La 26ª edición del Festival de Teatro de Olite concluyó este domingo 3 de agosto de 2025 con un balance “muy positivo”, según los organizadores, que ha contando con la asistencia de 8.250 personas. Se ha tratado, a juicio de la organización, de una edición marcada “por la calidad de las propuestas programadas, por la estupenda respuesta del público especialmente en los espectáculos de calle y por la implicación de los habitantes de las localidades que han acogido el certamen”.

El certamen ha contado con una gran asistencia de público a las obras teatrales.

Del 18 de julio al 3 de agosto, la localidad navarra se ha convertido en un punto de encuentro entre artistas, vecinos y vecinas y visitantes, con más de 48 actividades que han ido desde grandes producciones escénicas hasta propuestas participativas, talleres formativos, piezas intergeneracionales y encuentros con prensa especializada. El festival en esta ocasión se ha expandido además a otras localidades, como Tafalla, Beire, San Martín de Unx y Pitillas.

En La Cava se ha completado el aforo en las funciones de El bar nuestro de cada día, de Chipi La Canalla, y Las bingueras de Eurípides, de Las niñas de Cádiz. Además, se ha registrado muy buen aforo en las representaciones de Los brutos, del Centro Dramático Nacional; De Nao Albert y Marcel Borrás, conducida por los artistas del mismo nombre; Torcidxs, de Las Nenas Theatre; y Mihura, el último comediógrafo, de Nave10 Matadero.

Fuera de La Cava, han triunfado un buen número de espectáculos representados en espacios públicos. Particularmente positiva ha sido la respuesta del espectáculo comunitario La velocidad de la luz, de Marco Canale.

También han agotado entradas en los tres encuentros de periodistas con el equipo de Los brutos, con el dramaturgo Alberto Conejero y con las compañías navarras. Igualmente, se han completado las plazas en los talleres Olite, mírame a mí, con Alessandra García; Hay que salvar el fuego, con Alberto Conejero; y Liderazgo de grupos y proyectos y autogestión, con Mariana González Roberts.

Asimismo, la dirección artística del festival reafirmó la importancia de las residencias artísticas como eje central en el desarrollo de las compañías navarras. Así lo confirman las muestras de las dos residencias acogidas este año: Oscopía: creo conciencia, creo con ciencia de Estefanía de Paz Asín; y Farmacia Marcial de Natxo Lapieza y Rosa Beunza.

"La edición más social"

Las directoras artísticas del certamen, Ane Pikaza y María Goiricelaya, celebraron que “esta ha sido la edición más social y comunitaria hasta la fecha. Queríamos que Olite viviera su festival, que el público saltara a los escenarios y lo hemos logrado gracias a una ciudadanía curiosa, activa y generosa. Hemos celebrado una gran fiesta en comunidad”.

La organización del festival también destacó la “excelente” repercusión mediática conseguida, tanto por parte de la prensa local, como de los medios nacionales.