ESTELLA-LIZARRA. La celebración del título de Liga ha quedado aparcada de momento e Itxako Reyno de Navarra ya piensa solamente en el histórico partido que tendrá que jugar este próximo domingo en Hungría, ante casi 3.000 espectadores, en el Magvassy Mihaly Sporthalle de Györ, al oeste del país centroeuropeo.

La expedición navarra, que viaja con cinco goles de renta (26-21) partirá mañana viernes al mediodía rumbo a Hungría, tomando primero un vuelo en Bilbao y luego otro en Palma de Mallorca hasta Viena. Desde la capital austriaca cogerán un autobús hacia Györ, donde se espera llegar de madrugada.

En todo caso, Itxako tendrá la comodidad en este desplazamiento de no viajar justo el día antes del partido, por lo que podrá dedicar la sesión del sábado a preparar exclusivamente el duelo.

A pesar de que el resultado conseguido en Estella es positivo, el técnico de las navarras no las tiene todas consigo, y cree que van a tener que sufrir muchísimo si quieren llegar a su primera final. "Nos va a tocar sufrir muchísimo y, aunque confío en mi equipo, sé que lo vamos a pasar mal. Es un partido que temo, no por mis jugadoras, sino por las circunstancias externas que puedan influir. Ahí está mi temor", dejó caer el canario, que se refería, por supuesto, al arbitraje. Y es que, después de lo visto en la última jornada de la Main Round en Montenegro, el preparador de Itxako ya no se fía.

En este caso, espera en la vuelta de las semifinales una pareja eslovena, compuesta por Nenad Krstic y Peter Ljubic. Como delegados de la EHF viajarán el alemán Berndt Dugall y el croata Josip Posavec.

un fortín La pista del Györi, en la que Itxako ya estuvo a punto de ganar el año pasado durante la fase de grupos del torneo (29-28), es un auténtico fortín. De hecho, las húngaras sólo han cedido un encuentro en toda la Champions, y fue en el último compromiso, cuando ya tenían asegurado el pase a semifinales y prácticamente como primeras de grupo. Salieron más relajadas de lo habitual y el Larvik, el otro semifinalista, les hizo un roto devolviéndoles el batacazo encajado ante su público en Noruega (18-24). Sin embargo, el resto de rivales ha salido bastante escaldado de Györ, donde el equipo local ha derrotado al Krim esloveno (26-21), al Zvezda Zvenigorod ruso (33-22), al Podravka Vegeta croata (27-25), al Dinamo ruso (36-23) y al Leipzig alemán (25-20).

Claro que los resultados del conjunto estellés a domicilio tampoco tienen mucho que envidiar, con cuatro victorias ante el Korvex húngaro, el Leipzig alemán, el Hypo austriaco y el Oltchim rumano y sólo dos derrotas: 30-26 en Eslovenia ante el Krim y 30-22 en Buducnost, único encuentro en el que cayó por más de cinco goles pero estando ya clasificado para las semifinales.