Por fin en carretera. Tras aplazar su gira inicial y ciertos cambios de planes, Natalia Lacunza actuará hoy en casa, en Iruña, en una cita enmarcada dentro de Tiny Tour. Presentará su último trabajo, ep2, en un formato diferente, acompañada por piano y batería, y en un verano atípico, pero disfrutando de la que es su primera gira. "Es muy diferente el sonido del directo al del disco y eso es algo que quise asegurarme de que fuera así", avanza la joven navarra.

Su último trabajo, ep2,vio la luz en marzo, pero la crisis sanitaria generada por el covid-19 obligó a posponer su gira de presentación en salas. ¿Cómo ha vivido esta etapa de readaptación?

-Bueno, todo pasa por algo y así también hemos tenido más tiempo para preparar el directo y dejarlo más perfecto. Es un formato un poco diferente, pero tenía tantas ganas de cantar... Estoy súper contenta.

Si bien su primer trabajo lo bautizó como Otras alas, ¿a qué se debe este no-título para el segundo?

-Estuve mucho tiempo buscando un nombre y nunca me quedaba contenta porque sentía que no terminaba de resumir lo que quería transmitir con esas canciones. También es por la estética que hay, bastante self made. Le quería dar un lenguaje súper cercano y sencillo a la gente, de que puedes hacerlo tú también. Y quería darle la chance al público de nombrarlo como a ellos les pareciera después de escucharlo, porque para cada persona puede significar una cosa diferente. Y que aunque algunas canciones tienen más relación directa entre sí y otras no tanto, siento que contienen un sentimiento dividido en etapas, por decirlo de alguna manera.

¿De qué sentimiento habla?

-Es un poco subjetivo para todo el mundo (risas). Porque hay muchos sentimientos juntos, es como un proceso de asimilación. Al principio, de cómo un sentimiento te arrampla y te consume por completo, luego cómo, poco a poco, vas digiriéndolo y pasando por él, viendo diferentes perspectivas... No puedo ceñirme a uno solo, porque la vida está hecha de muchas sensaciones, que al final hacen un compacto, y ese compacto va evolucionando de por sí. Así que no puedo decir uno, aunque la portada del EP lo deja un poco a entender...

En la portada vemos una nube, pero ¿qué tiene el cielo para ser también protagonista en las letras del EP, como ese "clavo mis pies en lo terrenal, pero mi mente empieza a levitar, caminando por las nubes, todavía no me quiero bajar" que escuchamos en el tema algo duele más?

-Cuando salí de Operación Triunfo, tuve que afrontar muchas cosas nuevas e intentar digerirlas en muy poco tiempo, lo cual me hizo abstraerme y sentir que estaba caminando por otro lado al de la tierra. No sé, cuando empecé a componer el EP, el cielo me inspiraba muchísimo, era como que deseaba estar ahí arriba y que no sentía que estuviera en ningún sitio en concreto con los pies. Casi me parecía más real el imaginarme a mí misma por ahí arriba...

¿Y ahora la gira y los conciertos, con la respuesta del público, es la mejor manera para volver a tierra?

-Joe, al final cantar las canciones en directo es la parte más importante del proyecto. Y el haberlo preparado con las chicas -María Lázaro, batería; y Teresa Gutiérrez, teclista-, haber empezado a actuar... Además, saqué ep2 el día anterior a que empezase el estado de alarma y con todo lo del confinamiento, no había tenido un feed back real sobre el trabajo. Aunque con el anterior EP, Otras alas, tampoco tuve muchas oportunidades de cantarlo en directo... Así que sí, es verdad que esto es ahora como bajarme un poco a tierra y tenía ganas.

Son siete temas y ha trabajado con un abanico de productores, como son Carlos René, mori, BRONQUIO, InnerCut y Pau Riutort y Fake Guido. ¿Qué sonidos o líneas buscaba explorar en este trabajo colectivo?

-Las referencias van cambiando con el tiempo, he escuchado muchísima música y he tenido muchos artistas que me han inspirado de maneras diferentes. Sí que he ido intentado adaptar los sonidos que iba escuchando y me gustaban, para llevarlos a mi terreno y a mi propia música. He tratado de buscar ciertos elementos que tuvieran coherencia, crear una atmósfera muy concreta y que se mantuviese en todas las canciones, a pesar de estar producidas por diferentes productores. Por ejemplo, los sintes ambientales son muy importantes, porque crean una atmósfera muy redonda por encima de la cabeza. También el tratamiento de las voces, que haya muchos coros y muchas armonías... Eso le da esa atmósfera y ese sonido etéreo que estoy manteniendo y que quiero continuar desarrollando. Estamos en constante evolución, pero los sonidos más característicos son precisamente eso, los sintes envolventes y los ambientes, con las percus, que también son bastante volátiles.

