El Subiza sigue en horas bajas

Con las novedades en el once de Imanol y Sola, al Subiza le tocó sufrir la salida en tromba del Arenas. En un suspiro se presentaban los vizcaínos a las inmediaciones de Rafa Fernández. Apenas transcurridos seis minutos de juego, el guardameta contempló un primer disparo de Unai Collado cerca del palo y, seguidamente, se lució a disparo de Iradi, para evitar la variación en el luminoso de Getxo. Los de César Monasterio sufrieron mucho a la hora de detectar la movilidad de los delanteros rivales.

Sin embargo, de forma sorprendente, el partido dio un respiro para alegría de los visitantes, demasiado timorato con el balón de medio campo hacia adelante. Recién se llegó a la primera mitad del partido, los visitantes gozaron de la primera oportunidad hasta el momento, con un remate cruzado de Asiron dentro del área, al que respondió Galindo con una excelente parada. Algo similar replico su homónimo bajo palos en un buen intento de Uzkudun. El partido volvió a tener un ritmo dinámico y entretenido, y cuando parecía que iba a decaer de nuevo, un zapatazo de media distancia a cargo del central Paul Álvarez, sorprendió a todos para permitir que los suyos llegaran al descanso con una ventaja mínima.

Tras el paso por los vestuarios, el inicio del segundo acto no resultó halagüeño, el Arenas apretó y poco le faltó para ampliar la brecha en el marcador, con un disparo a bocajarro de Uzkudu, que salvó de manera muy acertada y de forma milagrosa el guardameta rival, Rafa Fernández. Minutos después, con una mano antológica a intento del mismo rival. Entre medias, el Subiza, se limitó a un intento de Bruno Pérez en un libre directo, que no encontró portería. El conjunto navarro, además sufrió la lesión de Ander en la segunda mitad.

El Subiza intentó reaccionar adelantando sus líneas y poniendo un ritmo más alto sobre el verde, pero careció del esférico para crear peligro real y pensar en arañar algo positivo de Gobela. Esa opción se disipó cuando Ibarrondo, con la cabeza, alojó la pelota al fondo de las mallas para certificar una sexta derrota del curso, ante un Subiza demasiado atascado.