PAMPLONA. La curiosidad, un deseo particular por querer "conocer, ver y entender lo que nos rodea", un empuje "por sentir cosas a las que no estamos acostumbrados". Según ha explicado hoy el montañero navarro Patxi Goñi, esa es la seña que distingue a los alpinistas.

"Todas las personas tenemos curiosidad, pero en algunos se manifiesta de forma más importante que en otros. En nuestro caso se trata de saber dónde están nuestros límites, qué es lo que se ve más allá de la cumbre de una montaña o lo que hay fuera de nuestras fronteras", ha contado Goñi.

El alpinista, nacido en Lumbier, pronunciará esta tarde una conferencia en Pamplona sobre su ascensión al Kangchenjunga, realizada el pasado mes de mayo, un reto que supuso la segunda parte de la subida iniciada en 2007 a la misma montaña, y que tuvo que ser suspendida tras la muerte de uno de los montañeros, Íñigo de Pineda.

La culminación de la expedición este año ha supuesto pues "un homenaje" al compañero fallecido, "una satisfacción enorme" para resarcirse del "amargo sabor de boca" que les quedó entonces cuando quedaron "muchas cosas pendientes".

Este reto por doblegar la tercera montaña más alta del mundo, situada en la cordillera del Himalaya entre La India y Nepal, pudo superarse en algo más de dos meses y bajo unas condiciones "muy duras, sobre todo por el viento" imperante.

En su opinión, dejando a un lado el Everest, el Kangchenjunga "es el objetivo más importante del alpinismo mundial", una subida a la que no llegaron los nueve miembros iniciales del equipo de Goñi, y en la que alcanzaron la cumbre sin ayuda de oxígeno.

"Ese día, para lograr la guinda del pastel, te tienes que salir de los márgenes humanos", ha relatado.

A pesar de lo que supone para los alpinista alcanzar el objetivo fijado, el auténtico disfrute para Goñi es "vivir el día a día" de las expediciones, lo que incluye la marcha de aproximación a la montaña, la convivencia con los pueblos y el paisaje que rodea a la aventura, pues según ha afirmado "es el conjunto lo que me impulsa a seguir cada año".

Este alpinista navarro descubrió el Pirineo a los 14 años, y cuenta que a él la curiosidad se la despertaron las hazañas de los alpinistas navarros, como el grupo que alcanzó el primer ochomil, el Dhaulagiri, en 1979.

"Entonces seguía sus viajes a través de libros y fotografías. Aquello fue algo impactante para mí, y creo que ellos nos abrieron el camino a los demás", ha comentado.

Desde 1996, Goñi realiza expediciones a las montañas más altas del planeta, y en 2001 completó su ascensión al Everest, año en el que además recibió el premio al mejor deportista concedido por la prensa navarra por el rescate del sherpa Babu Shiri.

La conferencia de Patxi Goñi sobre su subida al Kangchenjunga, titulada Otras maneras de vivir y que tiene como objetivo acercar a los ciudadanos las historias de personas con espíritu aventurero, podrá ser presenciada esta tarde en el civivox San Jorge de Pamplona.