Críticas de libros: La última colonia, La línea de la sombra...

En Calle Este-Oeste, Philippe Sands mostró de un modo brillante el alcance del largo brazo del fascismo y el colonialismo feroz a lo largo de la Historia y, en especial, en algunos de los momentos más complicados para la Humanidad; en Ruta de escape, el abogado y docente londinense creó un relato basado en un caso real; y ahora, la misma editorial que nos ha hecho llegar estas joyas, Anagrama, presenta La última colonia, denuncia, en realidad, del pasado colonial británico.

Tal y como reconoce el autor en su inicial Nota al lector, el nuevo libro del sello barcelonés que enriquece su colección Panorama de narrativas es también “una historia real, relatada por primera vez en una serie de conferencias que impartí en la Academia Internacional de Derecho de La Haya durante el verano de 2022”. La historia, “poco conocida, pero merecedora de llegar a un público más amplio, está integrada, de hecho, por varios relatos entrelazados (...)”.

Calle Este-Oeste es el relato de las dificultades de unos abogados por dar a conocer la necesidad de considerar determinadas actitudes y actividades como crímenes contra la humanidad, entre otras peripecias que, en su momento, mostraban el verdadero alcance de una Guerra Mundial y el genocidio correspondiente: “Hacía tiempo que me hallaba fascinado por el juicio y los mitos de Núremberg, el momento en que se decía que nació nuestro moderno sistema de justicia internacional”.

Por su parte, La última colonia es un ensayo histórico sobre el colonialismo antiguo y sus terribles consecuencias: “Liseby Elisé vivió feliz en Peros Banhos hasta los veinte años. Pero entonces, sin previo aviso, un día de primavera las autoridades británicas la detuvieron y le ordenaron subirse a un barco que la trnasportaría a mil millas de distancia, permitiéndole llevar consigo solo una maleta. ‘La isla se cierra’, le dijeron. Nadie le explicó por qué. Nadie le habló de la nueva base militar que los británicos habían permitir a los estadounidenses en otra isla, Diego García”.

Terrible: “Madame Elisé y toda su comunidad, integrada por unas mil quinienta personas, casi todas negras y muchas de ellas descendientes de trabajadores de plantaciones esclavizados, se vieron expulsadas de sus hogares y deportadas”. La última colonia es, por lo tanto, una cita obligatoria con el conocimiento de causa: “He tratado de plasmar -reconoce Sands en la citada Nota al lector de la obra- lo que Madame Elysé compartió conmigo, durante las muchas horas que pasamos juntos revisando el texto y los acontecimientos, de manera acorde con sus recuerdos”.

La última colonia es, igualmente, el recuerdo de la lucha (titánica lucha) de muchos hombres y mujeres por descerrajar la cárcel en la que colonialistas sin escrúpulos han mantenido a una enorme cantidad de seres humanos. “Cabe vincular los orígenes del capítulo XI de la Carta de la ONU y su compromiso con la descolonización a diversos momentos revolucionarios anteriores, en América, Francia y otros lugares, así como una serie de escritos filosóficos y políticos sobre la relación entre una persona y el conjunto de la comunidad de la que forma parte”.

Es, pues, La última colonia, una historia dura y conmovedora, un relato que, además, tiene mucho de narración e incluso puede leerse como una novela. Como una novela que se adentra en los aspectos más negativos de épocas pasadas: “Lunes, 18 de julio de 1966, tres en punto de la tarde. Catorce jefes de la Corte Internacional de Justicia entraban en la Gran Sala para dictar sentencia en dos importantes demandas, presentadas por Liberia y Etiopía contra Sudáfrica. A miles de kilómetros de distancia, en Peros Banhos, Liseby Bertrand se disponía a celebrar su decimotercer cumpleaños, felizmente ajena a la batalla colonial que se libraba en La Haya”.

Futbolísimos y futbolísimas

Así como el sello B de Block ha presentado recientemente la novena entrega de Amanda Black, El camino del ninja, y ha venido editando a lo largo del pasado año otras citas con la serie, como El reino perdido (novela relatada por Juan Gómez-Jurado y Bárbara Montes), Sm también ha dado vida a una de las historias más populares de la literatura infantil de 2023: Los futolísimos 23: El misterio de la casa encantada.

Roberto Santiago es el autor del texto de uno de los relatos que más se han leído en varios países gracias al interés mostrado en numerosos lugares gracias a las historias de los miembros del Soto Alto F. C., equipo edificado en torno a la igualdad y la diversión de jugadores y jugadoras de espíritu evidentemente aventurero.

El misterio en cuestión es el principal atractivo de un libro que pueden leer niños y niñas de edades tan jóvenes como los y las de los 10 años: “Me llamo Francisco García Casas, aunque todo el mundo me llama Pakete desde que fallé cinco penaltis seguidos en la Liga Intercentros. Tengo once años. Y voy a jugar al fútbol en una casa encantada. Se llama Casa Palomares y está a las afueras de nuestros pueblo”.

Se trata del arranque de El misterio de la casa encantada.

Conrad: mar, aventuras y crisis

Hace unos meses, la editorial DeBolsillo publicó varias obras del notable y original escritor Joseph Conrad, caso de la colección Cuentos escogidos, al parecer elaborados entre 1897 y 1917 y ambientados en el mar, algo habitual en el autor de El corazón de las tinieblas; bien, pues también hace nada, el sello ha dado salida a una de las obras esenciales de Conrad: La línea de sombra.

Pubicada originariamente en ese 1917, The shadow line apareció dos años después de Victoria y tres antes de La liberación, años inminentemente anteriores a su muerte, acaecida en 1924, justo hace un siglo en este año recién estrenado. Se trata de una pieza narrativa en la que puede apreciarse un estilo más perfeccionado, si bien la calidad de su contenido no es la mayoría de sus grandes libros anteriores.

La línea de sombra, en cualquier caso, es un buen motivo para sumergirse en las aguas de la obra del marino mercante que, a lo largo de su carrera literaria, cautivaría a diferentes generaciones hasta nuestros días, gracias a un convencido interés por reflejar en dicha obra la crisis moral y política de la segunda mitad del siglo XIX, lo cual permite a lector y lectora de la historia disfrutar del desarrollo de una gran labor artística y documentativa.