La Orquesta Sinfónica de Navarra/Nafarroako Orkestra Sinfonikoa y Sinfonía Navarra encabezarán el próximo lunes 4 de julio en Baluarte a las 20.00 horas un espectacular despliegue de más de 100 músicos, gigantes y bailarines que rendirán homenaje a la popular música del maestro Turrillas como gran preludio de los San Fermines 2022.

Bajo la dirección musical del maestro Javier Echarri, la Orquesta Sinfónica de Navarra/Nafarroako Orkestra Sinfonikoa y Sinfonía Navarra unirán sus fuerzas a la Coral Olitense, Coro de Cámara Aizaga de Pamplona, la Comparsa de Gigantes Asier Marco de Tafalla, los dantzaris de Tafallako Dantza Taldea, los bailarines Francisco Javier Rodanes y Ana Lasheras y el musicólogo y narrador Luis María San Martín para rendir homenaje al compositor de música para banda Manuel Turrillas (1905-1997) con el espectáculo-concierto Turrillas Sinfónico: más de 100 músicos, coralistas y bailarines que ofrecerán sobre las tablas de la Sala Principal las piezas más conocidas y festivas del querido músico de Barásoain en un grandioso formato multidisciplinar para toda la familia. Las entradas, ya a la venta, tienen un precio único de 20 euros.

Bajo los lemas "la banda sonora de nuestra tierra" o "la música de Sanfermines como nunca la habías escuchado", Turrillas Sinfónico propone nuevas versiones de concierto para gran orquesta, coros, gigantes y bailarines de 22 de las piezas más populares del maestro Turrillas arregladas por los compositores navarros Jesús Garísoain, Eneko Azparren y Mikel Abete con el objetivo de ensalzar las virtudes compositivas y melódicas de su autor y transmitir el sentimiento identitario de su obra sin menoscabo de su esencia festiva y popular, tan arraigada a las tradiciones navarras. Además, el proyecto cuenta con la supervisión musicológica y la narración en vivo de Luis María San Martín, profesor del Conservatorio Superior de Música de Pamplona y especialista en la obra de Turrillas.

Turrillas Sinfónico surge por iniciativa del clarinetista Álvaro Iborra y del trompetista Kinito Huerta, fundadores de Sinfonía Navarra, agrupación nacida en 2020 con la vocación de difundir el patrimonio musical navarro dentro y fuera de las mugas forales. Contando con la dirección artística del maestro Javier Echarri y la aportación vocal de Coral Olitense, la agrupación está compuesta por una orquesta de 23 músicos profesionales integrantes o habituales colaboradores de orquestas y bandas españolas, como la Orquesta Sinfónica de Navarra, Banda la Pamplonesa, Orquesta Sinfónica de Euskadi, Orquesta Sinfónica de Bilbao, entre otras, así como de orquestas europeas. Sinfonía Navarra también cuenta entre sus filas con profesores/as del Conservatorio Superior de Música de Navarra, Conservatorio Profesional de Pamplona y de un gran número de escuelas de música de Navarra.

Biografía de Manuel Turrillas

Manuel Turrillas Ezcurra, más conocido como el “Maestro Turrillas”, fue uno de los compositores más conocidos de música popular y música para banda del siglo XX en Navarra. Nacido en la localidad de Barasoain el 1 de enero de 1905, en 1927 se trasladó junto con su familia a vivir a Pamplona. Allí desarrolló distintos trabajos, principalmente con la Sociedad de Labradores –posterior Cooperativa San Isidro– primero temporalmente, desde 1938 como empleado fijo y finalmente como secretario hasta 1964, año en el que cerró dicha cooperativa y comenzó a trabajar para Casa Teré hasta su jubilación en 1975. Falleció en Pamplona el 20 de octubre de 1997.

En el ámbito de la música, Manuel Turrillas realizó sus primeros arreglos con 11 años y sus primeras composiciones con 14 años, aunque no se han conservado. En 1928 ingresó como educando en la banda de música La Pamplonesa, tras lo cual estudió armonía y composición en la Escuela Municipal de Música de Pamplona con los profesores Eleuterio y José María Munárriz. En 1943 obtuvo la plaza de clarinetista 1º en La Pamplonesa, banda a la que continuó vinculado hasta su jubilación de la misma en 1978. Sus composiciones de pasacalles para peñas y de himnos para asociaciones y melodías de corte regional comenzaron en 1932 y se intensificaron a partir de la década de 1950. Desde 1940 y durante varias décadas, además, actuó como acordeonista, saxofonista e incluso violinista en salas de fiesta y pueblos.

La dedicación de Manuel Turrillas a la composición de este tipo de música le procuró un éxito notable entre la población navarra, que derivó en los numerosos homenajes y reconocimientos recibidos en los últimos años de su vida. Barasoain, su localidad natal, le nombró Hijo Predilecto en 1983 y en 1998 erigió un monumento en su memoria en la plaza que lleva su nombre. La banda de música La Pamplonesa le nombró Socio de Honor en 1994. En 1992 recibió el “Gallico de Oro” de la Sociedad Napardi y en 1997 el Ayuntamiento de Pamplona le concedió la Medalla de Oro de la ciudad, poco antes de su fallecimiento, y con posterioridad le dedicó una plaza en el barrio de Azpilagaña.