- Vivieron el partido desde la grada, sufrieron casi más que en la pista, animaron a sus compañeros sin cesar y vibraron con cada gol y con cada parada. Los navarros Sergey Hernández y Iosu Goñi se colgaron ayer la medalla de bronce junto al resto de los Hispanos, la primera con la camiseta de la selección española para el portero del Benfica y la primera también en un Mundial para el lateral del Chambèry, campeón de Europa anteriormente con España.

Los dos estaban ayer felices después de la victoria ante Francia. Para Goñi, incluso, la medalla tenía un sabor superior. "Este bronce sabe un pelín a oro", decía. "El hecho de ganarla nos da una gran satisfacción y nos hace irnos del Mundial como si hubiese sido un gran éxito para nosotros. Está claro que no es el oro, pero estamos contentos y orgullosos del trabajo que hemos realizado y de lo que hemos conseguido", constataba.

Los dos jugadores navarros han sido, en la gran mayoría de los partidos de España, los jugadores descartados por Jordi Ribera. En todos salvo frente a Uruguay. El exguardameta del Helvetia Anaitasuna y del BM Logroño completó el partido ante los uruguayos y demostró que tiene buenos mimbres para coger el relevo en un futuro a Gonzalo Pérez de Vargas y a Rodrigo Corrales, inconmensurables ambos bajo los palos en este torneo. También ante Uruguay, Goñi dispuso de minutos. Sin embargo, y a pesar de no haber jugado todo lo deseado, el lateral de Barañáin se mostró "contento" por haber vivido esta experiencia. "Para mí estar aquí ya es un premio. Lo he disfrutado muchísimo. Sin duda, se sufre más fuera de la cancha que dentro. Claro que me hubiese gustado aportar más al equipo pero, por mi parte, seguiré trabajando para ayudar en un futuro si el seleccionador lo requiere", aseguraba.

En cuanto a la trayectoria de los Hispanos en este torneo de Egipto, Iosu Goñi valoraba la progresión del equipo. "Hemos ido de menos a más. En conjunto, se le puede poner una nota muy alta a la selección. Es cierto que tuvimos un pequeño tropiezo en semifinales ante Dinamarca, que nos jugó muy bien en el 7/6, e incluso la suerte no estuvo de nuestro lado ese día. Pero el equipo se vació aun con todo, así que podemos mirarnos al espejo y dormir tranquilos, porque lo dio todo. Y, ante Francia, para mí ha sido como una final. Hemos terminado de la mejor forma posible", subrayaba.

El jugador del Chambèry francés dedicó esta medalla de bronce a su familia y a sus allegados, a quienes recordó ayer especialmente. "Me acuerdo de mi padre, de mi madre y de mis hermanos. También de los entrenadores que he tenido a lo largo de mi trayectoria. Y por supuesto de mi tierra, de Navarra, y de toda la gente que apoya allí el balonmano. Tampoco me olvido de los compañeros que he tenido en Francia", señalaba.

En cuanto a Sergey Hernández, no ha podido tener un mejor estreno en un gran torneo con la camiseta de la selección. Debut y medalla de bronce. Ayer se mostraba muy satisfecho por todo lo vivido estas últimas semanas, a través de sus redes sociales: "Increíble experiencia la vivida este mes en el Mundial de Egipto. Infinitamente agradecido de haber podido estar aquí. Soy un privilegiado", escribía.

"Ha sido increíble la experiencia vivida este mes en Egipto. Soy un privilegiado"

Portero de la selección española