PAMPLONA. Su nombre en hebreo significa destructor, guerrero poderoso. Los 199 centímetros y 105 kilos que le contemplan encajan con esa definición, pero Gedeón Guardiola (Petrel, Alicante, 1-10-1984), solo hace honor a su nombre dentro de la pista. Ejerce como pivote en el Amaya Sport San Antonio, y desde hace poco también en la selección absoluta. El alicantino vive un 2012 atípico. Ha disputado un Campeonato Europeo y el próximo julio estará en los Juegos de Londres. Además, pocos días antes se casará con Paula, su novia desde hace 10 años. La alegría sería completa si no fuera por los números rojos de su cuenta corriente. Gedeón padece las consecuencias de la crisis y los impagos de su club. Por eso emigrará a Alemania en busca de un futuro más próspero.

¿Qué sabe del Gedeón bíblico? Solo sé que era un rey hebreo que duró muy poco y que tenía 70 hijos.

No está mal la cifra... Me parece una brutalidad. Al parecer tenía mucha potencia el tío.

¿Por qué le pusieron ese nombre? Por tradición. El abuelo de mi madre se llamaba Gedeón, y tenía un hermano gemelo, Isaías. Los únicos gemelos en la familia que han salido después hemos sido nosotros, y mi abuela nada más nacer ya dijo: "¿Gemelos? Pues Gedeón e Isaías". Del nombre de Gedeón tiene la culpa el abuelo de mi madre. En aquella época no había ecografías, y en el embarazo no sabían si los gemelos serían dos niños o niño y niña... Al niño le iban a llamar Isaías, y creo que a la chica Elisabeth. Al nacer dos varones, mi tatarabuelo, que era el sacristán de la iglesia de Petrel, cogió la Biblia y la abrió al azar. Y me llamo así porque salió la página de Gedeón.

¿Siempre se ha llevado bien con su hermano gemelo? De chavales nos pegábamos bastante. Eran las típicas riñas entre hermanos, pero nos hemos llegado a hacer mucho daño: puñetazos en la espalda, mordiscos... Una vez, mi madre estaba trabajando en casa, preguntó qué estábamos haciendo, y como no contestábamos vino al comedor. Yo estaba subido en una silla con el cordel de la cortina por el cuello, y mi hermano en ese momento estaba empujando la silla, casi ahorcándome. Hemos sido de pegarnos mucho. Pero, eso sí, cuando fuera de casa alguien tocaba al hermano, el otro saltaba a la mínima. Nos defendíamos mutuamente.

Tampoco habría muchos rivales con ganas de meterse con ustedes. Sí que había alguno. Y nosotros nos picábamos mucho y saltábamos. Pero tampoco hemos reñido demasiado. Nos hemos peleado más entre nosotros que fuera de casa.

Dice que en la pista es antipático y que "se le va la olla" en momentos tensos. Sí, me caliento mucho y cuando estoy así no pienso. Pero en frío sí que recapacito y me digo: 'Joder, Gedeón, macho. Él está haciendo el mismo trabajo que tú, ¿por qué te pones así? Tienes que ser un poco más persona...'. Es que me vuelvo loco. La gente dice que dentro de la pista uno es igual que fuera. Yo no soy así. Me considero buena persona, pero cuando estoy dentro de ese 20x40 me transformo. Reconozco que cambio mucho, y me dicen que me pongo muy serio.

¿Incluso en los entrenamientos? Sí, me pico mucho con mis compañeros. Yo creo que están hartos de mí, y si me voy van a tener un descanso importante.

¿Fuera del campo no es así? No. Cuando veo problemas en los pubs o en la calle intento salir enseguida de allí, porque eso no trae nada bueno. Ahí no hay reglas como en el balonmano. Intento ser lo más pacífico posible y pasármelo bien sin meterme con nadie.

¿A qué dedica su tiempo además de al balonmano? Estoy estudiando poco a poco Educación Social. He empezado este año. Me llevé todos los libros al Europeo, pero no hice nada. No sabía ni cuándo tenía los exámenes, y eran una semana después de volver. Me puse a estudiar esa semana, me presenté a dos asignaturas y por lo menos saqué una. La otra la suspendí con un 4,4. Creo que hay que hacer cosas para cuando se acabe el balonmano, y también me ayuda a desconectar, porque sufro de estrés. Tengo un problema en el pelo, y cuando me estreso me sale caspa. Y estudiar, leer... me alivia.

¿Por qué se estresa? Por el deporte. Lo que más me estresa es cuando llega el partido, la preparación, los nervios... Y con la situación económica de ahora, que es la más difícil que he vivido, se me ha acumulado y este año es cuando más lo he notado. Cuando llego de vacaciones no tengo nada en el pelo, pero me meto en competición, empiezo a presionarme, a autoexigirme y entonces me pasa.

¿Siempre se ha exigido mucho? Sí, quizás demasiado. Pero no sé funcionar de otra manera. Me pongo a trabajar en lo que sea y siempre quiero ser el mejor y hacerlo lo mejor posible. El día de mañana, cuando se acabe el balonmano, seré igual en aquello que haga.

