Cerrado desde 2009, cuando los gritos de los escolares se fueron a Sarriguren, las máquinas excavadoras han comenzado a sacar las tripas al colegio Santa María la Real Maristas, que estuvo abierto en el II Ensanche desde 1960. Han tenido que pasar más de dos años desde que se anunció el proyecto de rehabilitación del edificio catalogado -obra del arquitecto Víctor Eusa-, para que comiencen las obras que permitirán albergar en su interior 108 pisos, 77 VPO y 31 VPT, la primera promoción de vivienda protegida del II Ensanche.
Los derribos dejarán solo el esqueleto del inmueble de Eusa en pie, además de otros elementos protegidos como la capilla o el salón de actos, que serán cedidos al Ayuntamiento de Pamplona, de tal manera que a futuro podrán ser utilizados por el vecindario como civivox del Ensanche.
Así se recoge en el PEAU de Maristas, la herramienta urbanística que precisamente ahora se encuentra en exposición pública, después de que el Pleno municipal diera luz verde a la modificación que, como se sabe, permitirá desvincular la entrega de las 48 viviendas libres, ya terminadas, de las viviendas protegidas. La modificación del PEAU recoge también que se acelerará la cesión de los elementos protegidos al Ayuntamiento.
Para el Ayuntamiento, el cambio se hace con “garantías” de que se van a construir las VPO y VPT, pero para muchos de los adjudicatarios no son “garantías reales”. De hecho, este jueves anunciaban que van a presentar una alegación al cambio del PEAU, porque consideran que se quedan desprotegidos, un trámite para el que tienen hasta el 12 de diciembre de plazo. Por su parte, el concejal delegado de Urbanismo, Joxe Abaurrea, explicó a este periódico que el Ayuntamiento va a continuar "vigilante" para que las obras lleguen a buen término.
Ahora derribos y después la construcción
Por ahora, han adelantado más de 40.000 euros, aquellos con una VPT de 3 dormitorios, y antes del 28 de este mes tienen que dar el dinero del garaje y el trastero. Se calcula que las obras de derribo, que lleva a cabo Renovahouse, pueden durar entre 4 y 6 meses. A continuación se prevé arranque la construcción propiamente dicha, esta vez de la mano de Obenasa, con un plazo de ejecución aprobado por la Cooperativa Maristas II en la asamblea el 30 de abril, de 20 meses. Todo ello, después de meses, años, de incertidumbre, con más de una treintena de bajas por el camino. De hecho, todavía se siguen remitiendo adjudicatarios a la cooperativa Maristas II (del listado del Gobierno foral) para completar el número de cooperativistas y poder culminar el proyecto.