Una pared lateral junto a la antigua estación de autobuses de Pamplona ha amanecido con una nueva intervención del artista urbano LKN, conocido por sus obras cargadas de crítica social y referencias pop. En esta ocasión, su pieza muestra a Amaia Montero y Leire Martínez, las dos voces que han marcado la historia de La Oreja de Van Gogh, fundidas en un beso.
El mural llega en un momento delicado para ambas cantantes: tras meses de rumores, La Oreja de Van Gogh confirmó la salida de Leire Martínez y el regreso de Amaia Montero, quien fue la vocalista original del grupo.
La historia se remonta a 2007, cuando Amaia Montero decidió abandonar La Oreja de Van Gogh para iniciar su carrera en solitario. Su salida fue abrupta, y el grupo optó por continuar con una nueva vocalista: Leire Martínez, quien provenía del programa Factor X.
Aunque ambas artistas evitaron declaraciones públicas directas durante años, los rumores de tensiones y malentendidos nunca desaparecieron. En 2016, un tuit de Amaia criticando que Leire firmara discos de la etapa anterior del grupo reavivó la conversación. “Cada una tiene su lugar y su historia”, escribió entonces, en un mensaje que muchos interpretaron como un dardo.
Durante su etapa al frente del grupo, Leire logró mantener el éxito comercial con álbumes como A las cinco en el Astoria o Cometas por el cielo, pero siempre bajo la sombra del legado de Amaia. En entrevistas recientes, Leire ha reconocido que “no ha sido fácil” convivir con esa comparación constante.
El regreso de Amaia y el silencio de Leire
En 2024, La Oreja de Van Gogh anunció la salida de Leire Martínez con un comunicado breve y sin explicaciones. Pocas semanas después, Amaia Montero, que llevaba tiempo apartada de los escenarios por problemas de salud, publicó en redes sociales una imagen con la palabra “Dracarys”, en referencia a Juego de Tronos, desatando las especulaciones sobre su regreso al grupo.
Las pistas se multiplicaron hasta que varios medios confirmaron la noticia: Amaia volvía a La Oreja de Van Gogh, mientras que el guitarrista Pablo Benegas dejaba la formación. La decisión generó división entre los seguidores del grupo, que se debatían entre la nostalgia y la empatía hacia Leire.
Por su parte, Leire rompió su silencio en mayo de 2025, asegurando que no había rencor, pero dejando entrever cierta decepción: “No tengo problemas con nadie, pero tampoco soy tonta. Me enteré por los medios, igual que todos”.
El gesto íntimo y la elección del lugar —una zona de tránsito urbano en la calle Tudela, antigua estación de autobuses— que ha elegido LKN para mostrar a Leire y Amaia juntas intenta ser una metáfora visual del conflicto: dos mujeres que representan etapas distintas de un mismo proyecto artístico, enlazadas en una imagen de unión 'imposible'.
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