También es asiduo a Internet y las redes sociales. Tengo esa enfermedad, y nada más levantarme me meto en Facebook, en Twitter... Tengo perfiles en todo. Me gusta porque estás conectado a la gente. Ya no leo los periódicos en papel, veo los digitales. Estamos viviendo en un mundo que va por Internet. Es que si no estás ahí no estás conectado al mundo.

Este verano se casa con su novia de toda la vida. Sí, conocí a Paula hace 10 años gracias al balonmano, porque nos presentó su cuñado, que también juega. Al principio ella no conocía demasiado sobre este deporte, pero ahora tenemos discusiones en plan técnico. Tengo a la primera crítica en casa. Y cuando tenemos un rato libre vamos a ver a los chavales, al Itxako... Al final, ella también se ha enganchado.

Y tuvo que cambiar la fecha de su boda por los Juegos. Es que el año pasado, cuando decidimos casarnos y pusimos la fecha del 30 de junio, yo no estaba en la selección. Y al final hemos tenido que cambiarlo para el 16 de junio, y eso que estaba todo reservado. Pero ha habido suerte y hemos podido cambiar. La ceremonia será en Petrel y el convite en Elda, pero en un futuro viviremos en Elda. Ya hemos comprado una casa y todo. Además, Elda y Petrel están pegados.

Europeo, boda y Juegos. Un gran año. Una amiga dijo de broma que este iba a ser nuestro año, y al final se está cumpliendo. La verdad es que no nos quejamos. Y a ver lo que nos depara el 2013. Es difícil que vaya mejor, pero lo intentaremos.

Tendrá ganas de que lleguen los Juegos Olímpicos. Claro. Es el evento por excelencia para un deportista que no sea futbolista, que a lo mejor dice que no para ir a una Eurocopa. Voy a ver a los de la NBA, a los mejores tenistas, a los mejores ciclistas... Y con lo que me gusta el deporte en general voy a disfrutar mucho. Las mejores instalaciones, el ambiente, ver el estadio Olímpico el día de la inauguración, que dicen que te vuelves loco en cuanto entras... Tengo muchas ganas. Los veteranos que han estado en Pekín o en Atenas dicen que lo que se vive en la Villa Olímpica es una pasada. Igual vas a comer y en la mesa de al lado está Yelena Isinbayeva. O Rafa Nadal que, por lo que cuentan, debe de ser un ejemplo. Decían que estaba comiendo y cada dos segundos venía alguien a pedirle una foto. Él no decía que no a nadie, y a lo mejor tardaba dos horas en comer.

Hablamos de su tierra. Uno piensa en el Levante español y lo asocia con políticos corruptos. Sí. Allí se nota mucho la crisis, y además se le añade el problema de los políticos corruptos. El de Castellón ya me parece lo máximo. Dice que ha ganado la lotería no sé cuántas veces, y yo seguro que la he echado más veces que él y no me ha tocado nunca. La probabilidad no me encaja. Pero sí que se nota. Lo que está claro es que ha habido mucho despilfarro, y ahora se están pagando las consecuencias y están pillando a los culpables.

¿Pero hay más corrupción o simplemente se han destapado más casos? No sé, pero es que allí lo tienes todo. La Fórmula 1, la Ciudad de las Ciencias, la Volvo Ocean Race, un Preolímpico de balonmano, que cuesta una pasta para la ciudad, y también la Copa del Rey y la de la Reina, la Ciudad de la Luz, la Davis... todos esos eventos en la Comunidad Valenciana. Hay comunidades mejor económicamente que no lo hacen, y será por algo. Los políticos pensarán: a mí no me cuesta nada, y encima saco tajada. Por eso yo soy apolítico. No veo que ningún partido esté luchando por unos principios, y soy reacio. Prometen unas cosas que luego no cumplen, y no me llama mucho la atención. Sí me interesa saber qué ha pasado políticamente, pero no estoy vinculado a ningún partido ni me siento identificado con nadie.

¿Cómo afronta los impagos del club, con su cuenta en números rojos? Últimamente tenemos la suerte de que nos ha ayudado económicamente el padre de Paula. Intentas gastar lo menos posible. Compras en el supermercado más barato; si antes ibas al cine tres veces al mes, ahora vas una cada tres meses; gastas menos en el coche... Procuras ahorrar por todos los medios. Desgraciadamente, llevamos tanto tiempo así que quieras o no te acostumbras. Y cuando entra un poco de dinero intentas ahorrar lo máximo.

