El Ayuntamiento de Pamplona apoya la solicitud de adelanto del derribo de los edificios e instalaciones de la antigua Jaso Ikastola en la avenida de Aróstegui 12, en el barrio de Etxabakoitz, realizada por la propia ikastola como propietaria de los terrenos.
La propuesta se llevaría a cabo a través de un convenio urbanístico entre la ikastola y el Consorcio de Alta Velocidad, como administración única accionante, que permitiría a la propietaria de la parcela buscar financiación para adelantar los costes del derribo y la limpieza del solar. En números, el coste del derribo está calculado en 141.938 euros.
Mal estado de los edificios
Según ha trasladado el Consistorio, la razón que argumenta la Ikastola Jaso para justificar esta petición es clara: el mal estado de sus antiguos edificios y el hecho de que algunas personas los han ocupado y residen allí "en deplorables condiciones de seguridad y salubridad" sin "los mínimos servicios de abastecimiento, saneamiento y limpieza".
La propietaria de la parcela señala que la única solución posible, previa autorización judicial, es la demolición total de las construcciones e instalaciones dado que todas ellas están fuera de ordenación. Eso sí, reconoce no tener capacidad económica ni coactiva para hacer frente a esa solución y por eso pide abrir la vía para buscar financiación externa.
En su instancia, remitida tanto al Ayuntamiento de Pamplona como al Gobierno de Navarra, Ikastola Jaso muestra su disposición favorable al derribo, pero pide que se mantengan los derechos urbanísticos reconocidos por el Proyecto de Reparcelación del PSIS (1,22 millones de euros), cuestión que será objeto de análisis.
Consorcio de Alta Velocidad
Asimismo, solicita una reunión del Consorcio de Alta Velocidad para iniciar las negociaciones de ese convenio. La propuesta de derribo tendrá el apoyo del Ayuntamiento, asegura este, que indica que respecto a la segunda cuestión, será analizada jurídicamente.
Sería el Consorcio de Alta Velocidad, como administración única accionante, quien determinará la posibilidad de firma del convenio en los términos planteados, el modo de desalojo, demolición y limpieza del solar, y quien, en su caso, garantizará la cantidad de las indemnizaciones reconocidas en ese Proyecto de Reparcelación.
El convenio que pide Jaso Ikastola debería reconocer el costo total del derribo y limpieza del solar como carga de urbanización a favor de quien lo costee anticipadamente.
Más de 20 años sin actividad
En el momento en el que dejó de desarrollarse la actividad docente en esas instalaciones, hace más de 20 años, se procedió al cierre de las mismas con la clausura de puertas y ventanas para impedir el acceso a terceros a los edificios sin uso.
Pese a ello, en los últimos años los edificios de la antigua ikastola han sido ocupados por personas en situación de desprotección que lo están utilizando como infravivienda.
La falta de liquidez por parte de la propiedad ha retrasado durante este tiempo el derribo previsto del edificio, circunstancia que ahora quedaría solventada en el caso de que se llegue a un acuerdo.