Con su excelente primer álbum todavía reciente, Alejo no se ha querido dormir en los laureles y ya está terminando el que será su segundo trabajo. 

Acaba de terminar el ciclo de su primer disco en solitario. ¿Cómo se has adaptado a funcionar solo en vez de con banda? 

–Tengo la sensación de que ha pasado mucho tiempo desde que estoy como solista, igual por todas las cosas que he vivido, de toma de decisiones y demás. Sentía que había una parte negativa, la de llevar el peso de la responsabilidad, que me da cierto vértigo porque soy muy inseguro, pero me he sabido adaptar. Pensaba que me iba a costar mucho más, estoy muy contento. A nivel artístico, me relaja bastante poder decidir sobre mi obra y moldear las canciones según el momento personal que esté viviendo. Ha sido un cambio que me ha hecho crecer.

¿Cómo está el panorama para un artista joven como usted, que quiere pelear por sacar adelante su proyecto?

–El mundo de la música es una vaca muy flaca, eso es evidente, y más en el estilo al que yo me dedico. Esta mañana estaba con Alejo Stível en el estudio –cantante de Tequila y productor de éxito– y explicaba la enorme diferencia que existe entre lo que puede cobrar Bizarrap por un concierto y lo que puede cobrar él. El panorama es el que es. Hay una escena fiel, pero que tampoco es super grande y no hay espacio para mucha gente. Yo he ido consiguiendo más cosas de las que en un principio esperaba, como salir a tocar bastante lejos de Navarra, entrar en festivales, telonear a gente importante… La escena es difícil, eso no es nuevo para mí, pero con ilusión se puede ir entrando en ella. El último concierto de la gira anterior lo hicimos abriendo para M Clan y nos vio un montón de gente. Esas cosas ayudan mucho. 

Dice que con ilusión se puede salir adelante, y yo añadiría que también con trabajo; el último concierto de la gira fue en Madrid, en noviembre del año pasado, y en enero ya estaba sacando música nueva. No ha parado.

–Yo creo que la suerte hay que buscarla, trabajarla. Hay que estar peleando constantemente. Podría haber seguido girando con mi primer disco, La fiesta era para otros, que me costó mucho esfuerzo sacarlo adelante. Pero quiero dar más canciones a la gente que me empieza a seguir. A principios del verano del 22 empecé a componer y me hice con bastante material para el nuevo disco. Al poco de terminar la gira, empezamos a sacar canciones porque no había dejado de componer y de crear, que creo que también es mi trabajo. Lo que tienes que hacer es dar conciertos, y cuando no estás actuando, componer canciones. He tenido la suerte de que, gracias a este disco, me han pasado un montón de cosas nuevas que han sido super estimulantes y me han ayudado a crear. Da miedo enfrentarse al folio en blanco, pero tengo que seguir creciendo, no puedo acomodarme y pensar que, como ya tengo un disco, voy a girar con él un par de años. Hay gente que lo hace, pero a mí no me apetece funcionar así.

En una de las nuevas canciones dice que “quería escribirte, pero lo dejo para mañana”. Sin embargo, no parece que sea perezoso para componer, ¿no? Lleva un ritmo muy prolífico.

–Soy bastante más perezoso de lo que puede parecer desde fuera. Sigo un método, evidentemente, si no sería imposible escribir veinte canciones en un período corto de tiempo. No puedes quedarte esperando a que llegue la inspiración. Pero me cuesta, porque me cuesta mirarme hacia dentro. En este disco, el siguiente adelanto que va a salir, Tenemos algo que solucionar, es la canción más introspectiva que he hecho nunca, me he abierto totalmente.

¿Y en qué punto está el nuevo disco?

–Todavía no lo hemos terminado, está siendo más largo de lo que esperaba. Tenía unas veinte canciones para elegir doce. Hemos tocado con el bajista de Nena Daconte y las baterías las ha grabado el productor, Ramiro Nieto, pero he intentado tener el control de todo. Hemos hecho maquetas en el estudio, hemos ornamentado todo dede allí. Digamos que es una especie de preproducción y grabación simultánea entre Ramiro y yo. Me atraía mucho esa idea, hay gente a la que sigo que había trabajado así y las canciones lo han agradecido. Es un poco extenuante, las primeras sesiones fueron en agosto del año pasado, pero estoy muy orgulloso. Me veo totalmente representado en estas canciones. 

"Da miedo enfrentarse al folio en blanco, pero tengo que seguir creciendo, no puedo acomodarme y pensar que, como ya tengo un disco, voy a girar con él un par de años. Hay gente que lo hace, pero a mí no me apetece funcionar así"

¿Podemos hablar de fecha de salida?

–La idea era que el disco hubiera salido por estas fechas, pero para mí lo prioritario es que las canciones me dejen satisfecho, ellas son las que mandan, así que hemos ido alargando el proceso. El disco saldrá en otoño. Este verano haremos algún festival, Sonorama, Gigante, Estaciones Sonoras y algo más que anunciaremos pronto. Cuando salga el disco empezaremos la gira de salas, quiero ir a sitios en los que nunca he estado.

¿Qué nos vamos a encontrar en los conciertos del Estaciones Sonoras y el de Contestable?

–Al Estaciones vamos con banda de cinco, formato rock’n’roll. Voy a presentar estos tres singles y lo que más me gusta de La fiesta era para otros. Es un concierto bastante enérgico, lo llevamos trabajando desde hace bastante tiempo. Justo se cumple un año desde que presentamos el primer disco en Madrid, es una fecha bonita. Entonces bajaba en la furgoneta y apenas conocía a los músicos, y ahora son ya mi banda y mi familia. Eso para mí es muy importante. Y el domingo, en Condestable, vamos en formato acústico, con mandolina, lap steel, guitarra eléctrica, guitarra acústica, melotrón… Tipo americana clásica, como podía ser un directo de Jackson Browne muy desnudo, pero también metiendo cosas más arriesgadas, tipo Wilco, Eels, ese tipo de texturas. Es un acústico muy dinámico, le hemos dado una vuelta para que tenga ese poso de raíz, pero intentando adaptarlo a la actualidad.