- Candela Peña es una mujer con las ideas claras y que por segunda vez ha asumido el personaje de una juez que se llama como ella. Hierro ha sido uno de sus principales proyectos en los últimos dos meses. Ha hecho dos series: Hierro y Maricón perdido; tiene entre manos una serie escrita por ella, Puerto y camino; y también está desarrollando un guion para una película, Graciosa.

Sigue usted ligada a su tocaya de nombre, Candela Montes.

-He hecho poca televisión en mi vida y esta segunda temporada de Hierro es un lujo y un regalo. Verme de vuelta y con este personaje es increíble, además de una buena noticia.

Está usted en su tiempo de suerte…

-Que ya me tocaba, ¿no crees? Y sí estoy en mi tiempo de suerte porque estoy trabajando mucho, es cierto; solo el 8% de los actores trabaja. Tengo que reconocer que, en contra de todo lo que estamos viviendo, el año pasado fue para mí buenísimo.

El confinamiento la pilló en Hierro rodando la serie, así que de vuelta a la península, ¿no?

-Pues no. Me quedé allí hasta que retomamos la grabación. Durante el confinamiento en Hierro pude desarrollar la serie que he escrito, son ocho capítulos, Puerto y camino. Me la producen Isabel Coixet y Mediapro. A finales de 2020 tuve la suerte de participar en la serie de Bob Pop, Maricón perdido, y es uno de los personajes de los que más orgullosa estoy.

¿Por qué?

-Me costó mucho trabajo construir el personaje. He querido mostrar una madre en un estado mental que no es muy bueno. Es una madre diferente.

Tengo entendido que es una madre que no hace fácil ni buena la vida de su hijo, Bob Pop.

-Así es. Ella no le hace ningún bien a su hijo y construir un personaje de esas características no es nada fácil. No hacerle bien a un hijo parece contra natura y no es un lugar agradable donde meterse. Estoy fascinada y satisfecha del resultado y de lo que mi corazón ha sentido. Ahora habrá que ver qué pensará la gente cuando lo vea. Al fin al cabo, nosotros hacemos un trabajo para el público.

A muchos les ha fascinado su personaje en La boda de Rosa. Ha dado vida a una mujer que se rebela ante todo y ante todos.

-Es una mujer fascinante, una mujer que se revuelve. Es un personaje distinto a pesar de que Rosa a priori podría pasar por una mujer muy normal, pero dice: “Hasta aquí hemos llegado.

Pasar la pandemia en Hierro en vez de hacerlo en Madrid tiene que ser también espectacular.

-La verdad es que lo escogí yo. Tengo que agradecer a la plataforma que me pagó la casa donde estuve. Es una suerte, yo vengo de familia pobre y pensé: “Si me pagan la casa, Candela trabaja”. Como he dicho, tuve la suerte de poder terminar de escribir los ocho capítulos de mi serie.

¿Vamos a ver a una Candela diferente a la de la primera temporada?

-Supongo que te refieres al personaje, porque la Candela Peña real sigue igual. No vais a encontrar grandes cambios. Ella está muy enfadada en esta segunda parte, a mí no me gusta nada que mi personaje esté tan enfadado. Se ha quedado absolutamente sola. No están los personajes de Reyes y Morata. Está bastante peor que en la primera, aunque en la misma línea pero más triste y más enfadada.

Le tocan personajes de mujeres muy fuertes.

-Sí, y estoy contenta pero me gustaría aclarar que los personajes fuertes no tienen por qué estar enfadados.

La veo enfadada por estar enfadada, aunque sean enfados de ficción.

-Es una cuestión de guion y lo digo desde la mujer que soy. Normalmente nos cuentan a las mujeres a partir de los 40 como enfermas o enfadadas. Las mujeres fuertes no son sinónimos de mujeres enfadadas. Aunque en este caso es una mujer fuerte y enfadada.

¿Tienen algo que ver las dos Candelas, la real y la de ficción?

-En algunos puntos, supongo. Creo que ambas, ella y yo, somos mujeres fuertes. Pero creo que todas las mujeres somos fuertes en general. Pertenecemos a un género que tiene que tirar hacia delante. Quiero seguir contando mujeres a partir de los 40 a través de mis personajes, pero con actitudes que no sean de tristeza, enfermedad o enfado.

¿Por qué cree que a través de algunas historias, hay que decir que no todas, nos ponen esa pinta de brujas, malvadas, cotillas o enfadadas?

