A tumba abierta
PAREJAS | Urrutikoetxea y untoria rozan el milagro ante Irribarria-Merino en legutio tras igualar a 21 un encuentro en el que estuvieron 4-19
PAMPLONA - El milagro se le escapó como arena entre los dedos a Mikel Urrutikoetxea en una tarde agridulce en el Fernando Garaita de Legutio. Agria por el resultado; dulce por la belleza de su arte bruto, del pelear a tumba abierta. La esperanza de la nigredo. La bestialidad de una huida hacia adelante en la que un encuentro del Parejas mediatizado por la distancia en el luminoso ante Iker Irribarria y David Merino se transformó en quilates. Alquimia. Una batalla perdida de antemano, con el 4-19, en la que el vizcaíno se sacó el desfibrilador del bolsillo. La convirtió en oro. Rey Midas. La virtud desde la víscera. Todo o nada. En momentos críticos, después de haber sufrido una primera parte deslucida -el material de los de Aspe no dejó resquicio a la duda en la hoja de ruta: pelotas con salida para atormentar a Untoria-, Urrutikoetxea se revolvió como un animal herido en el 4-19. Desde el suelo.
¡Que no estaba muerto, que no! Sonó a rumba, a volcán y a tormenta. Nubes negras con forma de remontada anunciaron la caída azul. La revolución fue un prodigio. La orilla estaba muy lejos para Urrutikoetxea y Untoria. Demasiado. La grieta, aun colocándose en el 21 iguales, había sido una cizalla. Réquiem.
Y, aun así, en una tarde de gloria del zaratamoztarra, con los galones al aire, un saque-remate en el último suspiro, un dos paredes de volea que se fue abajo, le condenó e impulsó a sus contrincantes. Irribarria y Merino II sumaron un punto de oro, el cuarto, cosidos a la agonía y a un problema que se reitera a la hora de cerrar choques más que encarrilados.
Hay derrotas que marcan más que mil victorias. La épica de la arena en el circo romano vistió a Urrutikoetxea. Lo hizo todo en la segunda mitad. Panes y peces. Domingo de guardar.
La cuestión que marcó el envite fue el inicio, en el que Untoria hizo aguas. La buena vista de Irribarria y Merino II se tradujo en una clara intención de evitar que Urrutikoetxea entrara en juego. La hoja de ruta funcionó. Los de Aspe se anclaron a un frontón de suelo rápido y amargaron la tarde al najerino, que falló en el resto y entregó pelota. Sobre todo, el zurdo de Arama, el más activo del cuarteto, mostró su mejor cara: dominó el remate con el viento a favor. Merino II impuso su control e Iker, pegador, sacó el colmillo. El choque se deshilachó: 1-6, 3-8, 4-19 y 7-20.
La sed de un Urrutikoetxea en el desierto le lanzó a la desesperada con el final en el morro. El signo cambió.
Trece tantos consecutivos de los colorados, Mikel desencadenado, sinfonía de guillotina, a mordiscos contra la corriente, reventaron la igualdad. Los de Aspe quedaron superados. Era imposible de saltar. Gigante. La encrucijada se enredó con el 20-21 de un gancho de Irribarria. Respondió con otro zurdazo Urrutikoetxea y la heroicidad quedó casi cerrada (21-21). Falló el dos paredes del epílogo. Suspiro azul. De milagro.
Duración 61:09 minutos de juego.
Saques 2 de Urrutikoetxea (tantos 9 y 11) y 4 de Irribarria (tantos 2, 4, 5 y 14).
Faltas de saque Ninguna.
Pelotazos 417 pelotazos en juego.
Tantos en juego 13 de Urrutikoetxea, 1 de Untoria, 12 de Irribarria y 1 de Merino II.
Errores 3 de Urrutikoetxea, 2 de Untoria, 2 de Irribarria y 3 de Merino II.
Marcador 0-1, 1-2, 1-3, 2-6, 3-7, 4-8, 4-9, 5-19, 7-20, 8-20, 20-20, 20-21, 21-21 y 21-22.
Botilleros Ejercieron de botilleros José Ángel Balanza ‘Gorostiza’ (con Urrutikoetxea-Untoria) y Jon Apezetxea (con Irribarria-Merino II).
Incidencias Partido de la novena jornada de la liguilla de cuartos de final del Campeonato de Parejas de Primera de la LEP.M disputado en el frontón Fernando Garaita de Legutio. Buena entrada. En el primer partido, Peña II-Erasun ganaron a Ugalde-Erostarbe (14-22).