El Festival After Cage X.II. Vértice cerrará este fin de semana su programación con una "doble propuesta cultural y experimental de altura", señalan desde la organización. Por un lado, la presentación, en el Museo Oteiza de Alzuza, este viernes 24 de octubre (19.30h), del proyecto Eszku, que se representará al día siguiente, 25 de octubre a las 12.00 horas. Por otro, también el sábado tendrá lugar el estreno mundial de Augeo a las 19.30 horas en Civivox Iturrama

Estreno para 13 percusionistas y alboka 

Así, este sábado 25 de octubre a las 19:30 horas, el Civivox Iturrama acogerá Espacio Equilibrio Temporal, una propuesta escénica que combina música y danza en torno al concepto del equilibrio natural del equinoccio de otoño. El evento invita al público a sumergirse en una experiencia sensorial donde sonido y movimiento dialogan para explorar la relación entre la luz y la oscuridad, entre lo humano y lo natural.

El eje central de la velada será Augeo, una composición original de Guillermo Cobo, creada por encargo del After Cage. Escrita para 13 percusionistas y alboka, la obra aborda el equilibrio entre las pulsaciones del día y la noche, inspirándose en el fenómeno astronómico del equinoccio.

Cobo, formado en los conservatorios de Zaragoza, Leipzig y Milán, destaca por su investigación en la música formalizada, en la que utiliza matemáticas, algoritmos y geometría fractal para transformar estructuras naturales en lenguaje sonoro. Augeo se presenta como una celebración del equilibrio mediterráneo, donde la armonía surge de la convivencia entre lo orgánico y lo humano.

La interpretación correrá a cargo de Percusiones del CSMA, referente nacional en el ámbito de la percusión contemporánea, junto al reconocido albokari Antón Pinillos. La dirección musical estará a cargo de Joseba Alberdi, mientras que la dirección técnica recae en Ibon Soteras.

Guillermo Cobo. Cedida

La danza cobrará vida con LaYouth Dance Project, una iniciativa juvenil impulsada por el Servicio de Juventud del Ayuntamiento de Zaragoza y el Patronato Municipal de las Artes Escénicas y de la Imagen, bajo la coordinación artística de TECAD.

El proceso coreográfico, dirigido por Amador Castilla, propone una acción ritual que celebra el equilibrio y la belleza, en sintonía con la música de Cobo. Los jóvenes intérpretes de LaYouth exploran el movimiento como lenguaje sensorial y poético, adentrándose en la experiencia escénica desde una mirada contemporánea.

Coexistencia artística

La velada se completará con Mesógeios Thálassa, proyecto del colectivo E7.2 que amplía el diálogo entre la música y la danza y refuerza el mensaje de armonía y coexistencia artística.

Espacio Equilibrio Temporal se presenta, en definitiva, como "una celebración del arte entendido como frontera entre luz y sombra, una metáfora de la justicia natural y una invitación a contemplar la belleza del equilibrio", señalan las/os responsables del festival.

'Espacio de Ámbitos Expresivos' 

El proyecto Eszku, una colaboración del Colectivo E7.2 con el Trío Zukan y el compositor Juan José Eslava, fruto de un trabajo iniciado en 2023 con la Fundación-Museo Jorge Oteiza, tendrá dos citas. En la primera, el viernes 24 de octubre, a las 19.30 horas, el Museo Oteiza de Alzuza acogerá un encuentro abierto con el compositor Juanjo Eslava, el trío Zukan y el Colectivo E7.2 para explicar el proceso creativo.

Al día siguiente, el sábado, 25 de octubre, a las 12.00h, el mismo espacio será el escenario de la puesta en escena de Eszku, fusionando lo musical con las artes visuales y la consciencia espiritual. Esta representación marcará el inicio de una gira.

Experiencia multisensorial

La propuesta central, Eszku, es fruto de la colaboración entre el compositor Juanjo Eslava y el reconocido Trio Zukan, junto al apoyo del Museo Jorge Oteiza y E7.2. Partiendo de la idea de desbordar el formato tradicional del concierto, Eszku explora situaciones expositivas donde la música se fusiona con elementos corporales, espaciales y lumínicos, instaurando lo que denominan "un tiempo volumétrico y encuerpado".​ Con una combinación instrumental insólita —txistu, acordeón y percusión—, Zukan y Juanjo Eslava sumergen al público en una experiencia multisensorial que dialoga abiertamente con la poesía visual y escultórica de Oteiza. El espectáculo trasciende lo puramente acústico, incorporando acciones performativas, interacción con el público y un despliegue técnico que transforma el espacio en parte de la obra artística.

La propuesta incluye tanto momentos de performance en directo como instalaciones sonoras interactivas, en las que la composición y el espacio arquitectónico forman una nueva unidad. El carácter modular de Eszku permite a cada participante experimentar el encuentro sonoro de manera única, abandonando el discurso lineal y propiciando relaciones abiertas entre músicos, espectadores y el entorno.

Eszku subraya la importancia de la tecnología y la acústica del espacio, utilizando análisis de frecuencias y procesado en vivo de la reverberación natural, junto con objetos-escultura que activan fuentes de luz y sonido. La colaboración con el Museo Jorge Oteiza "añade una dimensión poética y espiritual vinculada al legado del escultor".​