Durangoko Azoka: la gran afluencia de público obliga a limitar el acceso a Landako Gunea
Los asistentes tuvieron que esperar en las entradas del recinto, convertido estos días en epicentro cultural de Euskal Herria
Desde antes de que Landako Gunea abriera sus puertas, los fieles a la cultura vasca ya aguardaban pacientemente para entrar. Más de media hora antes de que el recinto volviera a ser el epicentro de la música y literatura euskaldun, las inmediaciones del espacio recibían a los primeros asistentes. El gran flujo de visitantes hacía difícil ver qué ofrecía cada stand y los tumultos de gente eran cada vez más considerables.
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Escritores y músicos se aprestaban a dejar su sello en los libros y discos que su público había adquirido. Pero acceder a Landako Gunea se fue complicando según pasaban los minutos. En torno al mediodía, los responsables de la Durango Azoka decidieron empezar a controlar el aforo ya que el tránsito no era posible. Así, cerraron los accesos y los asistentes se colocaron en filas que avanzaban de manera fluida. Tenían que salir visitantes para que los nuevos pudieran entrar al recinto.
El acceso principal con dos filas, una por cada puerta, los laterales o los accesos desde el parking se sellaron y los trabajadores iban dando paso según salían del recinto otras personas. En una de las colas estaba el grupo formado por las amigas Lur, Maider, Kattalin, Irati e Izaro, llegadas desde Arratia. “Hemos venido más veces a la Azoka de Durango y es la primera vez que hemos tenido que hacer cola para entrar”, comentaban estas jóvenes que querían ver las novedades de Karmele Jaio, Zetak o Izaro, entre otras propuestas culturales. Además de comprobar de primera mano qué novedades habían salido al mercado, tenían marcado en rojo en su agenda la presentación de una de sus escritoras favoritas: Sara Uribe-Etxebarria, que dio pinceladas de su libro Kuntzak eta kerak.
Para Maider y Ane, de Santurtzi, esperar un poco antes de acceder a Landako Gunea no les resultó raro. “El año pasado también tuvimos que hacer cola para entrar”, contaban ambas que reconocieron que su visita a Landako Gunea tenía un objetivo principal: ir preparando la lista de regalos para Olentzero. “Nos gustaría comprar el nuevo disco de ETS y una camiseta de Neomak”, afirmaron las jóvenes asegurando que no estaban dispuestas a “hacer dos horas de cola para que Iñigo Etxezarreta” les firmara la nueva publicación del grupo. “Tampoco nos va la vida en conseguir la firma”, señalaron entre risas.
Y es que esperar se convirtió en la constante de la jornada. Tanto para entrar como para conseguir las firmas más deseadas. Y ahí se llevó la palma los creadores musicales. El nuevo disco de ETS se llama Konkista y realmente su líder, Iñigo Etxezarreta, conquistó al público que tiró de paciencia para lograr su firma.
Otro de los artistas que demostró su tirón entre jóvenes y más mayores fue Alex Sardui que, sin perder la sonrisa, fue atendiendo amablemente a sus seguidores. O Süne que con gran agilidad dejaba su huella en los discos de su público. De hecho, los organizadores de la 60 edición de la Durangoko Azoka ya esperaban que los tres músicos atrajeran a un gran público, por lo que sus puestos se situaron cerca de las entradas para organizar las filas en la calle.
Para hoy
En la jornada de hoy domingo continuarán las firmas de escritores y músicos pero también habrá espacio para otras actividades. Entre ellas destaca una charla de la mano de Ander Barrena en la que se analizará la evolución de la inteligencia artificial y cómo es su relación con el euskera.
Además, siendo el evento más importante de la cultura vasca, no podía faltar los ganadores de los premios Euskadi de Literatura, que compartirán una mesa redonda. De esta manera, Unai Elorriaga, Karmele Mitxelena e Itxaso del Castillo expondrán sus sensaciones con la dirección de la tertulia a cargo de Ander Egiluz.
Dos horas de cola para conseguir la firma de Iñigo Etxezarreta
– Si ayer hubo un artista que se metió a todos sus seguidores en el bolsillo ese fue Iñigo Etxezarreta, el líder ETS. Puntual a su cita en el stand del grupo, el alavés mostró su mejor cara, fue cercano con sus seguidores, se hizo fotos con todos los que se lo pidieron, firmo decenas y decenas de discos… ¿Y qué provocó? Colas de hasta dos horas para poder llegar hasta él. Ya a las 10.30 de la mañana, se formó la fila que poco a poco fue creciendo en la calle.
Jóvenes y mayores esperaban pacientemente en los aledaños de Landako Gunea, ya que para facilitar el tránsito del público, se decidió organizar las colas en el exterior. Entre ese ferviente público estaban Ainhize y su ama Ziurtze, que desde Gamiz-Fika se acercaron a Durango con el claro objetivo de lograr la firma de Iñigo Etxezarreta. “He estado en sus conciertos del BEC, en Derio, en Amorebieta…”, detalló la joven de 14 años que tiene en mente el próximo concierto del grupo en Madrid el 25 de abril del año que viene. “Voy a ir a verles”, aseguró Ainhize, que fue una de las afortunadas de conseguir las ansiadas entradas que volaron en apenas tres horas.
Otra de sus seguidoras fieles que esperaba a su firma era Sofía, que acudió acompañada por sus aitas Yolanda y Ángel. Desde Mañaria se acercaron a vecina Durango para conseguir que Iñigo Etxezarreta les dejara su firma. “Pero también quiero ver a Alex Sardui, de Gatibu”, afirmó la joven con el nuevo disco en sus manos.
La entrega del líder de ETS a su público fue total. Aunque la cola seguía creciendo, él se mostró encantado de recibir a todos, de dedicarles los minutos necesarios para crear una sonrisa en sus caras.