La película Cuando acecha la maldad, del director argentino Demián Rugna, obtuvo el Premio al Mejor Largometraje del Festival de Cine Fantástico de Sitges y se ha convertido en el primer film latinoamericano que se lleva el principal galardón del certamen.

El largometraje, considerado por parte de los especialistas presentes en el festival como el “más salvaje” de la presente edición, transcurre en un remoto pueblo rural argentino, en el que dos hermanos descubren a un monstruoso hombre infectado por fuerzas malignas, que está a punto de dar a luz a un demonio.

El jurado de la Sección Oficial también reconoció con premios especiales o menciones las películas Stopmotion, Vermin: La plaga, Riddley of fire y Moscas, y galardonó la dirección de Baloji en Omen y las actuaciones de Kate Lyn Sheil, en The Seeding; Zafreen Zairizal, en Tiger Stripes, y Karim Leklou, por Vicent debe morir.

El director del festival, Ángel Sala destacó los premios que han recibido dos películas españolas: el film de animación de Pablo Berger Robot dreams, que obtuvo el Gran Premio del Público, y Os reviento, ganadora del Premio del Público Midnight X-treme.

La triunfadora de la Sección Oficial, Cuando acecha la maldad, que también se llevó el Premio Blood Window a la mejor película latinoamericana, fue elegida por el jurado de la Sección Oficial porque “es la mejor”, según dijo el miembro del jurado Kim Newman.

“A todos los miembros del jurado nos gusta el cine de terror y creemos que a veces no tiene el crédito que se le debería dar, por eso hemos decidido premiar la mejor película de terror que hemos visto”, añadió.

Cuando acecha la maldad “no sólo cuenta una historia –agregó David C. Fein–, también explora las relaciones familiares y crea todo un mundo”.

El director del festival se mostró muy satisfecho de “la variedad de propuestas cinematográficas” que se han podido ver en Sitges durante diez días y “de la estupenda recepción del público”.

A este respecto, la directora general del certamen, Mónica García Massagué, anunció que las cifras de recaudación han aumentado este año un 13,5% y el número de entradas vendidas ha sido de 83.000, que sumadas a las de los profesionales acreditados y las personas que han asistido a charlas y otros eventos, supone un total de entre 170.000 y 175.000 asistentes.

“Estas cifras demuestran que Sitges sigue creciendo y atrayendo a un público joven, muy cinéfilo, que no quiere perderse nada”, afirmó.

Sala agregó que, si la cifra de publico sigue creciendo, el festival pronto alcanzarán su techo, ya que el número de salas de cine y butacas de Sitges marca el límite.

“Necesitamos más salas –reconoció– y éste es un tema que hace tiempo que está sobre la mesa. Está claro es que el festival se queda en Sitges, lo que hay que ver es cómo mejoramos las infraestructuras”.

Por su parte, Demián Rugna manifestó que el galardón es “un logro para el cine argentino”, no sólo para su película, porque es la primera vez que un largometraje latinoamericano gana este certamen.

El realizador se mostró “muy orgulloso” de haber sido premiado en “este festival, que es la meca del género fantástico”.

“Pienso mucho en mis colegas de Argentina, que están pasando un momento complicado, y espero que este premio ayude a que se defienda la cultura”, añadió.

“En estos momentos el Instituto de Cine está en peligro de desaparecer si gana uno de los candidatos que se presentan a las elecciones y en el último año casi no se ha producido a través del Instituto, así que el año que viene se va a notar la merma”, apuntó.

Un hecho lamentable, según el director, porque “hay talento” y “en estos últimos tiempos se estaba filmando mucho en Argentina, pero ahora hay muchos problemas económicos”.

Sobre el film premiado comentó que “obviamente es una película muy fuerte, pero creo que es honesta porque no busca conformar a todo el mundo y no esquiva los problemas que me pueda causar que sea así de gráfica y aparezcan niños y animales”.