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Idoia SaraCoautora de ‘Nabarrikadas. Historia y folclore de Navarra’

“Joxemiel Bidador sabía traer al presente el mundo más antiguo, este libro suyo está hecho con mucho cariño”

Este domingo, por 19,95 euros más el periódico, se puede adquirir una obra recopilatoria del trabajo del divulgador e investigador pamplonés, fallecido en 2010

“Joxemiel Bidador sabía traer al presente el mundo más antiguo, este libro suyo está hecho con mucho cariño”Oskar Montero

Idoia Sara (Pamplona, 1971) fue la pareja de Joxemiel Bidador, fallecido en 2010, con 40 años. Ha colaborado con David Mariezkurrena, de la editorialPamiela, en lanzar Nabarrikadas. Historia y folclore de Navarra, que recopila textos publicados por Joxemiel entre 1999 y 2002 en DIARIO DE NOTICIAS. Un libro de 393 páginas y una forma de homenajear a un hombre entusiasta que enriqueció el contenido de nuestro periódico y que nos dejó muy prematuramente de forma repentina. En la publicación se dan cita 50 “viejas historias de Navarra” y 30 temas de folclore y creencias populares.

¿Cómo surgió este proyecto editorial recopilatorio?

–Nada más morir, me quedó muy claro es que yo tenía que compartir todo lo que él había hecho. Uno de los proyectos que enseguida me vinieron a la cabeza fue este, porque él ya había hecho una recopilación, en su ordenador.

Tenía un caudal de trabajo y una cultura desbordante.

–Los artículos que publicó en DIARIO DE NOTICIAS fueron muchísimos más que los que aparecen aquí así que su idea era publicar dos tomos pequeños.

Este libro es una forma de cumplir su voluntad.

–Para mí este libro ha sido muy importante, yo lo preparé con muchísimo cariño, es algo que yo lo quería hacer. Le propuse a Mikel Larramendi hacer el prólogo y al momento me dijo que sí. Cuando le propuse a Asisko Urmeneta hacer alguna ilustración también me dijo que sí. Todo el mundo (también participa Patxi Larrion) me decía que sí al momento. Los historiadores, dicen que tiene su valor, para mí como valor de objeto sentimental es muy importante, porque está hecho con mucho cariño.

Recopila una forma de trabajar que denota empeño por investigar y divulgar desde un periódico.

–Su afán por divulgar en la prensa empezó en Euskaldunon Egunkaria, en el suplemento Nafarkaria. Todos los viernes publicaba artículos muy parecidos a estos. Era muy consciente de los pocos lectores que tenía, en un periódico de difusión reducida, y creo que empleaba su columna para disfrutar escribiendo e investigando. Siempre estaba leyendo.

“En su afán divulgativo Joxemiel era una persona muy comprometida con el euskera y la cultura vasca, íntegro y muy conciliador”

Se intuye que una persona que tiene esa erudición está leyendo constantemente.

–Sus padres siempre lo dicen. Desde muy pequeño, en cuanto aprendió a leer. Tenía una mente prodigiosa para retener los datos, y cómo los iba hilando. Cuando empezamos a salir él estaba estudiando en Vitoria y recuerdo que muchos sábados por la mañana le acompañaba a la Fundación Sancho el Sabio a buscar documentos. Incluso fuimos a Madrid, a la Biblioteca Nacional...

Una pasión...

–Sí, los familiares le recuerdan siempre leyendo. Cualquier momento lo aprovechaba para leer.

El libro se titula ‘Nabarrikadas’...

–El título es muy de él. Tiene esa parte de ir un poco más allá y no quedarse con el dato. En los artículos eso se ve, también tenía una parte irónica... En su afán divulgativo era una persona muy comprometida con el euskera, con la cultura vasca y con la comunidad; allá donde iba era un salsero a la vez que discreto. En ese compromiso no tanto quería convencer, porque eso no iba con él, sino mostrar lo que hay. Era muy íntegro en sus convicciones y no le gustaba confrontar, pero había veces que sí que suscitaba polémica.

Pero no la buscó artificialmente para darse más nombre.

–No, no, para nada, al revés, yo creo que huía un poco de esto. Él venía de un mundo que no era euskaldun. Su motivación principal para estudiar Filología vasca fue aprender bien euskera, empezó a estudiarlo cuando era adolescente. Siempre fue muy conciliador entre el mundo erdaldun y el euskaldun. Yo le conocí en el grupo de danzas y no se limitaba a bailar, sino que se preocupaba mucho de que todos nos enteráramos de dónde era el baile y por qué. Él era de buscar y saber. y continuamente compartir. Y cuando murió se me quedó esa cosa, y por ello también el libro, tenía que compartir toda aquella información.

Lo que a él le hubiese gustado.

–Efectivamente.

Más allá de la pérdida personal, dejó un vacío en su trabajo, no hay muchos perfiles como el suyo.

–Se le comparó en su momento con Jimeno Jurío. Si no hubiera muerto, ¿qué habría hecho? Eso nunca lo vamos a saber.

En un tipo de trabajo que puede ser muy longevo en el tiempo.

–Claro, su primer artículo más académico lo hizo al amparo de Jimeno Jurío, fuimos a su casa. Me he dado cuenta de que ahora sé muchas cosas gracias a todo lo que Joxemiel me hablaba. Cada vez que encontraba algo te contaba y te contaba... a veces abrumaba un poco (sonríe).

“En este libro hay muchas curiosidades, son artículos relativamente cortos que te proporcionan abundante información”

Habrá lectores que recuerden las colaboraciones de Joxemiel, a otros el recuerdo se les habrá disipado y también lectores más jóvenes. ¿Qué van a encontrar en este libro?

–Hay muchas curiosidades, son artículos relativamente cortos que te proporcionan abundante información para luego poder seguir tirando de ese hilo si te interesa. Los contenidos están muy bien estructurados.

Un libro para ir picoteando según lo abres.

–En lecturas que te cuestan diez minutos o menos.

Ahora ha irrumpido la inteligencia artificial en un mundo globalizado. ¿Estamos perdiendo comparativamente nuestras propias historias?

–Me parece que lo interesante de estos artículos es que tienes muchos datos, pero hilados y procesados. Nuestra hija mayor está estudiando antropología y ha utilizado información que hay en el libro.

¿Le llegó a Joxemiel un feedback de los lectores del periódico según los iba publicando?

–A veces recibió correcciones o preguntas, o llamadas desde un pueblo por ampliar información, y se veía que tenía lectores...

Qué necesarios son esos perfiles.

–Sí, mucho. Sabía traer al presente ese mundo más antiguo.