Morir en la montaña siempre es una tragedia y lo es más cuando las muertes se producen cerca. No conocía a ninguno de los fallecidos ayer sepultados por un alud en Panticosa, pero si que uno de ellos, Jorge García Dihinx, era una persona cercana para miles de personas por ser uno de los rostros más conocidos en las redes, donde era un gran divulgador de esquí, montaña, meteorología y vida saludable, por su doble vertiente de médico y montañero. En la montaña nunca estás del todo a salvo y más en invierno. Tiene sus reglas, y a veces, aunque las conozcas bien y las sigas, quizás ella decida cambiarlas sin avisar.
Creo que se puede decir que pocas personas tenían mas experiencia y conocían mejor la zona en la que se produjo el fatídico alud en Panticosa. Pocos tenían tantos kilómetros recorridos de nieve y montaña en sus botas y esquís como la pareja que ayer fallecía, junto a una tercera persona, sepultados por un alud. Triste día para el montañismo. Otro día negro en el Pirineo. ¿Por qué vamos a la montaña? Era el título de uno de los últimos vídeos que Jorge colgó en sus redes. “Mucha gente nos pregunta por qué aceptamos estos riesgos y la respuesta no es el peligro. A 3.000 metros mientras el mundo moderno se queda abajo, ahí arriba solo estás concentrado en el paso siguiente. Son momentos de atención absoluta en el ahora y en los que por unos instantes sentimos que pertenecemos a la montaña. Momentos de magia y naturaleza que no existen en la ciudad. Son minutos de oro a añadir a tu vida y si es posible a una vida que dure 100 años”.
No ha podido ser. Jorge murió junto a su pareja, la atleta Natalia Román, haciendo aquello que más amaban, en un día azul, llevándose para siempre esos últimos minutos de oro antes de pasar a pertenecer, esta vez para siempre, a sus queridas montañas.