este fin de semana nos encontramos ante una competición diferente y que debe ser para disfrutar: la Copa del Rey. Ahora bien, también es un torneo de desgaste. El posible acceso al premio de Europa está muy bien, pero antes Anaitasuna debe ganar a Cuenca y luego al vencedor del Bidasoa-Benidorm. Aunque se encuentra en el lado del cuadro en principio más asequible, serían tres partidos muy duros y quizá no pille al grupo en el mejor momento. Como aficionado, me gustaría que el Helvetia llegara a la final de esta Copa y, por supuesto, que se salvara en la Liga. El equipo está un tanto inseguro, pero completar buenos partidos en Madrid facilitaría la confianza. Si no compite, puede incrementar las dudas; pero si se entrega al máximo, aunque los resultados no sean buenos, la percepción cambiará. El rival que nos ha tocado de primeras es el Cuenca. Este partido se jugará en pequeños detalles y uno importante a tener en cuenta será la profundidad de la plantilla que tiene el Helvetia y que puede acusar el Cuenca, como ocurrió en algunos lances en el partido de Liga. El encuentro es largo y es un punto débil que imagino que Iñaki Aniz habrá planteado. A un partido puede pasar de todo. Y eso puede verse quizás en los emparejamientos de hoy. Bien es cierto que ves la contundencia de la plantilla del Barça y es favorito ante un Granollers que puede tener un 1% de posibilidades. Y el duelo estrella entre el Ademar y el Logroño seguro que es intenso y fuerte. Se prevén unas semifinales bonitas. Esta Copa, además, hay que degustarla, porque se juega en un escenario incomparable, la Caja Mágica, con capacidad para más de 12.000 espectadores. Debemos saborearla.El autor es técnico navarro en la Federación Española de Balonmano