La obra del pintor Rafael Ruiz Balerdi se puede disfrutar hasta el próximo 16 de mayo en el Museo Gustavo de Maeztu de Estella-Lizarra. La exposición consta de 15 obras de un artista que, para la directora de la pinacoteca, Camino Paredes, “es uno de los más grandes del pasado siglo”. Un creador que siempre trabajó tanto en las formas como en la investigación del color. Una curiosidad artística que hizo que cultivara varios estilos aunque “el informalismo del gesto y un color brutal” sea para Paredes lo que más caracteriza al autor. “Siempre busco a la hora de preparar las exposiciones temas de los autores que tengan algún vínculo con Gustavo de Maeztu. Si Gustavo inició en 1911 la Asociación de Artistas Vascos, Balerdi fue uno de los fundadores del grupo artístico Gaur (1966), que nació buscando hacerse visibles en el contexto del arte internacional”. Un grupo, este último, del que formaron parte creadores como Oteiza, Chillida, Basterretxea o Zumeta, entre otros.

Con todo, la manera de pintar de Ruiz Balerdi tiene mucho que ver con los trazos rápidos. Una característica que él mismo afirmaba se debía a la independencia y la libertad de la mano siguiendo la teoría de los informalistas que aseguraban “la mano es la que piensa” y que el asumió y adaptó afirmando “¡si yo supiera lo que sabe mi mano...!”

Asimismo, la curiosidad permanente de Balerdi le llevó por diversos estilos. Para Paredes, “priorizaba el acto de pintar sobre el objeto resultante de aquel, abjurando de su perfección o belleza, que era un rasgo característico del ideario del arte conceptual”. Una característica que hacía viable su obra en variadas superficies, además de utilizar materiales diferentes, tanto en los soportes que se alternaban entre los lienzos y el simple papel de embalaje, como con materiales pictóricos también diferentes que iban desde el óleo, pasando por toda clase de utensilios como tizas, ceras, tinta china o trazos de lápiz o bolígrafo.

Rafael Ruiz Balerdi (San Sebastián, 1934-Altea, Alicante, 1992) empezó a recibir clases de pintura a comienzos de los 50, mientras las compaginaba con su trabajo en una imprenta. En estos años, se presentó a sus primeros certámenes de arte, en los que comenzó a tener repercusión, y entabló amistad con el escultor Eduardo Chillida y el mecenas navarro Juan Huarte, entre otros.

En 1955, se mudó a Madrid para estudiar en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando y posteriormente en el Círculo de Bellas Artes. A finales de esa década, dio el salto al ámbito internacional con su participación en la Bienal de Venecia y en otras exposiciones en París y Estados Unidos. A partir de entonces, no dejó de exhibir su obra tanto en el extranjero como en España, especialmente en su tierra natal.

Vivió un año en París, donde su arte evolucionó de la figuración, que ocupaba la mayor parte de su producción inicial, a la abstracción, que comenzó a ser protagonista, pero con un elemento de serenidad constructiva fundamentada en el orden.

En la década de los sesenta, empezó a definir su estilo abstracto: un informalismo del gesto, con influencias de Pollock. Y cofundó el grupo Gaur. Sus viajes por todo el mundo también lo ayudaron a acuñar la originalidad, frescura, multiplicidad y belleza característica de sus obras.

En 1972 fue uno de los artistas que participó en los históricos Encuentros de Pamplona. Años después creó sus famosos bocetos para vidrieras con pastel sobre papel de embalar, que serían el origen de su obra inmediata, realizada a partir de entonces con esa técnica. Por esos años, inició también su activismo didáctico y cívico en escuelas y centros culturales de diferentes localidades de Guipúzcoa. En 1986 decidió pasar los inviernos alejado de San Sebastián, en diferentes lugares. Finalmente, estableció en Altea su residencia donde vivir los meses más fríos de 1990, 1991 y 1992. Allí murió ese año a causa de un accidente doméstico en el que resultó quemado.

Las obras presentadas en Estella-Lizarra han sido cedidas por la galería Altxerri de Donostia y son un compendio de la etapa final del pintor en San Sebastián antes de que se instalara en la provincia de Alicante.

La visita será gratuita y se podrá realizar de martes a sábado de 9.30 a 13.30 horas y los domingos o festivos, de 11.00 a 14.00 horas.