Idoia Jiménez: "En política he encontrado una competencia que no vi en el deporte"
Polifacética es la palabra que mejor le define. Tras proclamarse cuatro veces campeona de España, ser entrenadora y presidir la Federación Navarra de Taekwondo, dirige la Fundación Miguel Induráin. Y, además, se ha adentrado en política como concejal en el Valle de Egüés
pamplona. ¿Qué lleva a una campeona de España de taekwondo a adentrarse en política?
Una serie de circunstancias que no podría enumerar. Yo nunca me he planteado qué sería en el futuro, todo lo que hago me ha venido dado por situaciones de la vida. Tengo muchas ganas de trabajar para intentar mejorar la vida de mi pueblo, por eso entré en política. Pero tengo que decir que llevo muy poco tiempo en esto y no soy una experta, yo me limito a hacerlo lo mejor que puedo.
Existen otros casos de deportistas que han dado el salto a las instituciones, como Marta Domínguez o Gica Craioveanu. ¿Ayuda la competitividad que existe en el deporte para enfrentarse a la política?
Para nada. Son dos ámbitos que no tienen nada que ver entre sí. No se puede comparar una cosa con la otra en ningún aspecto.
¿Dónde existe más competencia?
En la política, sin duda.
¿Y honradez?
Mitad y mitad.
En la actualidad, la política atraviesa un momento complicado. ¿Cuál es su análisis de la situación?
Vivimos unos momentos muy, muy difíciles. Debemos aguantar el chaparrón y salir adelante como podamos. No sé cómo se podría mejorar esta situación, pero creo que el comienzo es que cada uno trabaje en su ámbito. Respecto a los políticos, que cada uno dé el máximo por su parcela, ya sea un ayuntamiento de una localidad pequeña o el país entero. Necesitamos personas con ganas de trabajar, con ilusión y, sobre todo, buena gente en nuestras instituciones.
Desde la dirección de la Fundación Miguel Induráin otorgan becas a deportistas de elite no profesionales. ¿Cómo surgió su llegada a este organismo?
Cuando dejé el taekwondo profesional fui presidenta de la Federación Navarra durante seis años. Al finalizar esa etapa me comentaron que en la Fundación necesitaban un director y que yo daba el perfil, así que envié mi currículum, me hicieron una entrevista y aquí estoy.
¿Cómo es su rutina en el trabajo?
Llego a mi despacho en la Casa del Deporte y lo primero que hago es leer los e-mails. Suelo recibir muchos con dudas, sugerencias y peticiones de ayuda de deportistas respecto al acceso a fisioterapia o que piden que les intentemos facilitar becas para realizar estudios universitarios. Me gusta responder a todos y, después, tengo que introducir en un programa informático todos los resultados de nuestros deportistas y también envío correspondencia de felicitación cuando se dan buenos resultados. Pero lo más básico es el seguimiento de las carreras deportivas, pero también de los expedientes académicos de nuestros deportistas.
¿Han llegado los recortes a las becas de la Fundación?
Todavía no, porque las que hemos otorgado este año provienen de los presupuestos de 2012 y en esos no se recortó nada. Pero para las que se entreguen en 2014 tengo más miedo. La idea de la Fundación es recortar en otras parcelas, para que las ayudas a deportistas no se vean afectadas porque para eso precisamente se creó esta Fundación. Hay becas que no pasan de los 300 euros, ¿cómo vamos a recortar eso?
Muchos deportistas salen al extranjero buscando un mayor nivel. En Navarra existen ejemplos como los futbolistas Javi Martínez o Nacho Monreal o el más reciente, el jugador de balonmano Iosu Goñi, que jugará en Qatar. ¿Le asusta esta situación?
Para nada. Fútbol, baloncesto o balonmano, en general los deportes profesionales, siempre se han vendido al mejor postor. Cuando la economía española era boyante venían aquí las grandes estrellas internacionales, y ahora son los españoles los que buscan sitios más saneados. Pero eso no afecta al deporte amateur, que es lo que me ocupa a mí.
Otro que parece que se irá a Qatar es Iñaki Urdangarin. ¿Qué opinión tiene del asunto?
No soy quién para hablar, porque no conozco la legislación, pero me choca mucho que una persona con los cargos que tiene Urdangarin tenga pasaporte y pueda salir al extranjero y aceptar como si nada una oferta de trabajo. ¡Y qué suerte tienen algunos de que les paguen tanto!
Usted también fue entrenadora de taekwondo. ¿En qué se diferencia entrenar de competir?
Son dos mundos distintos. Cuando compites, dependes de ti mismo y te centras solo en ti. Sin embargo, al entrenar tienes que estar pendiente de varias personas y conocerlas muy bien para intentar sacar lo mejor de ellas. Muchas veces sientes que no llegas a todo o que la planificación que tenías hecha falla, y es más complicado.
¿Cómo se define como entrenadora?
Soy muy dura y exigente.
Se han hecho muy mediáticos casos como el de Anna Tarrés en natación sincronizada. ¿Qué le parece?
Que hay gente que no sabe dónde está el límite. Como entrenadora hay que pedir el máximo a tus chicas, pero sin pasarse. Creo que para ser preparador tienes que tener las ideas muy claras, saber a qué puedes recurrir y a qué no y tener un código ético inamovible.
¿Y qué opina de Jose Mourinho?
Tengo poco que decir porque no me gusta nada el fútbol, pero está claro que cada entrenador tiene sus técnicas para exprimir al máximo a sus jugadores.
Está casada con el también entrenador de taekwondo John Wright. ¿Se habla mucho de deporte en su casa?
