Larrabetzu (Bizkaia)
DEntro de la diabetes existe por parte de algunas personas la cultura del no. Una preocupación para cuidar a aquellos que sufren esa enfermedad e intentar que no hagan cosas de excesiva dificultad. Continuas barreras. Pero Susana Ruiz ha querido derribarlas todas y demostrar que a pesar de ser diabética no existen metas inalcanzables. Esta tudelana afincada en Vizcaya se propuso demostrar que puede llegar a lo más alto, literalmente, y comenzó una expedición hacia el Kala Patthar (5.643 metros) desde el que se aprecia el Campo Base del Everest.
La navarra partió hacia Nepal con sistemas para controlar la diabetes proporcionados por A. Menarini diagnostis y Novalab Ibérica, así como por Faes Farma, que le aportó el producto Gluc Up 15 -un recuperador rápido de hipoglucemias- y el monitor continuo de glucosa Dexcom G4. Con todo ello controló su diabetes e hizo cima sin sufrir ninguna hipoglucemia. Una aventura para crear ilusión en el resto de enfermos, que ha ayudado a varios científicos a tener más información sobre este mal que no debe impedir a nadie culminar sus objetivos más ambiciosos.
"Ha sido un reto personal porque me ha ayudado a controlar la enfermedad, ver que he manejado la diabetes al 100%, que he sido yo la que le ha podido con ella y no ella conmigo. Eso ha sido una situación muy positiva", recalca Susana, que afirma que "no he causado ningún problema ni he retrasado al resto del grupo". Para ello ha contado con la ayuda de un sistema de telemedicina que le permitía mandar su estado a un hospital de Galdakao y un sensor colocado debajo de la piel que le indica el nivel de glucosa en sangre. Dos inventos que han proporcionado una gran ayuda para no tener ningún problema con su enfermedad. "El monitor Texcorp es con el que más contenta estoy porque ha funcionado muy bien, a pesar del frío y la altura, y me ha permitido anticiparme a los posibles problemas que podía tener, por eso no he tenido ninguna hipoglucemia. Luego, el sistema de telemedicina también me ha ayudado aunque no he podido mandar todos los días porque no tenía cobertura. Además, funcionó hasta los 5.000 metros", comenta.
La diabetes no causó ningún problema a Susana pero su aventura no fue un camino de rosas. Tocó sufrir y luchar contra la salvaje montaña para poder llegar a la cima. "Ha habido momentos duros a partir de cierta altura, de los 4.000 metros de altitud, nos faltaba un cincuenta por ciento de oxigeno, nos costaba andar e incluso sacar el agua de la mochila. Y eso que no llevábamos el peso", comenta la navarra. Pero todos esos sinsabores desaparecieron en el momento en el que llegaron a la cima del Kala Patthar y observaron el Campo Base del Everest desde la altura, rodeados de los montes más altos del planeta. "Sentí mucha emoción, lloré muchísimo, porque todo el mundo se puede emocionar con algo así pero para los diabéticos es muy importante llegar a hacer cosas como esta porque has controlado tu enfermedad al cien por cien. Hay mucha gente que todavía cree que no somos capaces, hay una cultura del no. Es muy importante conseguir estas cosas", describe Susana.
Un logro que llega tras mucha preparación. Horas y horas en el gimnasio fojando el cuerpo para las exigencias físicas más duras y un sinfín de rutas por los Pirineos para adaptarse a caminar por las alturas. "Llevo años practicando montaña, pero aparte entrené justo para este viaje en el gimnasio y en los Pirineos y todo eso ha dado sus frutos. Había mucha planificación detrás, pero se nota que merece la pena planificar con tiempo y hacerlo bien porque luego los resultados se agradecen", afirma la tudelana.
Ayuda a la ciencia La expedición al Kala Patthar no solamente ha sido un bonito reto personal, también ha ayudado a que se conozcan más cosas de la enfermedad. "En base a todos los datos que he mandado a mi equipo médico de Galdakao, ahora lo que queremos es elaborar una dieta que pueda permitir a otra persona con la misma inquietud, o algo parecido, tener algo en lo que basarse", detalla Ruiz. Sin embargo, lo más importante de todo no ha sido haber llegado al Kala Patthar, ni los avances científicos que se hayan podido hacer, para la tudelana hay algo que supera a todo eso: "Infundir ilusión. Si las personas que acaban de debutar con la diabetes y pueden tener dudas tienen una persona joven que ha realizado un reto así, siempre les va a motivar más para cuidarse".
Una barrera derribada por Susana Ruiz que ya tiene en mente un reto completamente diferente en el que "el calor y la altitud sean importantes" para demostrar que la diabetes no tiene que impedir que nadie cumpla sus sueños.
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