En cuanto a las letras, en este segundo trabajo además de escribir en castellano, también coquetea con el inglés. ¿Qué le ha llevado a este juego de idiomas?

-Siempre he escuchado mucha música en inglés. Ahora ya no tanto porque he abierto los ojos en ese sentido, pero en la adolescencia sí que escuchaba casi todo en inglés. A veces siento que te resguardas en otro idioma para decir cosas que igual en español no te atreves, pero yo he utilizado el inglés porque me gusta mucho. Utilizar los dos idiomas es una baza muy guay, porque tienen una sonoridad diferente y puedes utilizar eso para dar matices y riqueza a las canciones.

De hecho, al escuchar las canciones, no da la sensación de que Natalia Lacunza se haya escondido, ni mucho menos... ¿Son una ventanita abierta a su mundo interior?

-Sí, es un poco intenso (risas). Pero no conozco otra manera de componer que no sea mirando dentro. Es mi manera. No quiero decir que cada canción sea una historia súper concreta, porque obviamente puedes coger un sentimiento que hayas sentido y, a partir de ahí, desarrollar una historia más de ficción o crear un sitio más concreto. Pero sí que siento que hay una parte de mí en cada canción y creo que tiene valor, es valiente el desnudarse en las canciones. Además, cuando compongo tampoco soy consciente de que la gente va a escuchar esa canción, compongo intentando quedarme contenta yo y sintiendo realmente lo que estoy diciendo. No que esté escribiendo sobre alguien.

Es el reconocerse en cada tema.

-Exactamente. Es muy importante reconocerse, sobre todo ahora. Hay canciones en las que la letra importa menos y se te queda en la cabeza, te lleva a un punto muy concreto y te lo pasas genial, o te enfadas, o... o lo que sea. Pero ahora que hay tanta variedad y tanta oferta musical, yo por lo menos busco ver algo de cada artista en lo que escucho.

Un sello personal que, más allá de las canciones, parece extenderse a nivel visual en portadas, videoclips... Mimando cada detalle.

-Sí, lo intento. Creo que un disco tiene muchas cosas aparte de la música y es muy importante cuidar todas ellas y estar presente en todas ellas, por lo menos, como me gusta a mí. Vaya, que sí no estoy controlando un poco todo, no me quedo tranquila (risas). Y aparte, que la música te invita a pensar en imágenes, colores... Así que no es sólo pensar en la música o en el arte, sino que intento pensar en todo ello en su conjunto, porque lo valoro mucho en los artistas que veo y que admiro.

El título de su gira actual, Tiny tour (tour diminuto/minúsculo) parece ser una declaración de intenciones. ¿En qué formato está girando?

-Vamos con batería y teclados, pero hemos estirado los dos instrumentos todo lo que se puede y suena bastante bastante lleno. Luego para hacer la gira grande habrá guitarra, bajo, secuencias... Pero ahora, además, vamos sin claqueta, es lo más en vivo posible y creo que tiene mucho encanto. María y Tere han hecho unos arreglos increíbles y el sonido del directo es muy diferente al del disco, y es algo que quise asegurarme de que fuera así. Ver algo diferente en vivo es importante y estoy contenta con el resultado.

De cara al directo, ¿será un repaso a ep2, pero habrá también lugar para Otras alas y alguna versión?

-Claro, claro, de Otras alas están todas las canciones menos dos que no me encajaban del todo, porque al final, cuando pasa el tiempo, te das cuenta de cosas que no repetirías. También hay tres covers, me hacía mucha ilusión hacerlas versionadas a nuestra manera y adaptadas al formato que llevamos.

Ha pasado poco más de un año desde que Otras alas vio la luz, pero ya habla de cambios... ¿La autocrítica es más que necesaria?

-Claro, creo que todos los artistas somos bastante autocríticos con lo que hacemos y al pasar el tiempo, te das cuenta de cosas que no repetirías, que no volverías a hacer seguro, cosas que habrías hechos de otra manera.. Es importante mirar atrás y ver lo que has hecho, pero mirar también lo que estás haciendo y estar en constante análisis.

Ha actuado en el Navarra Arena y en la Plaza del Castillo y esta noche toca ese escenario especial que es la Ciudadela... ¿nervios?

-Va a ser súper emocionante. Ahí me he pegado media vida y he visto allí un montón de conciertos también. Me hace una ilusión increíble, tengo muchas ganas.

"Siento que hay una parte de mí en cada canción y creo que tiene valor, es valiente el desnudarse en la música"

"El sonido del directo es muy diferente al del disco y eso es algo que quise asegurarme de que fuera así"

"Va a ser súper emocionante actuar en la Ciudadela, donde me he pegado media vida y he visto muchos conciertos"