Berriozar se planta en el Khumbu

LA mayoría de ellos nunca hubiera imaginado que alguna vez en su vida emprenderían un viaje de tal envergadura, pero la idea de un grupo de amigos de Berriozar de hacer realidad su sueño bastó para poner en marcha una aventura que a buen seguro siempre tendrán en su recuerdo. Porque los 19 montañeros que el pasado sábado salieron con destino al Himalaya saben que al margen de las experiencias que vivan en la zona más alta del planeta, las tres semanas que emplearán en el treking del Khumbu será la mejor aventura que juntos puedan vivir jamás.

Ellos no son himalayistas ni pretender actuar como tales. Son montañeros, tienen amigos montañeros y les gusta vivir con la montaña. Sin más. Hace diez meses, se planteó la posibilidad de llevar a cabo una expedición al Himalaya como una oportunidad de vivir una experiencia en alta montaña con un grupo de amigos, lejos de cualquier otra aspiración. Con edades que oscilan entre los 22 y 50 años, son un grupo muy heterogéneo que tienen en Berriozar, y en su club de montaña BKE, su principal nexo de unión.

El viaje les llevará a Kathmandu, capital de Nepal, y de ahí a Lukla, que es el comienzo y el fin de lo que será el treking. Harán una vuelta circular ascendiendo por Gokyo y descendiendo por Thiangboche. Entre medio, y buscando la mejor aclimatación posible, tratarán de ascender el Gokyori y al Kala Patthar, ambos por encima de los 5.000 metros. Dada la proximidad al Everest tienen la idea de visitar su campo base e intentar la ascensión al Island Peak, de 6.000 metros. Cuatro de ellos, si las condiciones lo permiten, quieren subir a la considera como la montaña más bonita del mundo: Amadablam (6.800 metros).

Uno de estos es Rubén Jiménez, vecino de Aoiz de 39 años, que hasta el último momento estuvo dando los retoques finales a la expedición. "Algunos hemos estado en esa parte del mundo y les contábamos cosas del Nepal. Un buen día salió la posibilidad de emprender un viaje todos juntos, un grupo de amigos a los que nos gusta el monte y ahora estamos a punto de salir. Todos vamos convencidos de que será una aventura que recordaremos para siempre".

Se han aplicado a fondo para estar en las mejores condiciones posibles. Tendrán que ser capaces de superar jornadas difíciles, por unas altitudes desconocidas para la mayoría y con una climatología cambiante en esta época del año. Pero la ilusión que portan en sus mochilas constituye el mejor argumento para hacer más llevaderas las pesadas caminatas. La aventura empieza para ellos y en Berriozar la seguirán al detalle.