Continuando la tradición familiar, Soleá Morente, una inquieta creadora, nunca deja de buscar nuevos caminos artísticos. La cita será hoy en el Zentral a las 20:00.

Su último disco, Aurora y Enrique, está dedicado a sus padres.

La historia de amor de mis padres era una inspiración absoluta. Escribí este disco durante el confinamiento, cuando todos estábamos muy necesitados de cariño y de entendimiento, así que me puse a rebuscar dentro de mí y encontré la historia de mis padres, que es bastante peculiar, interesante y cinematográfica. Esa fue la inspiración para escribir esta historia.

A estas alturas, poco se puede decir de Enrique Morente. Su madre, Aurora, además de tener su propia faceta artística como bailaora y pintora, influyó mucho también en la de su padre, ¿no? No se puede entender la figura de uno sin la del otro.

Efectivamente. Hacían un equipazo tremendo, eran dos personas muy especiales, afortunadamente se encontraron e hicieron cosas increíbles. Ella era muy artista también, pero conoció a mi padre, nació Estrella y decidió retirarse un poco de la vida pública, se quedaba en casa componiendo, pintando y escribiendo, mientras mi padre se iba de gira. Mi padre fue genial en todos los sentidos de la palabra: como hombre, como padre, como artista… Lo que he visto de ellos me ha entusiasmado siempre, desde pequeña. Me han fascinado los dos desde pequeña, tanto la pareja como cada uno de ellos a nivel individual.

Usted siempre ha reivindicado la figura de su padre. Ya su primer proyecto, Los Evangelistas, era un homenaje a su obra. ¿Cómo fue aquel arranque?

Sí, ahí tuve un encuentro fundamental para mí. Fue un punto de inflexión en mi vida. Cuando falleció mi padre, Los Planetas y Lagartija Nick se juntaron para hacerle un homenaje, me invitaron a escucharlo y canté un par de canciones en aquel disco. Luego hicimos un epé, ahí empecé a sentirme atraída por esa manera de trabajar y de componer, por la música que ellos escuchaban, y también por el modo en el que habían adaptado la obra flamenca de mi padre a un sonido más psicodélico y más indie rock. La obra de mi padre estaba muy viva, por eso lo permitió. Con esa unión se me abrió un camino que decidí explorar y me ha traído hasta aquí.

“Me considero una artista experimental, una investigadora. Una apasionada de la música y de la literatura”

¿Tenía en mente comenzar con su carrera artística? Viene de familia de artistas, pero usted estudio Filología, y su padre le llegó a recomendar que se dedicase a la enseñanza, que era una vida más tranquila.

Esto es algo que yo había sentido desde pequeña. Lo de Los Evangelistas fue algo que se me puso en mi camino, afortunadamente. En mi casa, desde mis bisabuelos, todo el mundo se dedica al oficio del arte flamenco. Yo celebraba mis cumpleaños cantando el Cumpleaños feliz por tangos, por rumbas… Mi madre me enseñó a bailar, y mi padre, a cantar. Siempre lo he tenido dentro. Estuve siendo corista y palmera de mi padre y de mi hermana Estrella. Fui también asistente, secretaria personal de mi padre. Luego fui a la Universidad… Pasé muchas etapas, pero siempre sentí esa necesidad de expresarme con el flamenco. Es cierto que cuando hice aquel epé con Los Evangelistas y me vi al frente de una banda de rock tan potente, con miembros de Los Planetas y de Lagartija Nick, me vi ante una posibilidad que no contemplaba. Empecé a investigar grupos que ellos escuchaban, vi cómo componían, me empapé de bandas de indie nacional e internacional. Ya mi padre había trabajado con Sonic Youth y había hecho Omega. Entré en la escena rockera “granaína”, empecé a escuchar a Cocteau Twins, a The Cure, a Joy Division, a New Order… Ahí vi que podía hacer algo interesante, crear un mundo propio donde poder expresarme. Si me hubiese ceñido al mundo del flamenco, no hubiese avanzado, no hubiese encontrado un espacio para mí.

Algo que ha heredado de su padre y que ya se ve desde esos primeros trabajos con Los Evangelistas, es el afán de investigación y experimentación.

Sí. Cada disco refleja una etapa de mi vida, y en cada uno de ellos me gusta hacer cosas distintas a las de antes. Para eso lo hago, la experimentación es fundamental. Por eso busco sonidos distintos, cambio de productor… Primero me nace la idea en la cabeza y luego voy en busca del equipo que me ayude a darle forma. En cada disco voy navegando por diferentes mares.

Este disco, Aurora y Enrique, está compuesto íntegramente por usted.

Eso ha sido muy importante para mí. Ha cambiado la manera de hacer. Hasta ahora siempre había escrito con otras personas, o había pedido que compusieran para mí, pero el hecho de escribir una canción tú misma y luego llevarla al directo, cambia el proceso. Es algo que ha nacido de ti, sabes cómo ha surgido, por qué, en qué circunstancias… Aurora y Enrique ha abierto un camino para mí en ese sentido, ahora me gusta más componer en solitario y luego ver la reacción de la gente cuando lo escucha. Es mágico.

Actualmente está componiendo su nuevo disco, en esta ocasión junto a Guille, de La Casa Azul.

Sí, estamos en pleno proceso. Tenemos la mitad del disco. La Casa Azul no para de tocar y yo también estoy de gira, pero en medio vamos trabajando. Va a ser muy especial, estoy disfrutando mucho. Trabajar con Guille está siendo una experiencia muy potente, tiene un universo sonoro muy amplio, escuchamos mucha música. Él tiene una personalidad muy fuerte y su presencia se notará en el disco, por supuesto. A nivel de electrónica controla muchísimo, me encanta ver cómo trabaja con la máquina y con la emoción. También le descubro cosas de flamenco que no había escuchado, le explico los ritmos… Estamos en el laboratorio, se podría decir.

Con tanto cambio, ¿sería capaz de definir su estilo, o eso sería limitarse?

Creo que sería limitarme. No encontraría un género en concreto en el que quedarme mucho tiempo. Me considero una artista experimental, una investigadora. Una apasionada de la música y de la literatura. Ni siquiera me considero cantante o cantaora, sino una amante total de la cultura y del arte. Por concretar un poco más, diría que lo hago por y para seguir con el pensamiento y la filosofía de Enrique Morente.