La instalación que habita hasta el 21 de marzo El Horno de Ciudadela es una invitación a adentrarse en un espacio de reflexión artística sobre la situación actual provocada por la pandemia mundial de la covid-19 y, con ella, de otros momentos crudos y duros de la historia reciente como la situación social que dejó la Guerra Civil española del 36.

'Miedos, relinchos, mascarillas y pan negro' es la propuesta del artista bilbaíno Endika Basaguren para estos tiempos. "Una herramienta de autoterapia artística y una forma de enfrentarme yo personalmente al miedo, de canalizarlo, y de abordar la manera en que la sociedad lo hace", explica. Basaguren tiene muy claro que "para enfrentarte al miedo tienes que adaptarte a él, tienes que conocerlo, y ahora mismo tenemos muy poca información sobre todo lo que está ocurriendo", dice en referencia a la pandemia.

La necesidad de comprender el mundo actual es la que mueve a este creador, y ha sido el motor de las diversas piezas que componen esta instalación única, en una atmósfera envolvente para el espectador tanto en lo visual como en lo auditivo, ya que el sonido es coprotagonista de la muestra.

Hambre, escasez y miedos

El punto de partida de la idea que presenta esta muestra se ubica en la situación vivida en España en tiempos de posguerra, tras la Guerra Civil. El autor recuerda cómo en esa etapa de la historia la generación de sus abuelos pasó "hambre, escasez y miedos, y muchos ciudadanos se vieron obligados a cambiar monedas o joyas de oro por un chusco de pan negro".

Situaciones límite que obligaron a otros a acudir a los cuarteles a pedir las sobras o a muchas mujeres a prostituirse por un poco de comida. La forma en la que estos hombres y mujeres tuvieron de enfrentarse a sus miedos, esas escenas llegadas desde su infancia que hasta hace tan solo unos meses le resultaban "heroicas e incomprensibles" se le hacen a Basaguren con la situación actual "más cercanas" y le recuerdan "que hay una luz al final del túnel". Y este precisamente es el sentimiento que quiere transmitir con la instalación 'Miedos, relinchos, mascarillas y pan negro'.

Fotografía, pintura, escultura, performance audiovisual

El proyecto está compuesto por pintura, fotografías (una serie denominada 'Diario de una cuarentena'), piezas escultóricas, así como diferentes video-performances presentadas en formato instalación, y en su conjunto crean un dialogo entre los diferentes fragmentos que contribuye a una lectura global de la obra. Muchas de estas piezas fueron creadas en pleno confinamiento, lo que sirvió al autor como "terapia".

A través de esta propuesta, Endika Basaguren no solo aborda el miedo social, también la manipulación a través del "juego político que hemos vivido en este tiempo, el mismo que se vivió durante la guerra". Muy importante es en esta exposición la figura del caballo, "de la que parte realmente este proyecto", reconoce el autor, "una figura que ha sido representada por diversos artistas a lo largo de la historia como vencimiento al miedo, al fascismo, por ejemplo por parte de Picasso", apunta el artista bilbaíno, que deja hueco en esta muestra a la esperanza, porque, dice, "al final toda situación complicada termina y el mundo vuelve a funcionar, no sé si tal y como lo conocíamos, quizá de otra manera, pero seguramente de una manera más feliz que la actual".

El autor

Endika Basaguren es Licenciado en Bellas Artes por la U.P.V/E.H.U, con Suficiencia Investigadora y Programa de Doctorado por la Universidad Complutense de Madrid. Con su obra ha llegado a exponer en galerías de varios países como el Tate Modern Gallery de Londres, el Living Gallery Outpost de Nueva York, o la galería arte extremo Ana Lama en Lisboa. Y en el territorio nacional ha estado en reconocidas salas como Rekalde y Geroarte Efimerart Gallery en Bilbao, el espacio experimental Art Room y la Galería Fomentarte /Zapadores ciudad del arte en Madrid, el Palacio de la Lila de Oviedo o la galería La Doce de A Coruña.

En el ámbito colectivo y de la colaboración, Basaguren ha participado en varios festivales de alcance internacional, como el Contemporary Venice de Venecia, el Itinerant de Nueva York, Latitudes, de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, o el Hybrid Fair madrileño. También ha realizado exposiciones de carácter colectivo tanto en el ámbito nacional como en el internacional, estando presente, por ejemplo en lugares como el Oratorio di Spinea de Venecia, La Oxford House londinense, el Museo de las Américas de Miami, y en el ámbito más cercano en la Ondare Aretoa de Bilbao o en la galería A del arte de Zaragoza.