Hazaña y muerte de Prodanov en el Everest
coronó en solitario y sin oxígeno por la 'vía cruel', pero murió en el descenso
Pamplona - En abril de 1984, hace 30 años, cuando el Everest no era aún un monte domesticado y turístico, en él se podían dar hazañas como la de Hristo Prodanov, el mejor montañero búlgaro del siglo XX.
Nacido en Karlovo en febrero de 1943, Prodanov solo tenía 14 años cuando el gusanillo del montañismo le llevaba a conquistar el monte Botev (2.376 metros de altitud), la más alta cumbre de los Balcanes. Y, a partir de ahí, ascensiones de progresiva dificultad en los montes más duros de los Alpes y, ya en 1967, el primero de varios sietemiles: el Pico Lenin (7.165 metros).
Su primera gran hazaña de relumbrón es en el Noshaq (7.492 metros) del Hindu Kush, y se hace un hueco en la elite mundial en 1981 al ascender, en solitario y sin oxígeno, la cuarta cima más alta de la Tierra, el Lhotse.
En abril de 1984, formando parte de una expedición búlgara, busca el más difícil todavía en el Everest, al atacar la cima solo y sin oxígeno, por la Vía Cruel: la Arista Oeste completa (es decir, sin desviarse por el Corredor Hornbein, sino superando el temible Escalón Gris a 8.600 metros de altitud), que precisamente desde 1984 se llama también Ruta Búlgara.
El 20 de abril, Prodanov supera todos los obstáculos, corona la cumbre -en la que permanece 33 minutos que aprovecha para anunciar por radio que está en la cima (es el primer búlgaro que asciende el Everest y el cuarto montañero de la historia en hacerlo en solitario y sin oxígeno)- y comienza a descender por donde ha subido. Pero se le hace tarde y se ve obligado a dormir a 8.700 metros, sin tienda ni saco, y no logra sobrevivir.
En su país se vivió su muerte como una gran tragedia, hasta el punto de que a título póstumo se le condecoró como Héroe del Pueblo de la República de Bulgaria. - D.N.
Arista Oeste completa. Hristo Prodanov subió por una ruta que no se ha vuelto a emplear, porque incluye superar el dificil Escalón Gris a más de 8.600 metros de altitud.
Ídolo en Bulgaria. Por sus logros y por su autenticidad como montañero, Prodanov está considerado como una de las grandes figuras de la historia del deporte búlgaro.