- Nilofal Bayat es la prueba de la realidad que vive Afganistán tras el retorno al poder del régimen talibán. La abogada y capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas aterrizó el pasado viernes en Madrid junto a su marido Ramish gracias a la colaboración del Gobierno español y del impulso del Bidaibideak Bilbao BSR. El SOS que lanzó por las redes sociales surtió efecto y ya se encuentra en Bilbao. Ahora le toca regularizar su situación para comenzar su nueva vida en Occidente. "Soy la representación de que los talibanes son peligrosos, y de cómo vivir allí es complicado, no hay futuro, no hay esperanza, no hay nada a lo que volver. Pero ya estoy aquí, y estoy contenta porque estoy viva y muy contenta de poder empezar una nueva vida en España junto a mi marido", explicó ayer ante los medios de comunicación Nilofal, que se encuentra bajo la tutela de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

Las mujeres no tienen cabida en el régimen talibán, que vuelve a dominar Afganistán con mano de hierro dos décadas después. Una realidad sobre la que alertó Nilofal en un excelente inglés: "La sociedad afgana ahora mismo solo está formada por hombres, no aceptan a las mujeres ni tan siquiera como parte de la sociedad. Las mujeres no tienen derechos, no pueden trabajar. Es muy duro para mi ver cómo han llegado y han destruido todo por lo que llevo años luchando, han destruido en tan solo un día todos mis logros, todo mi esfuerzo y todo lo que soy y por lo que he trabajado hasta el día de hoy".

La afgana relató los momentos de tensión que vivió en los aledaños del aeropuerto de Kabul. "Fue un día muy difícil en mi vida. En el aeropuerto hablé por primera vez con los talibanes, tenían el control de todo, estaban disparando a todos lados, estaban agrediendo a todo el mundo y también nos agredieron a nosotros. Estuvimos allí dos días y dos noches, no había sitios donde dormir ni donde comer", destacó. Ilusionada con su nueva vida junto a su marido en Bilbao, agradeció el apoyo recibido y reivindicó ayudas a países e instituciones para combatir, o al menos facilitar la huída de sus compatriotas del régimen talibán: "Agradezco al gobierno que nos hayan recibido a mí y a mi marido y que sigan con estas acciones para poder ayudar a mucha más gente. Sigo las noticias todos los días y mi marido dice que cada vez que las veo me dan dolor de cabeza. Estoy todo el día pensando en nuestras familias y en todas las personas que están intentando huir de los talibanes". Ahora intenta sacar de Afganistán al resto de su familia.

El Bidaibideak Bilbao BSR será el destino final de Bayat. "He tenido ofertas para jugar en muchos equipos, pero por supuesto que voy a aceptar la oferta. Cuando elegí Bilbao para vivir quería tener la oportunidad de empezar con mi carrera en el baloncesto aquí cuanto antes", afirmó la baloncestista. Del mismo modo, quiso subrayar la oportunidad que se le ofrecerá también a su marido, Ramish. "Algo importante para mí era que mi marido también pudiera jugar, y es fantástico que ambos podamos seguir creciendo y mejorando juntos", añadió feliz y agradecida la jugadora.

Bayat es una referencia para las mujeres de su país. Como ella misma afirmó, el baloncesto y su papel en el deporte es algo realmente importante para ella. "El baloncesto es una parte muy importante de mi vida, tengo una meta, algo por lo que luchar. Yo fui la primera en entrar al equipo de baloncesto en mi país, siempre he luchado por las mujeres y para que las que vengan detrás lo puedan tener mas fácil que yo. Cuando empecé me prometí a mi misma que haría algo para que las siguientes generaciones tuvieran la oportunidad que yo no tuve". También agradecía la oportunidad que se le ha brindado en la capital vizcaína. "Estoy muy feliz y agradecida de poder tener esta oportunidad de entrenar y jugar aquí", comentó.

El deporte es la forma que tiene la jugadora afgana de evadirse de la situación que le ha traido a la otra parte del mundo, a miles de kilómetros de otro Estado fallido: "Mientras estoy jugando me olvido de lo que está pasando en mi país, estoy todo el día pensando en nuestras familias, pienso en todas las personas que están intentando huir de los talibanes. Seguir con mi vida y con el baloncesto no es fácil para mí, pero eso no significa que lo vaya a dejar".

"Soy la representación de que los talibanes son peligrosos; no hay futuro, no hay nada a lo que volver"

"Fui la primera en entrar al equipo de baloncesto en mi país y siempre he luchado por las mujeres"

Baloncestista afgana