Osasuna juega este domingo un partido de Liga en Elche cuatro días después de acceder a los cuartos de final de la Copa del Rey al apear al defensor del título, el Betis, en los penaltis, a domicilio y tras nivelar en dos ocasiones la ventaja en el marcador de su oponente, primero para mandar la eliminatoria a la prórroga y después para forzar la tanda de lanzamientos desde los once metros. Es por eso que los rojillos, mermados en lo físico por el descomunal esfuerzo copero del miércoles, deben aparcar momentáneamente la euforia de equipo y afición para centrarse en la visita al colista, un Elche que no conoce la victoria en Liga, competición en la que, por contra, el conjunto navarro busca un nuevo triunfo que le permita seguir coqueteando de manera descarada con los puestos que dan derecho a disputar una competición europea el próximo curso.

Parte Osasuna como favorito para el encuentro de esta tarde en el estadio Manuel Martínez Valero, principalmente por la excepcional temporada que está completando la escuadra que entrena Jagoba Arrasate, que ocupa la séptima plaza en la Liga con 27 puntos en 17 jornadas y que el miércoles a las 22.00 horas va a buscar contra el Sevilla en El Sadar la que sería la sexta semifinal copera de su centenaria historia. Sin embargo, los rojillos alcanzan la cita con el cansancio acumulado de la eliminatoria de Copa del pasado miércoles, además de con las bajas por lesión de Nacho Vidal y Rubén Peña y por sanción de Lucas Torró.

En cualquier caso, Arrasate huyó ayer de cualquier tipo de euforia y puso el foco en el partido de esta tarde contra el Elche, el único equipo de Primera División que esta temporada aún no conoce la victoria en la Liga (suma cinco puntos merced a otros tantos empates), pero que necesita una urgente reacción si quiere tener alguna opción de permanencia en la segunda vuelta del campeonato. No en vano, el cuadro ilicitano viene de conseguir un importante y polémico empate a domicilio contra el Cádiz (1-1).

Además de las ausencias antes mencionadas, Arrasate también cuenta con la duda de Moi Gómez, que entró en la citación del técnico para el encuentro contra el Elche, aunque su concurso en el mismo está en el aire por el mismo motivo por el que el pasado miércoles no jugó en el Benito Villamarín: unas molestias musculares en el muslo de su pierna izquierda que parece que han remitido.

Con estos ingredientes, y teniendo en cuenta el ilusionante partido copero del próximo miércoles, Arrasate tiene trabajo para armar el mejor once posible para mantener la buena línea del equipo en Liga ante el colista de la categoría y dosificar a sus jugadores de cara al exigente calendario de Osasuna por su buen hacer en Copa.