Se acercan las Navidades y, en consecuencia, comienzan las prisas por tachar artículos de la lista de la compra para los menús. Los días señalados se acumulan y la presión por comprarlo y organizarlo todo crece, al mismo tiempo que lo hacen las filas y el ajetreo en los mercados. Por eso, este año, muchas personas han decidido adelantarse y acudir al Mercado del Ensanche con antelación para evitar las colas que, el año pasado, llegaron a superar las dos horas en algunos establecimientos.
Javier Marín, de Pescados Sofía, explica que “este año, la gente está congelando mucho”, no tanto para ahorrar, sino para evitar llegar a última hora y “tener a más de 100 personas por delante”. Para David Melero, de Jamones Romero, “los clientes están acudiendo unos quince días antes que otros años, principalmente para asegurarse de que no se quedan sin producto”. En esta línea, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha señalado que los precios de los productos típicos de alimentación de las Navidades han subido un 3,9% en lo que va de diciembre, a diferencia del año pasado, cuando la subida fue del 6,1%.
Entrantes y primeros platos
Para los entrantes, los platos encargados de recibir a los comensales en las cenas navideñas, la mayoría de gente se decanta por los fritos, “un acierto seguro”, según Yolanda Medina, de Huevos y Precocinados Yolanda. Tal y como cuenta, “se trata de un picoteo saciante, cómodo y asequible ya que la bandeja de kilo cuesta unos 14,95 €”. Los pimientos rellenos –también muy navarros– y la ensaladilla rusa “se venden mucho porque vienen ya preparados y resultan un alivio para quienes se encargan de cocinar”, explica Yolanda, quien añade que, además, la mayoría de productos “han mantenido precios similares a los del año pasado”.
Del mismo modo, las tablas de embutidos protagonizan el comienzo de los festines de estas fechas y, para impresionar a las familias, “mucha gente se pega el antojo y se decanta por el ibérico de bellota, que tiene un precio de 129 €/kg”, reconoce David, de Jamones Romero. En este caso, “los artículos han aumentado su precio, pero a proporción con la subida de los productos frescos, solo que de forma más tardía, que es lo que ocurre con los curados”, precisa David.
Mientras el jamón y el resto de productos gourmet se han mantenido bastante tradicionales, el queso se ha modernizado. Según relata Ana Chamarro, la mayor demanda de la Quesería de Guillermo son “los quesos cremosos que traen alguna novedad”. “Los quesos manchegos de oveja o los gorgonzola con ingredientes como miel, trufa, vermut, orégano o pimienta son un éxito porque visten mucho las tablas de embutidos y son diferentes a lo de siempre”, describe. Estos productos tienen un precio aproximado de 35 €.
En lo que se refiere a la verdura, la pieza de cardo –protagonista de las mesas navideñas en esta tierra– se vende a 5,9€ y tiene un peso aproximado de cuatro kilos. Las alcachofas, mientras tanto, han sufrido el aumento más abrupto, pasando de 6,8 €/docena a 9,8 €/docena. La escarola mantiene su precio (2,9 €), al igual que la lechuga (1 €).
Carne o pescado y postre
Desde hace unos tres o cuatro años, para Fermín Ilarregui, de Pescados y Mariscos Presen, “el rey de las fiestas es el calamar”, mientras que el besugo se ha dejado de consumir. Este año, el precio de la lubina varía entre los 14 y los 28 €/kg y el del rodaballo, entre 26 y 36 €/kg.
En lo que se refiere al marisco, las opciones más lujosas, como el bogavante (de 60 a 70 €/kg) han perdido popularidad. En el caso de las gambas, explica Fermín, “aunque el tamaño aumente muy poco, el precio sube mucho”. Finalmente, las angulas se han convertido en una alternativa casi descartada para la mayoría de hogares ya que el precio del kilo ronda los 1.100 y los 1.200 euros.
La carne es uno de los productos que más ha aumentado su coste, sobre todo en el caso de la ternera, revela Pilar Z., de Carnicería Juan Carlos. “No es agradable subir los precios porque para las familias supone un esfuerzo muy grande. En compras considerables, hay una diferencia de unos 30 o 40 euros”, lamenta. Así, los precios para estos productos son, este año, de 62,9 €/kg para el solomillo; 33,9 €/kg para el cordero; 33,99 €/kg para las chuletas; y 134 € para el gorrín entero.
Finalmente, para culminar las copiosas cenas navideñas, la piña presenta un precio de 2,9 €/kg. Mientras, Belén Sánchez, de Dulces 52, explica que el precio de los dulces con chocolate ha subido hasta los 20,9 euros que cuesta el kilo de polvorones bañados. Finalmente, el mantecado de antequera, “el postre más tradicional y favorito”, cuesta 15,7 €/kg.
El auge de las flores y las decoraciones
Las elaboradas tradiciones culinarias de Navidad parecen estar perdiendo su relevo generacional. Sin embargo, decorar los hogares se está convirtiendo en una costumbre cada vez más arraigada. Ana Morrás, de Floristería Torrens, considera que “a los jóvenes les gustan mucho los adornos navideños, quizás por la influencia de lo que ven en redes sociales”. La venta de flores de Pascua es “desorbitada” durante estos días, según Ana, con precios que oscilan desde los 5,5 hasta los 37 €. Las coronas, los ramos y los centros de mesa también inundan, cada año con más fuerza, los hogares en estas fechas.