san sebastián - La Parte Vieja de San Sebastián regresó ayer a épocas pasadas, con la recreación de una manifestación incluida, con motivo del rodaje de la serie Patria, una mirada a los peores años de Euskadi, que, según su productor y guionista, Aitor Gabilondo, “ayudará a entender y a que no vuelva a suceder aquello”.

La mayor parte de los exteriores de Patria, la adaptación de la novela de Fernando Aramburu y la primera producción española de HBO, se rodarán hasta finales de junio en Gipuzkoa, donde el equipo que lidera su productor y guionista, el donostiarra Aitor Gabilondo, ha filmado ya en Soraluze y Elgoibar.

“Impresiona y emociona” filmar en la Parte Vieja, asegura en una entrevista con Efe Gabilondo, que reconoce haber visto muchas de esas manifestaciones repletas de simbología etarra desde el Mercado de la Bretxa, donde su familia regentaba un puesto.

Esta cercanía personal con el relato de cómo arrasó la violencia en las relaciones y la vida de muchas personas en el País Vasco “remueve sentimientos”, pero “las ficciones son para eso”, reconoce.

El productor está convencido de que la adaptación de la novela de Fernando Aramburu se entenderá fuera de España “porque es una historia universal, la de dos amigas separadas por una bala”.

Considera que, aunque las circunstancias más locales “se le puedan escapar a un espectador norteamericano, los elementos de los que habla la serie son totalmente emocionales, comprensibles y humanos, y eso emociona aquí y fuera de aquí”, afirma.

Gabilondo está convencido de que narrar lo que sucedió con la violencia en Euskadi “ayudará a entender y a que no vuelva a suceder”, asegura.

Patria habla de personas “a ras de suelo, cuenta la historia a ese nivel, y creo que la sociedad tiene una voluntad clarísima de seguir adelante y de superar el pasado”, sostiene Gabilondo, aunque reconoce que es difícil, porque “la reconciliación y la justicia son dos términos difíciles de equilibrar, pero queda toda la vida por delante para conseguirla”.

El guionista y productor de series como Vivir sin permiso y Allí abajo destaca que durante los rodajes de Patria en Gipuzkoa no ha tenido ningún problema. “Al contrario, todo ha sido ayuda y nos hemos integrado perfectamente en Soraluze y Elgoibar”.

Se muestra “muy satisfecho” con la marcha del proyecto, aunque arrancó con Pablo Trapero y Félix Viscarret como codirectores, pero finalmente ha quedado únicamente éste último junto con Oscar Pedraza.

“Hubo diferencias de criterio y decidimos separar nuestros caminos sin ningún tipo de problema, algo que es bastante habitual que ocurra cuando la creatividad está de por medio”, señala Gabilondo, quien remarca que la salida del realizador argentino “no alteró los planes”.

El director navarro Félix Viscarret, que ya adaptó al cine otra novela de Aramburu, El Trompetista del Utopía, considera que el principal reto en Patria es “compaginar la doble naturaleza” de ser un relato de ficción y su anclaje con “una realidad sociopolítica que toca muy de cerca”.

Es una historia que refleja “con humanidad las contradicciones personales, familiares y de toda una sociedad y refleja cómo la violencia llegó a afectar a absolutamente todo”, afirma.

manifestación La mañana de “cine” donostiarra comenzó en la calle Portu con gritos de “Gora ETA militarra” que profirieron los varios cientos de extras que avanzaron en una “manifestación” hasta la plaza de la Constitución, uno de los escenarios habituales de los incidentes violentos que se registraron en las calles de la ciudad durante décadas.

Entre los extras de esta primera producción española de HBO, que se estrenará en 2020, estaban también las actrices protagonistas de la adaptación de la novela de Fernando Aramburu: Helena Irureta, que encarna a Bittori, la mujer que vuelve desde San Sebastián al pueblo años después del asesinato de su marido a manos de ETA, y Ane Gabarain, que da vida a Miren, su antagonista radicalizada con la que rompe una relación de amistad.

Ambas reconocieron en declaraciones a los medios de comunicación que podrían haberse intercambiado los papeles y que el relato de Fernando Aramburu requiere de un trabajo “muy fino” para resaltar la faceta humana que destaca de cada personaje.