En la línea con lo que comentan desde la Web Oficial de Turismo de Navarra, "los monumentos y paisajes están muy bien, pero, seamos sinceros, no hay tema más importante en el plan de viaje que descubrir la cocina tradicional de una región". Y es que no puede ser más cierto.
Cada rincón de Navarra "tiene su propio repertorio de manjares"
Un lugar donde "cada rincón tiene su propio repertorio de manjares, porque ¡la tierra manda! Si estás en los Pirineos, tierra de bosques y pastoreo, podrás degustar quesos de Roncal e Idiazabal, migas, hongos recién recogidos o un buen chuletón cuyo sabor te hará perder el sentido, además de postres como la cuajada y canutillos de crema. En la Zona Media, el buen vino con D.O. Navarra es el rey. Pero también están las pochas, el gorrín asado, el cordero al chilindrón… ¿Y en las llanuras de la Ribera? Aquí prepárate para enamorarte de las verduras. Puedes saborearlas por separado o darte un festín con una menestra que lo integra todo: alcachofas, cardo, guisantes, habas, borraja y espárragos. Y no dejes de probar los delicados Pimientos del Piquillo".
Cinco restaurantes "que merecen un viaje a Pamplona", según National Geographic
Este miércoles, 12 de noviembre, la prestigiosa revista de viajes National Geographic publicaba el siguiente contenido: "Cinco restaurantes que merecen un viaje a Pamplona". Una ciudad donde, según apuntan, "la gastronomía es una herencia viva que se disfruta a diario. La ciudad ha sabido conservar un equilibrio perfecto entre su relación con su tierra y la vanguardia gastronómica. Y es que, si por algo se conoce a Navarra es por su generosa huerta; una tierra que casi sin quererlo marca el ritmo de las estaciones, y de lo que se come, al tiempo que define su identidad culinaria. Alcachofas, espárragos, pimientos o borrajas hablan el mismo idioma que los vinos de Navarra, los grandes desconocidos del mundo del enoturismo. Más allá de los bares de pintxos y las mesas gastronómicas, la gastronomía pamplonesa en su conjunto se entiende como una forma de cultura con la que rinde homenaje a su tierra. Y estos son los locales en donde ir a probarla".
Zurita, Barra y Mantel
El primero de los locales a los que hace referencia es 'Zurita, Barra y Mantel', "un local en donde llevan los pintxos, el mercado y las elaboraciones y guisos de casa de comidas a la máxima exponencia y donde la barra y el comedor se cuidan al mismo nivel. Productos como el tomate feo y el cogollo de Tudela, la borraja, los espárragos o los huevos de corral aparecen en sus menús entre platos como sus Pochas con borraja y almejas, los Callos y morros guisados a la manera tradicional, el Canelón de carrillera ibérica, la Carrillera de ternera guisada y glaseada o el Lomito de lubina a la brasa con parmentier de patata o el Rabo de vaca guisado", relatan desde National Geographic.
El Merca’o
El segundo restaurante de su selección es 'El Merca’o', "reconocido con Bib Gourmand por Guía Michelin, un lugar donde se fusionan los productos locales con los mediterráneos y el espíritu latino con la cocina oriental en una suerte de propuesta creativa, saludable y diferente en el centro de Pamplona. A sus mandos está el cocinero Jorge Otxoa, quien ha logrado el equilibrio perfecto para crear una carta que oscila entre el producto local y la cocina vanguardista. Entre sus platos más destacados están los Puerros templados con vinagreta de anchoas, tomate y piparras, los Udon salteados al wok con verduritas y yakisoba, el Arroz de kokotxas de bacalao con shiitakes y salsa romesco, los Buñuelos de bacalao con salsa sriracha o los Tacos mexicanos de alitas picantes, aguacate y parmesano".
Picaflor
El tercer local es 'Picaflor', "una celebración de la cocina casera elaborada con producto local de temporada provenientes de su la huerta familiar en Corella o del mercado del Ensanche de Pamplona. Un rincón gastronómico inspirado en su tierra, Navarra, y en las recetas que han marcado toda su vida. Así, en carta, aparecen entrantes como Chorizo de nuestra casa de Cameros, Chistorra de mis tíos o Cabezada de cerdo de Astorga, además de elaboraciones como las Pochas a la navarra, el Calabacín con bechamel, las Albóndigas en salsa de la abuela o el Filete de la Sierra de Cameros. Un lugar al que ir a comer cocina casera elaborada con mucho cariño a partir de recetas de la memoria", detallan desde la prestigiosa publicación.
Kabo
En referencia a su cuarto elegido indican lo siguiente: "Desde su apertura en 2019, Kabo, con una estrella Michelin, se ha consolidado como un referente de la nueva cocina navarra. Un proyecto que combina técnica, sensibilidad y territorio, levantado sobre tres pilares: el respeto absoluto al producto de temporada, el amor a la huerta y la complicidad con los pequeños productores locales. Cada temporada, su menú es un viaje por la estación que corresponde. Los tomates, espárragos, alcachofas o setas de la ribera se transforman en platos que cuentan la historia de una tierra fértil y generosa". Una cocina de raíz y vanguardia a la que no le falta "el maridaje perfecto con una bodega que celebra la riqueza vinícola de Navarra con más de 300 referencias que dan voz a pequeños viticultores y proyectos singulares".
Café Roch
"Nombrado ya como centenario, a lo largo de su historia este café ha sido refugio de tertulias, artistas y bohemios. Su aire de café decimonónico, sus mesas de mármol y la historia que lleva a sus espaldas forma parte de muchos de los ciudadanos pamploneses. En su barra continúan los clásicos de siempre, los pintxos de pimiento, jamón, anchoa o roquefort, aunque son muchos los que acuden hasta allí para desayunar o disfrutar de un buen café como merienda", indican desde National Geographic.