Será angustioso. Sí, porque el club te confirma unas cantidades al principio de temporada en el contrato. Tienes esa cifra y piensas que aunque no te paguen a tiempo, si lo has firmado es porque tarde o temprano van a pagar. Y además te regalan los oídos cuando vas a firmar: 'Quédate aquí, que te voy a pagar esto, que vas a estar bien, no te preocupes por nada...'. Confío en ellos porque me considero buena persona, pero cuando llega la hora de la verdad te dicen que no hay dinero. Yo he firmado la hipoteca de una casa en Elda, un alquiler para vivir en Pamplona, tengo un préstamo del coche, hay que pagar luz y agua de dos pisos... y el banco no entiende que a ti te digan que este mes no cobras. Tú tienes que pagar religiosamente, y eso es lo más duro. Ver que pagas y trabajas y no recibes nada a cambio. Esforzarte todos los días en lo tuyo y que no te paguen es muy frustrante. Me falta ser más rápido, pues voy a trabajar más. O me falla el lanzamiento, voy a entrenarlo... y no recibir nada a cambio es un palo muy gordo.

¿Se siente engañado? Todos nos sentimos así. Tuve la oportunidad de salir el año pasado, y no lo hice porque me convencieron aquí. Te prometen cosas... igual que los políticos.

El año que viene sí cambiará de aires e irá a Alemania. No está confirmado del todo, pero la cosa está muy bien allí. Nos han ofrecido unas condiciones muy buenas. Hace un año, mi representante siempre me invitaba a buscar opciones en el extranjero. Yo le respondía con un no rotundo mientras tuviera opciones en España. Y ahora con la situación en la que estamos, ha llegado esta oferta y he dicho que sí, que me quiero ir porque es la mejor opción. Me voy a Alemania. Falta cerrar un par de cosas y ya está.

Va con la señora Merkel, la jefa de la Unión Europea... Pues sí. Por lo que nos han contado, allí son muy cuadriculados. Si no tienen el presupuesto cerrado, no fichan a nadie. Por eso casi teníamos más ganas de fichar que ellos. Estábamos ansiosos. Mi representante me dijo que allí me tengo que acostumbrar a cobrar el día 1. Yo le respondí que me tengo que habituar también a esto. Necesito al menos un mes de experiencia, a ver qué es esto de cobrar al mes (Se ríe). Que igual de pronto tengo mucho dinero y me vuelvo loco... Allí te tienes que preocupar solo del balonmano. Va a ser un cambio bastante radical.

¿Apetece o da un poco de respeto? Si vas al banco y ves la cuenta, apetece. Dices: 'Me quiero ir ya'. Pero allí hay menos vacaciones y se juega en Navidades. Los días de descanso se agradece estar aquí, ir a la playa o a tomar el sol, pero por lo demás hay que irse. Tengo 27 años y tengo que probar otras opciones de futuro. En casa somos asiduos a Españoles por el Mundo, y ves que la gente prueba fortuna, se va sin nada y a lo mejor a los cuatro meses está bien, con empleo y un sueldo. ¿Por qué no voy a hacerlo yo? Además voy con unas condiciones mucho mejores que otros. Creo que vamos a estar bien. En principio tendré dos años de contrato, pero intentaré estar cuanto más tiempo mejor porque aquí la cosa está muy mal.

Tampoco tiene pinta de mejorar a corto o medio plazo. Yo creo que en cuestión de uno o dos años, la Asobal volverá a ser la antigua División de Honor B, en la que la gente trabajaba por las mañanas y por las tardes entrenaba. Tenían un sueldo de su trabajo y, a lo mejor, una ayuda económica del equipo. Incluso puede que se hagan dos grupos para evitar tantos gastos de desplazamientos. Creo que va a ser así.

Parece que no hay vida más allá del Barça y del Madrid... Da esa sensación. Para un equipo de fútbol, un millón de euros no es nada, y con eso haces un equipo de balonmano como el nuestro, joven y con ambición. Y hay futbolistas suplentes en los equipos que, con todos mis respetos, cobran mucha pasta.

¿Le da rabia tanta disparidad? Me da rabia, pero me gustaría estar en su posición. Y ellos se merecen un respeto porque también entrenan todos los días. Pero sientes un poco de impotencia. Nosotros también nos merecemos un poco de respeto, como cualquier trabajador, en el ámbito que sea, que no tenga un sueldo acorde a su esfuerzo.

Hablemos de actualidad: ¿qué le pareció la foto del rey y el elefante? Que se haga una foto con un elefante muerto que además ha matado él mismo me parece una barbaridad. Ni soy defensor de los animales ni de la monarquía, pero no han pensado bien las cosas. Igual que un deportista no puede dejarse pillar fumando, como le pasó a Coentrao, tampoco puede estar el rey matando animales por ahí, y además haciéndose fotos. Esa gente tiene que ir con pies de plomo, mirando mucho las formas. Pero por lo menos ha pedido perdón. Es humano también. No ha venido de Marte ni de Júpiter, y creo que puede pedir perdón y ser perdonado.

Últimamente se percibe cierto vicio por las armas en la Familia Real... Sí, les gusta estar armados. (Se ríe) Vivirían bien en Estados Unidos.

¿Y qué opinión tiene de la expropiación de YPF por parte de Argentina? No controlo mucho el tema. A mí lo que me parece es que la gasolina está muy cara. Creo que los argentinos demandan lo suyo, como haríamos nosotros si fuera al contrario, como pasa con Gibraltar y el Reino Unido. Están peleando por algo que es de un sitio, y creo que hay que respetarlo.