En una oscura noche de agosto, Juana Josefa Goñi Sagardía, una mujer embarazada de siete meses, desapareció de la faz de la tierra con sus seis hijos menores de edad. En un principio nadie en Gaztelu, el pueblo navarro donde vivía la familia, escuchó nada, nadie sabía nada. Pero los secretos y los fantasmas empezaron a instalarse dentro de las casas. Al amanecer del día siguiente, el pueblo despertó sumido en un silencio que se demoró más tiempo del que nadie hubiera imaginado. 

El padre de la familia, Pedro Sagardia, un humilde carbonero que servía como requeté en el frente de Navafrías, tardó un año en conseguir el permiso militar para iniciar una investigación.  ¿Qué sucedió en aquel remoto valle navarro? ¿Qué había sido de la familia? Es lo que plantea Los años del silencio, la nueva novela del escritor gasteiztarra Álvaro Arbina, que se ha basado en este crimen real para dar forma a un thriller que saldrá a la venta el miércoles 1 de febrero de la mano de Harper Collins.

Paco Etxeberria, uno de los investigadores del caso, ante la sima de Legarrea. Cedida

Arbina se apoya en los asesinatos de la madre y los seis hijos de la familia Sagardia Goñi, cuyos restos fueron hallados, de la mano de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en una sima en Legarrea 81 años después de lo acontecido. El autor se ha apoyado en varias lecturas para abordar esta historia que, en su caso, refleja en tono de novela. Uno de los libros que ha empleado como documentación es que el que publicó Jose Mari Esparza, La Sima, ¿qué fue de la familia Sagardia Esparza recoge en su libro que la desaparición de su mujer y seis de sus siete hijos, el 30 de agosto de 1936, estuvo precedida de una asamblea que celebraron los vecinos y en la que acordaron expulsar a la familia del pueblo tras acusarles de haber cometido pequeños robos en las huertas del pueblo. Pero cuando un año después y sin noticias de su familia Pedro Sagardia volvió a Gaztelu, nadie decía saber nada de eso. Tampoco los vecinos le contaron lo sucedido. Como recoge también Esparza, en la denuncia que Sagardia puso por la desaparición, se recogen las desavenencias que se producían entre la familia y el resto de los vecinos. También ha utilizado otras lecturas como Muertes oscuras. Contrabandistas, redes de evasión y asesinatos políticos en el País del Bidasoa 1936, de Fernando Mikelarena.  

Portada de la novela. Cedida