L. Soldevila: "Las escenas de sexo son complicadas si escribes con tu madre"
El autor firma junto a su progenitora, Beatriz Roger, las historias protagonizadas por el detective Nico Ros
El escritor Luiso Soldevila reconoce que “las escenas de sexo siempre son complicadas si escribes con tu madre”, algo que le ocurre en primera persona ya que comparte autoría con su progenitora, Beatriz Roger, con quien idea los casos que rodean al detective Nico Ros.
Soldevila y Roger, de la mano de la editorial Planeta, acaban de publicar Padrenuestro, su segunda obra tras el éxito de la primera, Marismas, que ambientan de nuevo en la Costa Brava, en Llafranc, donde se desarrollan unos crímenes macabros y donde esoterismo y misterio sobrevuelan sobre un sentimiento de rencor. Ambos escriben sus libros a cuatro manos y bromean en una entrevista con el pudor de enfrentarse a una escena de sexo que invade al hijo, mientras la madre sonríe y bromea con la situación. Luiso Soldevila asegura que cuando algún amigo le pregunta por este asunto contesta que ese pasaje en concreto a que se refiere lo ha escrito él, “aunque no sea verdad, porque alguno es de ella”.
“Hay cosas que prefiero ni imaginarme y, cuando leo la escena, es inevitable”, añade entre risas mientras Beatriz Roger apunta que “él se pone un poco rojo y no dice más”. Lo que le parece más curioso a Soldevila es que muchas veces los lectores atribuyen algún fragmento a uno o a otro “y a menudo se equivocan”.
PROCESO CREATIVO
La clave para desentrañar la madeja es el proceso creativo que han ideado con repartición de cinco capítulos para cada uno que luego agrupan, leen y retocan para avanzar con una nueva tanda. Se plantearon el método de escoger cada uno a diferentes personajes pero vieron que era “muy complicado” y que es mejor la opción que ya les dio éxito, porque les permite beneficiarse de los puntos fuertes de cada uno.
Al respecto, Luiso Soldevila admite que les va “muy bien” que Beatriz Roger sea criminóloga y, a la vez, los estudios de cine que él ha cursado en Barcelona y Nueva York aportan “algo muy visual”. “Hay simbiosis entre los dos”, subraya el hijo al que la madre aporta, entre otras cosas, su conocimiento sobre psicología desde su trabajo en la rehabilitación de personas con problemas de adicción.
Ella reivindica sin embargo que él cursó un máster en drogodependencia interesado por la labor de ella al frente del centro Despierta y eso les ha permitido desarrollar a los personajes a cuatro manos.