El Amaya gana a lo grande
sorprende al ciudad real, que ve cómo se le escapa el títuloLas claves fueron la gran concentración defensiva, el acierto a portería y un Lucau impresionante bajo palos
AMAYa sport31
CIUDAD REAL30
AMAYA SPORT Lucau (p), Gedeón (5), Niko Mindegia (5), Arkaitz Vargas, Eloy (4), Rasic (1, 1p), Aguirrezabalaga (2) -siete inicial- Ristanovic (p), Vasko (7), Javier Borragán, Javier Humet (5), Ibai Meoki, Víctor Álvarez (1) y Adrián Crowley.
CIUDAD REAL Hombrados (p), Isaías Guardiola (1), David Davis (2), Abalo (5), Chema (1), Jurkiewicz (2), Shevelev (4) -siete inicial- Sterbik (p), Jonas Källman (6), Roberto García Parrondo (4), Joan Cañellas (1), Alberto Entrerríos Rodríguez, Didier Dinart y Kiril Lazarov (4, 2p).
Marcador cada cinco minutos 2-3, 5-4, 9-7, 12-7, 14-10, 16-13 (descanso); 19-17, 21-20, 24-23, 27-24, 29-26, 31-30.
Árbitros Ruíz y Zapico. Excluyeron por el Amaya a Vasko, Arkaitz Vargas. Y por el Ciudad Real excluyeron a Davis, Abalo, Jurkiewicz, Lazarov y descalificaron a Dinart.
Estadio Pabellón Universitario. Unos 2.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas de Japón y del fallecimiento del padre de Juanto Apezetxea.
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PAMPLONa. No apto para cardíacos. Así fue el partido que ayer enfrentó al Amaya Sport con uno de los gigantes de la Asobal. El Ciudad Real llegaba al Universitario con la necesidad de sacar los puntos para no ver cómo el Barcelona se alejaba con el título de Liga, sobre todo después de que los manchegos hubieran pinchado hacía dos semanas contra el CAI Aragón por la mínima. Pero no lo consiguió. El Amaya supo plantarle cara durante todo el encuentro y no dejó en ningún momento que el conjunto de Talant le pasara en el marcador. Tan sólo en los primeros cinco minutos se puso el Ciudad Real por delante, pero desde ese momento hasta el minuto 28, no volvió a darse esa situación. El conjunto de Juanto Apezetxea saltó a la cancha concentrado al 200% con una defensa 6-0 que posibilitó cortes de balón y, con ello, contras que fueron poco a poco abultando la diferencia de las manos de un Eloy muy fino de cara a portería, de un Niko Mindegia que conducía el juego de una manera excepcional y sobre todo, de un Lucau que estaba inmejorable bajo los palos. Así, se llegó al descanso con una diferencia de 3 goles (16-13).
En la reanudación , el Ciudad Real, que había cambiado el sistema defensivo en los minutos finales del primer tiempo del 5-1 al 6-0 para parar las ofensivas albiazules, volvió a establecer una defensa mixta para detener a Niko que estaba continuamente rompiéndoles los esquemas, y lo consiguió reduciendo las distancias.
Pero lo peor fueron los cinco últimos minutos. De un 29-26 se pasó a un 29-29. El Amaya había ido todo el partido por delante y no iba a dejar que en el último momento las cosas cambiaran. Abalo intentó la remontada y puso el 29-30, pero Vasko se empeñó en no dar por perdido el partido y puso otra vez la igualada a 30. En el último ataque del Amaya, marcó Gedeón y la grada se vino arriba. El Ciudad Real lanzó un tiro directo con el partido finalizado y, afortunadamente, salió fuera. Lo dicho, el partido no fue apto para cardíacos.