La plaza del Castillo acogió ayer el concierto-instalación-performance Mobile, de Alberto Bernal, en el marco del Festival After Cage. Pamplona se “aumentó” a través de un ensemble de cuatro percusionistas y un performer caminante que, con su recorrido, fue determinando las acciones que los intérpretes realizaron en función del lugar en el que se encontraba. Mobile es una obra que se mueve entre los géneros de concierto, instalación y performance, que permite que durante su tiempo de ejecución el espacio en el que se inscribe sea percibido a través de la escucha.

Mobile fue un encargo del Museo Reina Sofía para su festival Resonancias, en el que cuatro artistas intervenían en diferentes espacios del museo a través de obras de nueva creación que utilizaran los espacios, no como meros marcos sino como instrumentos sonorizados a través de la propia obra.

En esta nueva realización, se propuso la creación de una renovada obra que, aunque tenía similitudes con la anterior, buscaba un lado nuevo y explorar lo que el espectador podía sentir a través de la música y el espacio, y las emociones que generan. El espacio se convierte así en una realidad aumentada a través del sonido, de sus propias resonancias y de la sonificación de su propia topografía mediante el movimiento del performer y los propios percusionistas.

Concebida antes de la pandemia, adquiere una relevancia especial, poniendo en valor el espacio público y nuestra necesidad y derecho a habitarlo frente al nolugar de los espacios virtuales en los que nos hallamos sumidos desde el inicio de esta crisis. Al mismo tiempo, su realización en un espacio al aire libre lo convierte en un evento “seguro”, al margen de las posibles limitaciones de aforo.

Al realizarse al aire libre y a luz temprana, la performance no se vio afectada por las medidas de la pandemia y muchos curiosos se pararon a disfrutar de ella.