Jokin puede respirar tranquilo. Ha mirado este lunes a los ojos de Altuna, el de las tardes de gloria, el de las flores y el vino, en el Beotibar de Tolosa. ¿Qué tal? ¿Cómo va eso? ¡Tenía ganas de verte! Era el momento adecuado. Toca inspirar, espirar y disfrutar del momento. Jokin encuentra a Altuna. Fuego y gasolina. Ya está en las semifinales del Cuatro y Medio.

Jokin pedía que regresara su perfil agresivo y le ha costado un tránsito de dos semanas por un suelo lleno de cristales. Pero estar estaba. Habita en él. El problema es que no siempre salen las cosas. Peio Etxeberria metió en problemas al campeón de la jaula, provocando que la derrota de la segunda jornada convirtiera su envite ante el experimentado Oinatz Bengoetxea en un duelo a vida o muerte -“los partidos ante Oinatz son siempre muy especiales”, expresó en la previa-. Tal circunstancias no ha alterado el pellejo del amezketarra, que ha expuesto su mejor versión cuando lo requería: en el filo de la navaja. Encuentro redondo. Al fin y al cabo, el éxito va de esquivar balas y apretar la mandíbula.

El Altuna III que ha triunfado este lunes en el Beotibar, que ha registrado una entrada espectacular y un ambiente delicioso con aficionados de Amezketa y Leitza, ha sido el de las grandes ocasiones: intenso, dominador, espectacular y seguro. Ha dado lustre al saque para desnortar a un Bengoetxea superado y que no ha podido contrarrestar el nivel de juego de Jokin, asombroso en todas las facetas y con brillo a la hora de mover la pelota.

Únicamente se han registrado vaivenes en los primeros compases, cuando Bengoetxea VI ha sido capaz de hacer daño. Ha sido un chasquido de dedos, un espejismo. Nada más. Altuna ha reconocido haberse encontrado cómodo. Le ha salido todo.

Ha habido emoción hasta el 5-4. Después, el amezketarra ha aplicado el rodillo: un monólogo. Imperial. Se ha escapado con una tacada de doce tantos que le ha aupado a apenas cinco pulgadas de las semifinales del Cuatro y Medio. Oinatz se ha revuelto entonces, pero han sido estertores. El de Aspe era Goliat. 22-7. Autoritario. El campeón está de vuelta.

Así, Altuna III se enfrentará en la semifinal a Joseba Ezkurdia el domingo en el frontón Ogueta de Gasteiz. El de Arbizu, como un tiro, ha demostrado estar entonado, pero la resurrección de un Altuna peligroso equilibra la balanza.