Conquistó Hollywood como estrella infantil, se ganó al indie en (500) Days of Summer y encarnó al controvertido Edward Snowden, pero Joseph Gordon-Levitt aseguró que interpretar al piloto de un avión secuestrado en la claustrofóbica 7500 ha sido “su mayor reto como actor”.

“Me retiré de la actuación unos años para tener hijos y en mi regreso quería hacer un reto realmente creativo, algo artístico y que nunca hubiera hecho antes”, explicó el actor en una videollamada con Efe por el estreno de esta cinta de Patrick Vollrath, una de las apuestas de Amazon para esta temporada de cines cerrados.

Prácticamente toda la historia de 7500 7500transcurre en el interior de la cabina de un avión secuestrado por terroristas (extremistas islámicos) en el que Gordon-Levitt da vida a su piloto, prometido con una azafata con la que tiene un hijo de dos años.

“La forma en la que Patrick rueda es tan increíblemente directa, lleva a los actores a la realidad de la historia. Es muy poco convencional, con mucho espacio a la improvisación y tomas de venite, treinta o cuarenta minutos”, argumentó.

Cine de suspense y claustrofobia Aunque se han grabado muchas películas sobre accidentes aéreos, pocas cuentan con el nivel de claustrofobia que alcanza 7500, narrada siempre desde el punto de vista de la cabina de un piloto que, lejos de ser un héroe, trata de salvar como puede la situación.

“Es una situación muy brutal”, señaló Gordon-Levitt.

7500 7500utiliza todos los recursos en la infraestructura de un aeropuerto para dar un tono verosímil y con un toque de suspense a la película: tanto cámaras de seguridad como espejos retrovisores y comunicaciones telefónicas.

Es un largometraje de corte tan realista que es imposible no ver similitudes y referencias con los atentados a las torres gemelas del once de septiembre, especialmente cuando los terroristas que presenta la ficción también actúan motivados por motivos fanáticos de la religión musulmana.

“Es muy importante retratar personajes humanos -puntualiza el actor-. No a héroes y villanos con una visión simple como a veces hace Hollywood”. En un momento en el que los prejuicios racistas se examinan con lupa en Estados Unidos, con la mayor ola de protestas en décadas, Gordon-Levitt justificó esta decisión del guion.

“En realidad es lo opuesto a eso, la película da cuenta de cómo son estas personas. Mi personaje es culpable de esos prejuicios porque asume que los terroristas no son alemanes al no corresponderse con el prototipo de alemán blanco”, explicó.

Y añadió otra valoración en el contexto de revisar la producción cultural. “Es importante que el cine, la televisión, el arte y la cultura se deshagan de viejos prejuicios”.

Su primer papel como padre Los espectadores han seguido a Gordon-Levitt en todas las etapas de su vida, como niño pequeño en películas de Disney (Angels in the Outfield o Beethoven), como adolescente en 10 Things I Hate About You, o de un joven enamoradizo en (500) Days of Summer junto a Zooey Deschanel, con la que fue nominado al Globo de Oro. “Sin embargo jamás había tenido que interpretar a un padre”, recordó.

De hecho, después de vivir personalmente la paternidad -tiene dos hijos- fue él quien recomendó que su personaje fuera padre, una experiencia que trasladó a la gran pantalla y aunque no es decisiva “aporta mucho a la historia”.