Hace 16 años, Abel Lafuente sufrió spiking. Una práctica que supone que se altere la bebida mediante droga. Aquella experiencia provocó que, junto con sus socios Scarlett Guadamuz y Ángel Gastón, comenzaran a idear su proyecto en 2022. Vieron qué había en el mercado, investigaron en laboratorios... y el pasado San Fermín debutaron con su pulsera centinela, que detecta hasta 22 tipos de droga en la bebida. La fecha fue casualidad “porque no sabíamos cómo proteger los tests, y estuvimos 2-3 meses hasta que patentamos los tapa-muestras”, recuerda Abel.
Vendieron más de 5.000 pulseras y un año después la empresa navarra Aglaya Creativos puede presumir de haber exportado su producto a una decena de países. Son internacionales. Además, este fin de semana se estrenarán por primera vez en un gran festival de música, el Holika de Calahorra. Y a comienzos de este mes presentaron su proyecto Movimiento Centinela, pulsera y tarjeta –que vio la luz hace un mes como alternativa para la gente que no quiere llevar pulsera– en México y Colombia.
Durante este viaje, Lafuente, Guadamuz y Gastón mantuvieron reuniones con diputados mexicanos, representantes institucionales, asociaciones del sector de ocio, medios de comunicación y distribuidores de ambos países “con el objetivo de implantar el sistema Centinela como herramienta oficial de prevención frente al spiking y la sumisión química”, explican. “En México están consolidando la Ley Centinela. Quieren obligar a los locales nocturnos a que tengan, no en concreto la pulsera centinela, pero sí dispositivos de detección frente a la sumisión química. Nos invitaron y que de un día para otro nos estuvieran nombrando en el Senado mexicano era alucinante. ¿Pero cómo ha podido llegar esto aquí? La verdad es que fue impresionante”, cuenta Abel. “A raíz de todo esto se creó el movimiento centinela. La gente lo ha regado por las redes sociales; estamos en Francia, Italia, Suecia, ahora nos han llamado de Holanda, y tenemos presencia en prácticamente todas las comunidades de España...”, añade.
Crear un movimiento
Lafuente destaca que ellos no quieren ser “vendedores de pulseras. Lo que nosotros queríamos es que se realizara un movimiento, que es realmente lo que ha sucedido, y que si se pueden salvar vidas con esto muchísimo mejor y más contentos”. Y reconoce que el hecho de que se viralice el movimiento implica que se hable de las pulseras y eso “ya es un método de prevención muy fuerte. Por ejemplo, que el festival Holika lo vaya a implantar es un ‘oye, cuidado que aquí va a haber un sistema con el que se puede detectar si alguien le ha echado droga a la bebida’”, dice.
En definitiva, un proyecto creado en Navarra que “demuestra cómo la innovación social puede generar impacto real en la seguridad de las personas y convertirse en ejemplo de buenas prácticas a nivel global”, explican. “Aglaya Creativos se ha posicionado como referente global en seguridad en el ocio desde un enfoque de responsabilidad social”, añaden.
“La Pulsera y Tarjeta Centinela son herramientas prácticas, reutilizables y validadas, que forman parte del Movimiento Centinela, una iniciativa de Impacto Social con desarrollo a nivel nacional e internacional que promueve espacios más conscientes y seguros, guiados desde la información, concienciación y la prevención. Detecta más de 22 tipos de drogas, como GHB, ketamina y derivados anfetamínicos, sustancias habitualmente relacionadas con agresiones facilitadas mediante sumisión química”, explican sus promotores.
¿Qué hace la pulsera?
El dispositivo cuenta con un sistema de tapa-muestras patentado que evita contaminación cruzada y garantiza resultados fiable; es reutilizable, con una duración de hasta un año, y puede detectar en pocos segundos más de 22 sustancias. Y su código QR integrado activa una llamada automática al 112, botón de alerta por WhatsApp y geolocalización en tiempo real (geoemergencia). Y tiene acceso a contenido educativo y preventivo desde la propia pulsera. “Después de Sanfermines globalizamos la pulsera. Aquí escaneas el QR y te sale el 112, en México el 123, en Colombia el 911... Hemos ido avanzando, y estamos muy contentos”, concluye Abel.