Nueva vía y tres cimas para la historia
Iñurrategi, Vallejo y Zabalza subieron los 8.013 metros de la Cumbre Central del broad peakEl guipuzcoano culminó la travesía llegando a la Cumbre Principal, una hazaña conseguida sólo dos veces antes
pamplona. Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza han completado una expedición histórica. Culminaron una nueva vía a un ochomil, la primera del alpinismo vasco, escalando la Cumbre Central (8.013 m.), situada en el Broad Peak, en una durísima jornada de 17 horas.
Pero fue Iñurrategi el que completó ayer la travesía de las tres cimas del Broad Peak subiendo a la Cumbre Principal (8.047 m). Es la tercera vez que se logra en la historia. Hasta ahora, sólo una expedición polaca en 1984 (Kukuczka y Kurtyka) y otra japonesa en 1995 (Hattori, Kitamura y Todaka) habían escalado las tres cimas de manera consecutiva.
La travesía de la Cumbre Central se convirtió en una emboscada para los tres montañeros, que vivieron las horas más sufridas y peligrosas de la expedición. Salieron del collado (7.350 m.) a las tres de la mañana del sábado, calculando que en nueve horas ya habrían bajado al siguiente collado (7.800 m.), al pie de la Cumbre Principal.
Pero la subida se complicó muchísimo: "En las primeras dos horas superamos 400 metros de desnivel, las cosas iban bien. Pero para hacer los últimos 300 metros necesitamos ¡diez horas!, y otras dos horas para atravesar la larga explanada de la cumbre", explicó Mikel Zabalza. "Hubo un tramo de 50 metros de desnivel en el que pasamos cinco horas. Nos encontramos con la peor nieve de nuestras vidas. Fue espantoso. Nos planteamos la posibilidad de volvernos atrás".
El sábado, Iñurrategi, Vallejo y Zabalza llegaban extenuados al collado previo a la Cumbre Principal, a 7.800 metros, después del durísimo e inesperado camino hasta allí.
Las provisiones ya se acabaron, puesto que los tres montañeros habían previsto muchas menos horas de subida. Decidieron bajar hasta el Campo 3 de la ruta clásica, a unos 7.100 metros, para buscar refugio nocturno y algo de comer y beber.
El domingo a las 3 de la madrugada (horario pakistaní) Iñurrategi reanudó la ascensión desde el refugio y seguir la escalada hasta la Cumbre Principal (8.047 m.), culminando así la travesía.
Alcanzó la cumbre en seis horas y tardó otras cuatro en bajar, un ritmo más rápido que el de la mayoría de los montañeros que suben frescos por la ruta normal, y eso que el guipuzcoano llevaba dos días sin comer, sin apenas beber ni dormir.
"En los últimos tramos he sufrido dolores de estómago y me he sentido muy débil. Iba hecho polvo", explicó Iñurrategi. "Pero por suerte iba ya por la ruta normal, siguiendo la huella que han abierto otros montañeros estos días, y gracias a eso he podido alcanzar la cumbre y bajar".