Barcelona. El nuevo entrenador del Barcelona, Gerardo Tata Martino, cree que sería "un fracaso absoluto" que el conjunto azulgrana no conquistara un título esta temporada, porque "es un club que está acostumbrado a ganar y lo que ofrece su plantel es de lo mejor del mundo".
Martino es consciente de que llega a un club, al que "nunca" imaginó que entrenaría, por los problemas de salud de Tito Vilanova, con el que ha hablado en las últimas horas. Y también que tiene entre sus manos un modelo de éxito que no conviene cambiar y un grupo de jugadores que "ha vivido muchos momentos de esplendor" en los últimos años.
"El estilo del club es fundamentalmente el estilo de los jugadores. Intentaremos mantener el mismo esquema del 4-3-3 y confirmar esa forma de jugar con la que ellos se sienten muy cómodos. Aunque, evidentemente, trataremos también de insertar cuestiones personales que creemos pueden hacer que sea un equipo aun más completo", explicó durante su presentación.
"Hay que atreverse, ponerse delante de esos jugadores y afrontar el reto", destacó de él Andoni Zubizarreta, director técnico del equipo, quien ha explicado que ha elegido al entrenador argentino porque ha comprendido a la perfección "que el modelo es innegociable, se desarrolla, se expande, pero no se cambia".
Zubizarreta dejó claro que la elección del Tata fue "relativamente rápida" después de mantener varias conversaciones telefónicas con él: "Entonces tuvimos claro que debía ser nuestro entrenador".
Martino sabe que va a entrenar un equipo que gravita en torno a Leo Messi.
"Leo explotó su rol de goleador como centro delantero y seguirá jugando exactamente en el mismo lugar. Lo ideal sería tener un equipo que le siga brindando todas las opciones", comentó, sobre la Pulga que, según Zubi, "no ha tenido nada que ver" en el fichaje de su paisano.
Además, Martino se mostró convencido de que Messi y Neymar se entenderán perfectamente sobre el terreno de juego: "No se me ocurre pensar que dos jugadores como Messi y Neymar no puedan jugar juntos. En todo caso, si no pudieran hacerlo, sería un déficit del entrenador y no un problema de los jugadores".