Maverick Viñales (Aprilia RS-GP), que se fue por los suelos en un incidente con el italiano Francesco "Pecco" Bagnaia (Ducati Desmosedici GP23), afirmó sobre la pelea protagonizada por ambos que es producto de "la adrenalina del momento, pero luego nos hemos dado la mano y ya está, pues al final, las cosas que pasan en pista se tienen que quedar en pista".

Al recordar el incidente, Viñales explicó: "le he pasado demasiado limpio, quizá debería haberle tocado, que es como se pasa ahora, y haberle echado fuera, porque he ido a cambiar de dirección y, cuando lo he hecho, nos hemos tocado, no me ha dejado espacio, nada, cero, y creo que me podía, él me ve, me podía ver, y yo no lo he visto, y ha sido cuando nos hemos tocado".

Viñales explicó que a Bagnaia le dijo que "qué hacía y por qué no dejaba espacio, que era la cuarta vuelta y ahí no hace falta ir a ganar posiciones", para decir entre sonrisas que "los dos pilotos más limpios de la parrilla se han encontrado ahí, pero al final, lo importante es tener respeto, y nada más".

"Me ha dado mucha rabia porque me sentía con un potencial enorme y, otra vez, por toques o porque me saquen fuera no tengo oportunidad. La caída puede suceder, te puedes caer, te pueden tocar o te pueden tirar, pero estaba muy enfadado pues son muchas carreras en las que tengo potencial y o me echan fuera o me pasan pasados y tengo que levantar la moto", se lamenta Viñales, quien insiste en que "ha sido eso lo que realmente me ha hecho enfadar, más que el acto en sí".

Sobre una posible sanción, Maverick Viñales dijo no tener ninguna preocupación y aseguro que le parecía "interesante" que les hubiesen llamado los comisarios, pues quiere decir que "están abiertos a hablar y a conocer nuestros puntos de vista, así para decisiones futuras tienen más cartas en la mano, y creo que lo que ha pasado con Pecco se puede interpretar como un lance de carrera, pero tienen que mirar muchas otras acciones antes que la nuestra".