sin filtros".

toma de contacto Para los actores y actrices, este trabajo no ha resultado nada fácil. "Lo primero que tuvimos que hacer fue una toma de contacto con la realidad porque no teníamos muy claro cómo se trabajaba exactamente el bufón, y con la ayuda de Patxi Larrea, maestro en la ENT, empezamos a hacer un curso a través del cual conocimos ese lenguaje tan diferente que tiene el bufón", dijo Cariñena. Un lenguaje con el cual invitarán al espectador a reírse de aspectos que, quizás en otras circunstancias, jamás imaginarían. "Pero eso es lo que permite el bufón, porque es un personaje deforme que se ríe de prácticamente todo", añadió el director, quien contó que ha encontrado mucha inspiración para esta obra de teatro en la vida real. "Hoy en día encontramos muchos bufones, hay muchos discursos de personajes públicos, que aparecen en la televisión o en lugares más elevados a la televisión, que tienen unas formas muy bufonescas -dijo-. Hay muchos bufones en el siglo XXI que no se cortan nada al decir que ellos son como son y si te gusta, bien, y si no, no mires. Y esto les da un punto de ser especiales, porque dicen verdades, sus verdades".

Desde el punto de vista estético, Cariñena comentó que lo primero que tuvieron que hacer fue "ver dónde estaba la deformidad física" y, después, "la emocional". "Una vez encontrado esto, hemos trabajado con nuestra propia joroba, haciendo una introspección muy potente", indicó. Y así, con este trabajo, los actores y actrices han ido dando vida a los seis personajes que acompañarán al espectador durante aproximadamente una hora y cuarto. Uno de ellos es el Bufón Rey (Chocarro), quien "representa el poder, el mundo de la política, la capitalización de la sexualidad". También aparecerá la Llorona (Olabide), un bufón adicto a absolutamente todo que "tiene un agujero que no llena con nada". Después, el Siniestro (Bengotxea), "el maltratado por no tener piernas, que se convierte en el objeto de la ira del resto de personajes". La Virgen consagrada (Abad) será una "monja que es, a partes iguales, el Cristo y el Anticristo". Otro bufón será La Mantis (Sarriguren), que mostrará "la relación entre el juego sexual y el poder", y otro la Pacha mama (Cariñena), que mostrará la "deformidad de la sexualidad". Javier Urtasun, el Gran maestre, será el encargado de mover la acción con su música.

Con todo esto, los miembros de Lilura Teatro esperan hacer disfrutar, reír y reflexionar. "Y, si no -bromean-, no pasa nada, nadie nos reconocerá".

La obra. Cabaret deformado, de Lilura Teatro, llegará al escenario de la Escuela Navarra de Teatro mañana, el sábado y el domingo a las 20.00 horas. Canciones, textos universales, música en directo y bufonada son algunos de los ingredientes que conforman este grotesco montaje. Las entradas ya están disponibles y se pueden comprar por un precio de 10 euros (en taquilla y web) y de 8 si es anticipada (todos los días de función previos a la representación).

Dirección y reparto. Fermín Cariñena es el director de la obra, que ha contado con la ayuda de Leire Arraiza mientras él estaba actuando. El elenco: Elur Olabide, Javier Chocarro, Asun abad, Tere Sarriguren e Iker Bengotxea. La música correrá a cargo de Javier Urtasun.