Un viaje profundo por las distintas facetas del amor, de esto trata la nueva propuesta poética y escenica El Cantar de Cantares, dirigida por Ignacio García (Madrid, 1977), director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, que el Museo Universidad de Navarra estrena mañana, a las 19.30 horas. La obra está interpretada por Ana Cris, Julián Ortega y Rita Barber. Se trata de la primera producción teatral del MUN, y ha sido gestada dentro del programa de residencias artísticas del centro. Dentro de esta iniciativa, los artistas invitados se inspiran en la colección, los espacios o los proyectos del propio museo para generar una obra nueva. “Ha sido un privilegio trabajar con Ignacio. Nos planteó un proyecto que nos sedujo porque encajaba perfectamente en las claves del museo, en el programa de artes escénicas y en el programa de residencias. Hemos hecho varios proyectos de creación de obras coreográficas, pero esta es la primera teatral. Ha permitido que su proceso de creación se abra a la comunidad universitaria. Han participado en encuentros con estudiantes y en talleres. Además, Ignacio y el resto de intérpretes han podido beneficiarse de la investigación especializada sobre el Siglo de Oro, a través del GRISO (Grupo de Investigación del Siglo de Oro de la Universidad de Navarra)”, afirma Teresa Lasheras, responsable de Artes Escénicas y Música del MUN.

La inspiración

Ignacio García visitó en febrero del año pasado el Archivo Fotográfico del MUN, y desde entonces comenzó el viaje de creación de este proyecto. “Ver los originales que tiene el museo me llevó a vivir un trayecto muy poderoso y ahí aparecieron, no voluntariamente, sino como una epifanía, los versos de Fray Luis de León. Viendo las fotos de la España Mística y del Norte de África, me pareció que estaba esa conexión. Es ahí cuando empecé a escuchar los versos de Fray Luis”, comenta Ignacio García. Así nace El Cantar de Cantares, en la traducción en octava rima de Fray Luis de León, sobre fotografías de José Ortiz Echagüe, pertenecientes a la colección del Museo, y música del mismo Ignacio García sobre melodías de George Gurdjieff, Antonio Vivaldi, Bárbara Strozzi, los hermanos Mancus Nityn Shawney y otros.

El director reconoce que siente una gran vinculación con Ortiz Echagüe. “En las fotografías de Ortiz se refleja muy bien ese dolor de España unamuniano, una sensación de un mundo que se va a perder para siempre y que él intenta fijar con su fotografía. Capta una espiritualidad que tiene mucho que ver con nosotros. Podemos imaginarnos la España morisca, tanto en las fortalezas como en el paisaje humano. Y tiene un enorme atractivo y una visión patrimonial”, comenta García.

Un viaje profundo

“Lo que se va a encontrar el espectador en la muestra del sábado es un viaje profundo y sensorial por las distintas facetas que se pueden apreciar dentro del amor. Se trata de un espectáculo ecléctico, que bebe de muchas fuentes y ofrece una visión patrimonial, es decir, consigue captar y poner en valor nuestra propia identidad. Este viaje te transporta a otro tiempo y manera de pensar y sentir, que tiene que ver con ese mundo sensual que se encuentra en los textos de Ortiz Echagüe, y en el empoderamiento poético”, afirma Ignacio García.

Para el director de la obra, es muy importante “el derecho a equivocarse”, por eso propone esta muestra como un lugar donde poder ser libre y “crecer a nivel creativo”. “Actualmente vivimos en un mundo en el que la belleza no tiene lugar y que pide eficacia y capacidad de gestión, sin importar otras cosas. Pero creo que el arte siempre necesita un espacio de liberación poética a través de la belleza, la bondad y la virtud. Y el espectador va a ver eso. El gran poder que tiene el amor en nuestras vidas. No entendido de una manera romántica, sino telúrica”, afirma García.

“El programa ha sido un lugar en el que poder proponer formatos, géneros y estilos distintos a los que hacemos de normal, y valoro mucho el hecho de que se esté poniendo en estima nuestro patrimonio literario del pasado como son los poemas o textos para convertirse en material escénico, ya que disponemos de grandes joyas”, concluye el director.