Cada vez menos, la verdad. John entrena en el Club de Tenis, además lo hace en inglés porque es originario de Inglaterra y fue preparador del equipo olímpico de allí. Aunque sí que es verdad que tratamos el tema de la preparación de los cinturones negros, porque de eso me encargo yo.
Es madre de dos hijos. ¿Les ha inculcado el deporte?
Por supuesto. A veces creo que incluso demasiado, que hasta se han podido llegar a agobiar. Se les da bien practicar deporte, pero no van a escogerlo como profesión.
Muchos jóvenes se ven obligados a emigrar en busca de oportunidades.¿Qué sentiría si se marcharan sus hijos?
Mi marido es de fuera, así que en casa siempre hemos tenido una mentalidad muy abierta en ese sentido. No me importaría nada que mis hijos decidieran salir fuera, pero siempre que sea porque les ha surgido una oportunidad que les convence o por experimentar cosas nuevas. Me da mucha pena que los jóvenes tengan que salir obligados por la situación de España, porque estamos formando grandes profesionales aquí para que se aprovechen de ello en el extranjero y es muy triste.
Fue elegida deportista más destacada de Navarra por partida doble y ahora es usted una de los miembros del jurado. ¿Qué criterios sigue para decidir?
Tengo dos muy claros: que el deportista haya estado en los Juegos Olímpicos o en un Campeonato del Mundo. Me parecen dos facetas importantísimas a la hora de elegir, porque es muy difícil llegar a ese nivel, sobre todo en los deportes minoritarios. En las disciplinas más populares también es difícil llegar a la cima, pero una vez allí es más sencillo mantenerse porque tienen muchas más posibilidades.
¿Qué cualidades hay que tener para triunfar en el deporte?
Hay que ser muy disciplinado, ordenado, trabajador y tener claro lo que quieres lograr.
¿Qué fue lo mejor y lo peor de su etapa como presidenta en la Federación Navarra de Taekwondo?
Lo mejor, la experiencia que me otorgó, que me ha permitido ocupar el puesto que ocupo ahora. Lo peor, que mucha gente creía que tenía disponibilidad absoluta. Recibía llamadas todos los días, incluso los domingos a primera hora de la mañana. Muchos no eran conscientes de que también tengo una vida personal. También recuerdo con especial desagrado el machismo. Fui la primera mujer presidenta de una federación de artes marciales, y en la cultura oriental no lo entendían. Por ejemplo los coreanos no conciben que una mujer pueda dirigir un organismo así y sentía que no me valoraban, que no me tomaban en serio. Más de una vez me dijeron que allí una mujer jamás ocuparía mi cargo, así que tuve que recordarles que vivo en Pamplona, que es otra cultura.
Así que ha sufrido machismo en el deporte...
Sí, pero solo en esa faceta. Como deportista, jamás. Tanto en la selección española como en la Federación Navarra el trato siempre ha sido exquisito con las mujeres.
Para triunfar en el deporte hay que sacrificar muchas etapas de la juventud. ¿Se arrepiente de algo?
Arrepentirme no, porque cada uno elige un camino y tiene sus motivos para ello, pero sí que echo de menos el tener un grupo de amigos que haya mantenido desde la infancia. Veo a gente que conserva a su cuadrilla del colegio y me da envidia sana porque yo no he podido conseguirlo. No tengo un grupo de amigos de la infancia ya que el deporte me obligó a salir muy joven de aquí y las relaciones se van enfriando. También en su momento me apenó mucho no poder realizar, por ejemplo, un viaje de fin de curso con mis compañeros de clase, pero son cosas que hay que sacrificar y el deporte te recompensa de otra manera.
¿Aprovecha ahora que está retirada para hacer cosas que antes no podía?
Por supuesto. Antes entrenaba cuatro o cinco horas diarias y llevaba una disciplina muy férrea. Ahora vivo más relajada, como todo lo que me apetece y llevo otra rutina. Pero supongo que me pasa como a todo el mundo, la vida te ofrece diferentes etapas y vas pasando por todo. Antes viví de una forma y ahora me toca disfrutar de otra.
Infinidad de profesionales siguen vinculados al deporte una vez finalizadas sus carreras. ¿Es el deporte una especie de droga?
Rotundamente, sí. Yo he seguido vinculada desde puestos directivos, pero también sigo practicando deporte. Me gusta pasear o jugar al pádel, que está ahora muy de moda. Necesito sudar, sentirme cansada. Me quedo muy satisfecha después de hacer deporte, porque el deporte es salud. Yo siempre he dicho que no quiero ser una viejecita que necesite ayuda, o si la necesito, espero que sea la menor posible. Por eso practicar deporte ahora es tan importante.
¿Tiene alguna espina clavada en su carrera?
No haber podido acudir a unos Juegos Olímpicos.
¿Y en su vida personal?
No tener un negocio propio. Es una idea que me ronda por la cabeza desde hace tiempo. He intentado montar algo en un par de ocasiones, pero al final se ha quedado más en un sueño que en una realidad. No sé ni de qué sería el negocio, pero seguro que estaría vinculado al deporte de una forma u otra.
Si echa la vista atrás, ¿se veía viviendo la vida que vive ahora?
Para nada. De todas formas, yo nunca he sido de mirar mucho a largo plazo. De joven estaba centrada en la competición y en los estudios. Quería estudiar INEF, pero al final hice Turismo. Cuando me preguntaban si me dedicaría a algo relacionado con eso, tenía claro que no. Yo siempre he querido estar vinculada al deporte y me considero una verdadera afortunada por trabajar en lo que me gusta y poder ayudar a otros deportistas a que sigan con sus sueños.
Para finalizar, defínase en pocas palabras.
Me considero una persona excesivamente responsable y excesivamente meticulosa. Pero también creo que soy buena gente.