ZARAGOZA. "Me han dado palos por todos lados. Estoy sorprendido porque en ningún momento he acusado a nadie, aunque en el campo 4 comenté que la única persona que quizá podía hacer algo por salvar a Tolo Calafat eran los sherpas de Eun-Sun Oh", afirmó.

Tras su regreso, Oiarzábal se ha sometido a un reconocimiento médico en la Mutua de Accidentes de Zaragoza, donde se le han apreciado "pequeñas congelaciones en la nariz, superficiales en el pie izquierdo y en el pie derecho, en la zona de máximo rozamiento y presión, un principio de congelación que da la sensación de que se ha infectado", según señaló el médico Ricardo Arregui.

Arregui, que ha tratado al montañero alavés en anteriores ocasiones, aseguró que físicamente no tendrá problemas para continuar su trayectoria deportiva aunque "moralmente está tocado y más afectado que tras las congelaciones que sufrió en el K-2 (8.611)".