-Porque nos escriben y nos producen ellos. Pienso que cuando una deja de estar carnal…

¿Carnal?

-Sí, carnal o ternerota, ya sabe todo el mundo a qué me refiero, en sus fantasías te siguen escribiendo de otra manera. Tiene que haber otras visiones más fieles a nosotras mismas y esas son las que tenemos que escribir, producir y dirigir nosotras.

Sigue colaborando en La resistencia.

-Cuando me llaman voy y encantada. Me lo paso en grande. Es que yo no había catado la tele, ni en ficción ni en entretenimiento. Gracias a La resistencia me he acercado a un mundo que me parece divertidísimo y apasionante. Cada vez que voy me siento como una niña a la que llevan a la feria.

Son muchos los jóvenes que de una manera u otra siguen el programa…

-Pienso que lo ve gente de todas las edades, al menos por los comentarios que oigo. Me gusta que haya gente de todo tipo, no me cohíbe un programa para gente joven pero creo que no es el caso. Aun así, creo que deberíamos avanzar y dejar de pensar que un programa es de tíos, de tías, de gente joven o de gente mayor… Creo que somos gente en general y que cada uno, independientemente de género o edad, vemos aquello que nos interesa.

¿Qué tal se lleva con Broncano?

-¡Qué te voy a decir! Es de lo mejor que me ha pasado en mi vida. David es una gran persona y muy generoso. El equipo en su totalidad es una maravilla. Me dejan ser yo misma, no llevo guion, no llevo nada. Mira, te lo voy a resumir: me llevan allí, hacen que yo me lo pase bomba y tengo la suerte de que me paguen lo que me cuesta el supermercado un mes. Así que es la gloria trabajar con Broncano, con Castelo, con Ponce… con todos. Estoy haciendo un máster de tele brutal.

¿Le queda tiempo para tener más proyectos entre manos?

-Sí, claro. Siempre estoy pensando en hacer más cosas. Además de todo lo que ya hemos hablado, estoy escribiendo el guion de un largo, Graciosa. Y espero y cruzo los dedos para que me lleguen proyectos hermosos, estoy con una fuerza y unas ganas terribles para recibirlos.

Empieza el año pletórica...

-Siempre los empiezo así. Todos los años cuando llegan digo: Vamos, adelante. Pero luego los acabo como los acabo. Me he dado muchos chocazos en las paredes. Esto tiene que seguir, tengo muchos proyectos pero según pasa el tiempo te das cuenta de que es pan para hoy y hambre para mañana.

Año 1994, Días contados. Ha pasado el tiempo…

-Mucho tiempo. Quizá demasiado.

Mucho tiempo, ¿pero con más luces o más sombras?

-Pues imagínate. Entonces tenía 18 y ahora tengo 45. Me he hecho madura, me he convertido en una mujer. Vivo en Madrid, entonces no. Sigo siendo absolutamente fiel a lo que soy. He crecido con todo lo que hay que crecer en la vida: momentos chulos, muy chulos, y momentos chungos, muy chungos. Y espero que siga habiendo de todo…

¿Incluso momentos malos?

-Incluso, incluso. No soy una fantasiosa que cree en los príncipes que vienen con carruajes. Yo soy como la Concha, ya sabes…

Pues no. ¿Qué Concha?

-La Concha de San Sebastián. Sé que la marea un día estará más alta y otro más baja. Soy consciente de que los laureles que hoy me ponen en la cabeza, mañana los tendré que meter en la olla para hacer caldo. No soy una flipada.

¿Nunca ha dicho hasta aquí hemos llegado? ¿No ha pensado en tirar la toalla?

-Jamás, ni lo pienso hacer. Tengo una profesión que me alucina y me merece todo el respeto del mundo.

Un día me dijo que esperaba conseguir una portada en una revista aunque hubiera pasado los 40. ¿Lo ve posible?

-No creo. Me gustaría que le dieran espacio a una mujer con mis condiciones, mi talento, mi físico, mi edad… Pero el tipo de mujer que soy yo no interesa a las revistas femeninas.

“Tengo que reconocer que, en contra de todo lo que estamos viviendo, el año pasado fue para mí buenísimo”

“Candela Montes está muy enfadada en esta segunda temporada, a mí no me gusta nada que mi personaje esté tan enfadado”

“Las mujeres fuertes no son sinónimos de mujeres enfadadas. Aunque en este caso es una mujer fuerte y enfadada”